Leo llevaba horas caminando por el bosque, sabía que desde hacia mucho había perdido el rastro por el que regresar a la granja, sin embargo siguió avanzando en busca de Raphael. Ahora era lo único que podía hacer. Entonces vio a un precioso cernícalo blanco pasar volando por encima suya. Inexplicablemente Leo decidió seguir al ave que le llevo hasta un chico alto de cabellos negros. Este llevaba un hacha y una espada. Parecía indiferente hasta que vio llegar al cernícalo y sin razón aparente sonrió dejando que el pájaro se posara en su brazo. Él acarició las plumas del ave que cerró los ojos como signo de agradecimiento.
El chico retomo su camino seguido por Leonardo que se camuflaba a la perfección y no producía ni un solo ruido. Al poco llegaron a una laguna medio congelada. Allí apareció una chica que llevaba una capa cálida y un vestido además de ir acompañada por un grande lobo negro. Sus cabellos eran castaños y ondulados con unos ojos grandes de abiertos al mundo. Ella se lanzó a los brazos del chico que la abrazó levantándola. Desde su posición, Leo no oía nada de lo que hablaban, pero no podía acercarse, o el grande lobo lo vería. Así que decidió observar de lejos para seguir al chico cuando retomara el camino de vuelta a la frontera.
Y así lo hizo, tras casi una hora y media cada uno se fue por su camino, la chica acompañada del ave y el lobo, y él completamente solo seguido por Leonardo que se hallaba escondido en la espesura sin perder de vista el muchacho. Pero un paso en falso hizo que Leo provocara más ruido del esperado alarmando al chico. -¿Hay alguien ahí?- preguntó aguzando de nuevo el oído ante un nuevo indicio de su perseguidor. El chico alzó el arma apuntando con una flecha el lugar donde Leo se encontraba. La tortuga de azul solo cerró los ojos esperando recibir la flecha cuando... Un hermoso ciervo se planto delante del chico evitando que disparara la flecha.
El chico bajo de inmediato el arco e hizo una reverencia ante el ciervo. «¿le hace una reverencia a un ciervo?» pensó incorporándose un poco para ver al chico, sin encargó tropezó hasta caer a los pies de ambos. Leo agarro rápido su Yumi y apuntó al igual que hizo el chico.
-¿Que eres?- preguntó el muchacho sin vacilaciones. Leo no respondió solo miró al chico cuando el ciervo se colocó en medio de ambos mientras que brillaba. Ambos dejaron caer sus armas ante aquello. El ciervo se volatilizó ante sus ojos introduciéndose en el cuerpo de Leo que noto una extraña sensación y el chico habló por primera vez. -¿Quien eres?- Leo miró al chico con desconfianza. -Mi nombre es Leonardo ¿y tu?- el chico guardo sus armas. -Me llaman Ituko- se presentó. En ese momento se hizo un silencio incómodo en el que ambos se juzgaban en silencio. -¿Por que el espíritu del bosque te ha escogido a ti?- preguntó inesperadamente Ituko. -¿escogerme?- habló Leo sin entender. -El espíritu del bosque impidió que te matara- explico el chico. Aquel ciervo era un espíritu, el espíritu del bosque en concreto. -¿escogerme para que?- preguntó de nuevo Leo. -Para liderar la guerra-
¿Guerra...?
-------------------------------------------------------------Bueno esto fue todo espero que les haya gustado, siento la tardanza. Si tienen algo que decir dejenlo en los comentarios. Con esto me despido Chao, chao
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Love Farm
FanfictionLas cuatro tortugas y sus dos amigos humanos están en la granja de April después de que los Krang tomaran la ciudad de Nueva York. Raph revelará lo que siente ante el joven líder que le rechazará rotundamente y llevará a Raphael a tomar medidas dese...