Entre sombras andando, con los ríos llorando, caminando pero nunca avanzando. Mis piernas cansando y mi mente candando. Mis venas sangrando y mi boca cerrando, mis remordimientos acallando. Mi corazón arrancando y destrozando, intentando seguir luchando. Recordando lo que me interior está desgarrando, olvidando que me he de seguir reparando. En desesperación buceando y la soledad abrazando, mis sentidos matando. Mis sueños borrando y mis ilusiones eliminando. Mis sentimientos se están suicidando y mis pupilas ahogando. Al vacío de mi interior estoy saltando sin esperanzas de salir volando. Mi cuerpo anhelando seguir descansando, nunca pensando, gritando y mi alma aliviando. Mis oídos quemando mientras al mundo estoy ignorando.
Mis nervios se están cruzando, fumando, mis neuronas emborrachando y bailando, mi cerebro deseando y desconectando, y yo me estoy estresando. A la rutina me estoy abandonando, mis pulmones explotando y mi riñón intoxicando. En nadie confiando, al dolor desafiando en un juego que siempre acaba ganando. Las manos amigas soltando, rasgando y cortando, con su sangre pintando y con sus ojos fotografiando, sus bocas sellando. Mis demonios están susurrando y yo me estoy derrumbando. A todos odiando, mi conciencia mi cuerpo dejando, mi sentido común mutilando. La maldad aflorando, mi cordura secuestrando y mi ira aumentando. Y así estoy terminando lo que a penas estaba empezando, una existencia que me estaba enfriando y calentando, conmigo arrasando y acabando, a la bestia despertando y la locura liberando, de mi voluntad escapando.
Queriendo reventar todo lo que estoy viendo y viviendo mientras mi interior se está pudriendo. Emociones apareciendo y pereciendo, muriendo, y yo riendo mientras mis heridas vendo. Al toro por los cuernos cogiendo, bebiendo y durmiendo mientras ese toro me está comiendo. En mi rostro el sufrimiento leyendo, mis secretos descubriendo.
En mi interior está lloviendo y solo quiero de mí salir huyendo, sin saber a qué estoy volviendo, en círculos corriendo, cada vez más bajo cayendo, sin conocer el destino de a donde estoy yendo, sin consciencia de dónde estoy viniendo, mis dientes rompiendo y suciedad escupiendo.
Descendiendo, las ganas de vivir reduciendo. Un cuento de terror escribiendo, diciendo y mintiendo. En mi cuerpo drogas metiendo y la cruda realidad evadiendo, el llanto y la risa confundiendo. Mis heridas abriendo, el desastre recogiendo, pastillas en alcohol disolviendo. Mi piel desprendiendo, sin conocer la verdad de lo que estoy sintiendo, toda la nada que tenía perdiendo. Mi garganta ardiendo y oprimiendo, mi último aliento tosiendo.
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Mi rincón oscuro.
AcakLa tristeza y la inspiración, siempre han sido una buena combinación.