Capitulo 23

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Los jóvenes ingresaron a la casa decididos a acabar con todos y rescatar a sus amigos, la oscuridad de la noche no ayudaba a divisar de una forma correcta las formas y objetos que podría haber dentro de la tétrica casa, avanzaron cuidadosamente por el pasillo, hasta que el sonido de una ventana rompiéndose los estremeció a todos, instintivamente giraron su cuerpo hacia la parte de afuera, y lo que vieron los dejó sorprendidos.

Corrieron hacia fuera sin dudarlo un momento.

- ¡deténganse o la mato!- dijo la inconfundible voz de uno de los generales de las cosas, los jóvenes se quedaron perplejos ante tal escena, una bestia algo falca y pequeña para ser un general mantenía a Adriana en el piso mientras que con su gran garra apuntaba a su cuello, la joven no tenía más que una ligera herida en el labio inferior, a su lado derecho estaba una bestia más grande, con una musculatura inmensa, esta estaba sometiendo al almirante Matías contra el suelo, quien claramente estaba lastimado gravemente, al otro lada se encontraba el padre de Sandro, el almirante Connor, él estaba arrodillado y detrás de él estaba una simple cosa, aunque claramente estaba desmayado.

- Tranquilo, no hagas nada de lo que te puedas arrepentir- gritó Steven.

Los jóvenes no sabían que hacer, todos estaban nerviosos y desorientados, todos excepto Carl, él sabía lo que tenía que hacer, se comunicó rápidamente con Sandro para indicarle su plan. Una vez que hubo terminado, Carl avanzó unos pasos y levanto sus brazos con las garras al aire en dirección de los dos almirantes.

- ¡Detente o los mato!- exigió el general que amenazaba a Adriana, pero eso no iba a ser suficiente, no con Carl ahí.

Sandro levantó su mano derecha y chasqueo sus dedos fuertemente, el cráneo de la cosa que sostenía a su padre explotó, la sangre recorrió varios metros llegando a los dos generales, quienes se quedaron fríos por unos momentos, Carl aprovecho ese descuido y sin saber lo que iba a hacer dio un gran paso hacia delante, las garras salieron despegadas de sus brazos como proyectiles y se estrellaron en los cráneos de los almirantes.

Tanto Steven como Gabriel se quedaron sorprendidos por el accionar de sus compañeros, se miraron uno al otro y después a sus compañeros, no sabían cómo lo habían hecho. Steven se acercó eufóricamente a Sandro, lo tomó del hombro y lo sacudió.

- ¿Cómo mierda lo hicieron?- dijo sonriente.

- Solo lo hicimos- dijo Sandro, que al igual que sus compañeros también estaba sorprendido.

- ¿puedes respondernos tú Carl?- pregunto Gabriel quien también estaba sonriente, a un Carl a quien la adrenalina lo hubo abandonado y estaba claramente agitado.

- No sabía si iba a funcionar o no, solo lo hicimos- dijo jadeante Carl, Gabriel lo miró preocupado y pregunto...

- ¿Y si no funcionaba?

- Tenía que funcionar- dijo Carl ya recuperado, comenzó a correr en dirección frontal, hacia donde estaban los dos almirantes, uno de ellos su padre, no biológico, pero al fin y al cabo su padre, y el amor de su vida.

Adriana lo miraba con lágrimas en los ojos, Carl llegó a su lado y la sostuvo entre sus brazos, la abrazo tiernamente.

- Tranquila, ya todo pasó- dijo Carl tratando de calmarla.

- No, no, no- grito Adriana entre llantos- nada ha terminado, ellos nos van a destruir.

Ante las declaraciones de la joven, los de, grupo de elite se acercaron más a la pareja, trayendo consigo a los almirantes, excepto Sandro quien se negaba a cargar a su padre.

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⏰ Última actualización: Nov 25, 2017 ⏰

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