Hoy lloro tu muerte, aún cuando sigues con vida. Pero sé que hoy es tu último día. No puedo pararte. No quiero. Sería injusto arrebatarte eso que tanto deseas y persigues desde hace años.
Cumple tu sueño. Yo no lucharé en vano.
Prefiero llorar por ti unos días y avivarte en mi recuerdo, a que sigas sufriendo, viviendo una vida que odias. Prefiero tu muerte a tu agonía. Echas de menos la muerte que nunca conociste. Ve y reúnete con ella. Nosotros guardaremos tu pena.
Un once de noviembre de un año cualquiera, sonreiré al pensar en tu vida eterna.
Y hoy, entre lágrimas, gritaré: ¡ENHORABUENA!
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Mi rincón oscuro.
De TodoLa tristeza y la inspiración, siempre han sido una buena combinación.