Capitulo 21: Reunión

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Washington, Estados Unidos.

Narra Hank:

La sorpresa: ese factor tan impredecible que saca de quicio a cualquiera. Tal como los Defensores hicieron con Owen, tal como mi padre hizo conmigo.

¿Arriesgaron su propia vida para luchar por nosotros? Ja, eso sí que es sorprendente. ¿Quién diría que los Dioses piensan en algo más que ellos mismos, no? 

Es bastante curioso, ya que nos piden que nos matemos entre nosotros para delinear el futuro de la humanidad y luego se aparecen aquí de la nada. 

Ha sido extraño conocer a mi padre en carne y hueso, pero supongo que el encuentro fue positivo después de todo. Está tal cuál lo hubieran imaginado todos.

 Está tal cuál lo hubieran imaginado todos

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¿Qué puedo decir de Zeus y su legado? 

Ahora está aquí, en el mundo de los mortales dispuesto a apartar a todo aquél que se meta en su camino. Si nuestra misión ya era importante y de un nivel sin precedentes, ahora que los Dioses están en tierra no hay adjetivo que alcance. 

Los Dioses del bando de los Asesinos han solicitado una junta para hablar de como seguirá esta Batalla por la Humanidad. Claramente, también habrá que hablar del Rey de los Dioses que se debe estar proponiendo algo muy grande. No hay que tenerle miedo, pero tampoco subestimarlo.

Artemisa y Hera decidieron acompañarnos también. Como sus hijos están muertos, no tenían obligación de venir y luchar con nosotros. 

Decidimos reunirnos en Washington, donde nos espera un depósito abandonado. Los cuatro semidioses y los seis Dioses estábamos juntos. Es un hecho que nunca había sucedido. Tanto poder en una sola sala.

Nos sentamos en una mesa redonda, sucia y con varias sillas alrededor. Feier se encontraba en la entrada al depósito, cuidando que nadie se acercara.

—Bienvenidos a todos. Que gusto que estemos todos unidos, de una vez por todas —comenzó a hablar Ares, mi padre. Los demás Dioses y semidioses asintieron, en señal de que estaban de acuerdo con sus palabras—. Como seguro habrán sentido en sus cabezas, tenemos un problema muy grave: Zeus. Al parecer bajó desde el Olimpo al igual que nosotros para buscar venganza y acabar con todos nosotros.

—Cuando se metió en nuestras cabezas fue realmente doloroso. Me fue difícil contrarrestarlo —respondió Artemisa. 

—¿Ustedes son capaces de bloquear los poderes de los demás? —preguntó Petra, la hija de Hefesto.

—Si, pero esto depende del poder de nuestro atacante. En el caso de que sea más poderoso que el nuestro, el bloqueo no será tan efectivo y podemos sufrir más daño. Zeus es muy poderoso —contestó Hera.

—Guau, realmente impresionante —dije con asombro.

—Como les decía, tenemos que hacer algo con Zeus. Creo que ahora él es nuestro mayor objetivo, y la Batalla contra los Semidioses deberá quedar en segundo plano. ¿Para que queremos asesinar a los Elegidos, si Zeus va a estar intentando matarnos de todas formas?Créanme que pelear es lo que más quiero, pero también hay que usar por un segundo nuestras cabezas y enfocarse en el otro objetivo —agregó mi padre. Creo que tiene un buen punto.

—Tiene razón. Al rey de los Dioses ya no le importa nuestra Batalla por la Humanidad, y pensar que todo nació por su idea —respondió Afrodita. Seguro debe ser la primera vez que dice algo lógico en su vida. Ya saben, porque prefiere desnudarse antes que pensar que es lo que está haciendo. 

—¿Los demás están de acuerdo? —interrogó mi padre.

—Si—repitieron uno por uno.

—Entonces, ¿cómo haremos esto? Y una pregunta más importante aún, ¿qué pasa con los Defensores? —preguntó Hefesto.

—Feier, ¿por qué estás aquí? —dije al verlo asomarse.

—Un muchacho que dice ser un Defensor está en la puerta: viene a hablar con nosotros.

—¿Q-qué? —Ares tartamudeó—. ¿Acaso está sólo?

—Más solo que Hank en el día del amigo —respondió Feier. Que difícil es tener seriedad con respuestas de este tipo.

—Deberíamos considerar que es una trampa, no sabemos sus intenciones ni sus poderes. ¿Será una emboscada? —preguntó mi compañera Kumiko.

—Lo dudo, ya que es como si estuvieran sacrificando a este Defensor al enviarlo a una muerte segura. El que no arriesga no gana, muchachos. Hay tanto poder reunido aquí que no tendrá chances de atacarnos si así lo desea. Hay que dejarlo pasar—concluyó Ares.

El resto acompañó la decisión de Ares, con incertidumbre sobre lo que pasará con el posible Elegido.

Feier trajo al muchacho atado de manos y con sumo cuidado. El hombre parecía estar tranquilo, y su mirada parecía ser sincera.


—Hola, hombre. ¿A que viniste aquí? ¿Quién eres?—preguntó mi padre.

—Tengo algo que proponerles.


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¡Pa paw!

Volví, como siempre lo hago. 

¿A que no saben que pasó?

¡Elegidos se ubicó en el puesto número 5 de Aventura!

Muchísimas gracias por su constante apoyo, saben que son libres de comentar cualquier cosa que pueda ayudarme a mejorar :)

¡No pararemos hasta ser los número 1!

Nos vemos pronto.

Elegidos: Batalla por la humanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora