Capitulo 13: Destrucción

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Narra Hallie:

Mi forma de ver al que parecía ser el tímido Elegido de Apolo se esfumó tan pronto como vi la brutalidad con la que asesinó al Asesino. Valga la redundancia, ¿no?

Dejando de lado la sorpresa que me causó el acto de Félix, ¡que bien lo hicimos!

Una coordinación y trabajo equipo implacable hizo que el minotauro caiga sin muchas dificultades. ¿Quién diría que nos íbamos a fusionar tan bien?

De todas formas, no dejo de preguntarme: ¿Por qué llamó la atención de esa forma? No tiene sentido. Aunque claro, el Asesino hubiera muerto de todas formas. Con o sin nosotros en la escena. El alboroto que estaba causando no podía ser dejado de lado por parte del gobierno alemán y seguro hubieran tomado, tarde o temprano, cartas en el asunto para vencer al monstruo mitológico griego.

Con Félix y Angelo decidimos volver a dispersarnos, en busca de algún otro acontecimiento en el mundo que requiera de nuestra ayuda. Acordamos mantenernos en contacto mediante nuestros teléfonos satelitales cada dos días.

Últimamente Sophie ha estado bastante desaparecida. Al parecer el atroz vídeo que Hank le envió cuando mataba a Melissa la dejó lo suficientemente sensible como para alejarse unas semanas. Pero la necesitamos enfocada. De vuelta en la Batalla.

Igual ahora eso no es lo que más me importa. Hoy, ya dos meses después del comienzo de la Batalla por la humanidad, me siento aburrida por primera vez. Tomé la carretera hacia el sur de Alemania, rumbo a Suiza o Austria. Donde el auto me lleve.

La ruta estaba tranquila, calculé que eran las tres de la tarde y aún me faltaban unos cuantos kilómetros para llegar a alguna frontera. Subí el volumen de la radio para intentar escuchar alguna canción que llamara mi atención o noticia digna de mi interés.

¿No lo había mencionado antes? Sé hablar alemán. Durante mi período en la escuela secundaria (si, los Elegidos también vamos al colegio) estuve seis meses aquí en Alemania en un programa de intercambio. Obviamente, fue una experiencia inolvidable.

¡Choca esos cincos, Hallie!

Oh no, de vuelta estoy hablando sola.

Creo que el estar tan aburrida no me hace bien. Siempre termino diciendo las idioteces más grandes de toda la galaxia.


El punto es que tengo que escuchar la radio. A ver, veamos que podemos encontrar. Localicé la frecuencia que necesitaba y el locutor repitió la misma frase varias veces.


"Die Zerstörung herrscht in Kairo. Viele Gebäude sind runtergefallen und niemand weiß, was passiert ist. Es gibt schon 74 Totes".



Como se nota que es imposible tener unos días de paz.


Desesperada, frené mi auto y llamé a Angelo con mucha prisa. Se apareció en el asiento de acompañantes en un abrir y cerrar de ojos, como si de un fantasma se tratara.


—Todo estaba destrozado, Hallie. La gente corría despavorida intentando escapar de los edificios que caían sobre ellos. Va a ser una masacre, y esto aún no ha terminado. Podemos ayudarlos —contó Angelo. Al parecer había visto las imágenes por la televisión y quedó fuertemente impactado.

—¿De que serviría? Seguro que el Asesino ya se marchó. Su labor terminó.

—No lo creo, Hallie. Cuando uno realiza un trabajo, lo primero que quiere es ver cual fue su resultado, ¿no?

—Si, supongo.

—El Asesino sigue ahí, Hallie. Escondido en las penumbras, pero está en El Cairo. Te lo aseguro.

—Entonces no hay nada más que discutir. Viajemos, ahora—contesté con firmeza.

—¿No vamos a avisarles a nuestros colegas?

—¡No podemos perder más tiempo, Angelo! Cada segundo que pasa es probablemente un nuevo ciudadano egipcio que está al borde de la muerte.


Sin siquiera responder, Angelo inició su proceso de teletransoprtación con un aliado y al cabo de diez segundos, estábamos en El Cairo. Claro está que nos encontrábamos lejos de cualquier zona de riesgo, pero así y todo, el pánico se sentía.

 Claro está que nos encontrábamos lejos de cualquier zona de riesgo, pero así y todo, el pánico se sentía

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Ya no caían nuevos edificios, con lo cual, el trabajo de el Asesino había terminado. Al menos por ahora.

Nos encontrábamos en una colina algunos kilómetros alejada del epicentro y el descontrol. Guau, la imagen era terrible: escombros por todas partes, y una sociedad destrozada.

Era imposible intentar buscar a alguien o algo después de semejante atentado que hoy sufrió la ciudad. Lo mejor era esperar a que las cosas se calmaran para salir a buscar al Elegido. Angelo estaba de acuerdo conmigo.

—¿Que poder tiene este monstruo? Va en contra de las reglas. Es un poder de destrucción masivo—comenté.

—Eso es cierto. Pero algo me dice que el Asesino logró una fuerza inimaginable para los Dioses. Algo que no se vieron venir—me contestó Angelo.

—¿Y si en realidad las cosas se les fueron de las manos? El mundo ardería en llamas—dije con miedo por escuchar la respuesta.

—El tiempo nos dará explicaciones, Hallie. Pero nosotros salvaremos a la humanidad y a este planeta. Sin importar lo que pase, lucharemos hasta el final —respondió solemne dándome seguridad nuevamente.


En medio de nuestra conversación, recibí una llamada a mi celular. Ya saben, con el que utilizo WhatsApp, Facebook, Twitter, Instagram, la vieja confiable, etc.

El número era desconocido y no estaba entre mis contactos. Sin dudar, atendí la llamada.


—Hotel Milano. Habitación 372. Encuéntrenlo, ya saben que hacer.



Anónimamente alguien nos dio la localización del Asesino, o eso intentó hacer.

Nos facilitó una búsqueda que podía llevarnos mucho tiempo.

Ahora solo nos queda por averiguar, ¿caeremos en una trampa, o realmente encontraremos al Elegido en bandeja?

El que no arriesga no gana...

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¡Gracias a todos por leer mi historia!

Les agradezco inmensamente su apoyo, y me encanta que lo hagan mediante sus votos y comentarios.

Un especial agradecimiento a mi tocayo Santiago por ayudarme con la traducción de la frase al alemán.

¡Nos vemos el próximo domingo!

Elegidos: Batalla por la humanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora