Si la curiosidad mató al gato, maullando curiosa seré. Quizás se me de mejor ser un gato gordo y peludo que no hace más que dormir y comer.
A fin de cuentas, es lo único que se me sa bien, aunque en humanos está peor visto porque hay absurdas expectativas y suposiciones mínimas de lo que debo o no debo hacer. ¿Lo que quiero? No me importa ni a mi. Nunca quiero hacer nada relacionado com vivir. La muerte me atrae y me repele, me asusta y me tienta. La llevo en mi interior, guía de mi mente, mientras aún funciona mi cuerpo ausente.
Duele.
Joder, duele no sentir nada y que eso te ponga mal. Mal, mal, mal, mala. ¿Estoy enferma? ¿Estoy viva? ¿Estoy aquí? Soy un puto error que a nadie le gusta, un puto error sin autocorrector. Joder, enteded que no soy así porque quiero. O tal vez sí. O tal vez porque quiero no querer pero quiero. O porque ni quiero ni dejo de querer.
Porque soy débil y estúpida, porque me faltan ganas para hacer algo más que quejarme y odiarme por ser como soy y no quiero ser.
¡Porque no puedo echarle la culpa a nadie, porque no quiero echármela a mi!
¡Porque prefiero llorar y odiarme hasta ser mi propio fin!
¡Soy mi propia asesina, soy mi propia víctima!
¡Miradme y oíd cómo mis ojos gritan suplicando una ayuda que no aceptaré!
¡Joder, miradme y olvidaos de mi!
¡No seais la voz que suplante a mi conciencia porque os destruiré como hice con ella destruyéndome aún más a mi!
¡No me matéis, dejadme morir!
Porque cada puto día es agonía, un suicidio incosciente y lento,
y algún día os diré que me arrepiento,
pero mirad mi vida un momento,
y veréis que no miento.
Joder.
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Mi rincón oscuro.
AcakLa tristeza y la inspiración, siempre han sido una buena combinación.