Capitulo 2: Los Defensores

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Como Zeus ordenó, los Elegidos defensores de la humanidad se reunieron tras la visita al Olimpo

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Como Zeus ordenó, los Elegidos defensores de la humanidad se reunieron tras la visita al Olimpo. Era crucial que reconozcan los poderes de sus aliados para complementarse mejor a la hora de la batalla. Asimismo, también debían practicar el uso de su poderío.

La situación era bastante incómoda, puesto que estaban tres mujeres y dos hombres desconocidos entre ellos. De todas formas, una de las chicas decidió romper el hielo.

—Soy Sophie, la Elegida de Atenea. Es un verdadero placer —comentó la hija de la Diosa de la sabiduría con cierta incertidumbre por saber la respuesta de los demás.

—¡Mi nombre es Hallie! Hija de Poseidón, el mejor de todos —dijo en medio de una carcajada—. Es broma, mis amigos.

—Soy Melisa, mi madre es Deméter —dijo agachando la cabeza.

—¡Vamos, no te pongas tímida! Me llamo Angelo, ¡gracias por el bello nombre papá!—gritó irónicamente.

—¿Tú papá es? —preguntó Sophie clavándole la vista.

—Siempre se me olvida, soy hijo de Hermes.

—Genial. ¿Y quién eres tú? —interrogó nuevamente Sophie, mirando al hombre que aún no había hablado.

—Hola a todos, mi nombre es Félix. Soy hijo de Apolo, Dios de la Luz y el Sol.

—Excelente. Como seguro habrán escuchado, al salir del Olimpo recibimos nuestros poderes, esos que seguramente les había designado su Dios. ¿Qué les parece si vemos el de cada uno?—preguntó Sophie al grupo. Ya era notorio que iba a ser la líder de los defensores—. Yo anulo los poderes de todos los Elegidos, ustedes incluidos, si estoy en un rango de cien metros.

—¡Guau! Es muy interesante. Al ser la hija de Poseidón, puedo controlar el agua que esté a mi alcance. Seguro será muy divertido tirar bombas de agua en la cara de todos—comentó Hallie pícara —. Además, también soy capaz de transformarla en un elemento sólido o gaseoso.

—Mi poder es muy parecido al tuyo, Hallie—dijo Melisa.

—¿En serio?—preguntó.

—Si, pero en vez de controlar el agua controlo las plantas. Aunque no puedo crear nuevas.

—De todas formas está bien cool. Yo puedo teletransportarme instantáneamente a donde quiera en solamente un segundo. Y en este proceso también puedo llevar a uno de ustedes, aunque tardo diez segundos más—aclaró Angelo feliz por su poder.

—Con tu poder podremos hacer grandes cosas, Angelo. Debemos tenerlo muy en cuenta—comentó Sophie—. ¿Qué hay de ti, hombre callado?—bromeó observando a Félix.

—Puedo crear luz, además de manejar la que tengo a mi alcance —contó Felix con una sonrisa—. Los destruiremos a todos con rayos lumínicos asesinos.

—¡Vaya, veo que les encanta hacer bromas! —exclamó Sophie también riéndose.

—Eso parece —dijo Melisa seria—. ¿Por qué no practicamos el uso de nuestros poderes? Será muy beneficioso.

Los Elegidos asintieron y empezaron a probar su poderío.

Melisa comenzó a aumentar la altura del pasto inmensamente y transformar pequeñas plantas en unas enormes carnívoras aniquiladoras...

Hallie transformó el agua de un valle en un muro de hielo...

Angelo comenzó a teletransportarse de un lado a otro, incluso detrás de sus compañeros que se asustaban al verlo...

Félix creó bolas de luz que rebotaban junto a un escudo protector que había realizado...

Y Sophie....Sophie terminó siendo la aguafiestas.

—¡Oye, Sophie! ¡Cancelaste todos nuestros poderes!—exclamó Angelo insatisfecho.

—Yo también debo practicar—sonrió Sophie—. Oigan, es importante que planeemos lo que haremos una vez la batalla haya comenzado.

—Muy cierto. ¿Alguno tiene algo en mente? —interrogó Félix.

—Mi idea era que estemos separados por el mundo buscando a los asesinos. Cuando encontremos a uno, Angelo se enterará y vendrá al instante. Ustedes hagan lo mismo, aunque seguro no podrán a la misma velocidad. Nuestros enemigos no conocen nuestros poderes, así que tendremos una ventaja—planteó Sophie, la hija de Atenea.

—¿Y cómo se supone que sabremos?—cuestionó Melisa.

—Cariño, hay algo que se llama celular. Y otra que se llama Whats App—dijo Hallie impresionada ante la estupidez de la pregunta.

—Pff, no mandaremos WhatsApp cuando veamos a un asesino, Hallie. Es una idea un poco descabellada —respondió Sophie burlándose.

—¿Y qué se te ocurre, hija de la Diosa de la Sabiduría?—arremetió nuevamente Halllie.

—No es que se me haya ocurrido recién, lo pensé antes de venir. Traje unos teléfonos satelitales ultra modernos, de esos que no se pueden rastrear—contó Sophie orgullosa—. Una llamada rápida y todo resuelto.

—Que haríamos sin ti, inteligente mujer—bromeó Hallie y todos echaron unas carcajadas.

—Ha sido excelente que nos hayamos conocido, pero Zeus fue bien claro. Debemos volver a nuestros hogares y prepararnos para la batalla, mañana nuestras antiguas vidas habrán acabado —aclaró Sophie con una bruta seriedad—. Tomen sus teléfonos, serán nuestra vía de comunicación. Compañeros, los veo muy pronto—concluyó Sophie entregando los aparatos.

—Nos vemos pronto —repitieron los demás Elegidos al mismo tiempo mientras salían disparados hacia sus hogares. Al parecer se complementaban bien.

La hora de pelear por la humanidad se acerca. Los Defensores deberán estar preparados, porque los Asesinos estarán listos para acabar con todo a su paso.

No hay lugar para los cobardes ni los gallinas, ¿estarán los cinco Defensores a la altura de las circunstancias?

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Elegidos: Batalla por la humanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora