La carreta se detuvo a la entrada del campamento de la legión de goublins.
Ituko sacó a las tortugas de la carreta haciéndoles caer sobre la fría nieve de la montaña.
-Agarra al azul, yo sujetaré al morado- ordenó Saga mostrando su horrible dentadura.
Ituko agarró a Leo procurando no hacerle daño y lo obligó a caminar entre las numerosas tiendas de campaña y entre la enorme cantidad de feos y horripilantes seres apestosos.
-Traidor- musitó Leo entre dientes.
Ituko lo oyó y se acercó al oído de este.
-No fastidies mi tapadera- ordenó empujándolo al interior de una tienda más grande que las demás.
Donnie cayó en el suelo de la tienda empujado por Saga.
-¡Don!- gritó Leo acercándose a él.
El listo, sin embargo, se levantó con rapidez y le dio un rodillazo a Ituko en la cara.
Saga lo golpeó en el caparazón y estuvo a punto de matarlo cuando Ituko le ordenó que se detuviera.
-No lo mates aún, Fauluot los necesita con vida- habló agarrando a Donnie -Si vuelves a golpearme, me aseguraré de que cenemos sopa de tortuga-
Leo le hizo un gesto a Donnie con la cabeza para que desistiera. Ituko no era un traidor.
Un hombre alto, robusto y con una barba canosa entró en la tienda.
Saga e Ituko se inclinaron obligando también a las tortugas a hacer una reverencia.
El robusto y gran hombre se sentó en un trono de madera y observó a las dos tortugas.
-¿Quien es el elegido?- preguntó el hombre.
-Es el de azul, su magestad- contestó Ituko
-¿Y el otro? Si no nos sirve ¿Porque no te has desecho de él?- preguntó el rey.
-tiene razón mi rey, me encargaré de él- dijo Saga agarrando a la tortuga.
-¡No! Mi señoría, el elegido está herido y necesita de los cuidados de este enfermero para poder luchar- intervino Ituko
-¿Herido?- preguntó el rey
-Así es majestad, fue herido durante una gran batalla- contestó el joven
-¡Si alguien pudo herir al vencedor de la guerra ¿quien asegura que nos llevará la victoria?!- gritó en cólera el rey.
-Lo hará si no nos deshacemos de su enfermero, señor- dijo Ituko.
-¡Yo no soy su enfermero!- gritó Donnie enfurecido.
-¡¿Como te atreves a gritar delante de nuestro rey?!- exclamó Saga a punto de golpearlo.
-Deteneos- ordenó una joven rubia y de ojos azules entrando en la tienda.
Todos se quedaron en silencio al ver entrar a la hermosa dama. Ituko y Saga se inclinaron y de nuevo obligaron a Donnie y a Leo hacer lo mismo.
-Si usáis la violencia en el hombre que va a luchar en tu guerra, ¿como prentendeis que pelee por el honor de tu propio pueblo, Fauluot?- preguntó la joven mujer.
-Ya te he dicho que los asuntos de la guerra no son cosa de mujeres, Kaira- habló el rey enfadado.
-Los asuntos de la guerra no son cosa de un burro sentado en un trono- habló la mujer antes de ser abofeteada por el rey.
-Maldito bastardo- lo insultó Leonardo intentando liberarse de Ituko.
-Ituko, encierralos, yo tengo asuntos que discutir- dijo el rey.
Ituko sacó a empujones a Leo y Donnie sin ayuda de Saga que se marchó.
-¿Quien era?- preguntó Leo
-Kaira, la esposa de Fauluot- contestó -Dicen que ella fue obligada a casarse-
-Tiene sentido, ella es muy joven para ser su esposa- comentó Leo.
-¿Se puede saber que ocurre?- preguntó Donnie sin entender la tranquila conversación de ambos.
-No soy un traidor- dijo Ituko -Es una tapadera-
Leo asintió.
Donnie bajó la cabeza.
-Siento el golpe- comentó el científico.
-Yo siento tener que encerraros, mañana os sacaré lo prometo- dijo él metiéndolos en la jaula de una tienda. -Me encargaré de tener una buena coartada para poder liberaros-
Ituko se marchó y vio a Kaira caminar hasta su tienda con una mejilla morada y algo de sangre en el labio.
Ituko suspiró.
La reina se sentó en su cama y sintió como alguien colocaba una mano en su hombro.
-Te golpeó fuerte- comentó Ituko
-No es nada nuevo- dijo la reina.
Ituko sacó algunas vendas y empezó a limpiar las heridas y a curar a la mujer.
-Si sigues así te matará- comentó de nuevo el chico.
-Prefiero morir que seguir viviendo este infierno- bufo ella.
-Si haces eso no podré contar con alguien que me ayude- dijo Ituko.
-¿Que necesitas?- preguntó la reina
-mañana por la noche liberare al elegido y a su hermano, y los mandaré a la base militar de mi pueblo. Necesito ayuda para que nadie se de cuenta hasta que estén lo suficientemente lejos- dijo el joven
La reina suspiró.
-Haré todo lo que esté en mi mano para conseguir liberarlos, pero a cambio quiero algo...- dijo ella
-¿Que es lo que deseas?- preguntó Ituko -Intentare darte lo que me pidas-
-Quiero huir con ellos a la base militar- confesó la reina.
Ituko miró entristecido a la reina.
-Entonces te culparan a ti por liberarlos y si os atrapan te matarán- habló Ituko.
-Con más razón lo haré- susurró la reina.
-Sus deseos son ordenes, mi majestad- dijo Ituko saliendo de la tienda...
------------------------------------------------ jajajajajajaj gozadlo mis pequeños lectores. Estoy en racha. Hay que decir que últimamente no me va mal en el amor y las inspiración viene junto con las maripositas de mi estómago. Ñe~ pero que más da.
Una pregunta por curiosidad, ¿quieren lemon?
En el caso de que lo quieran lo escribiré con gusto y si no, pues no lo escribiré, en realidad me da lo mismo.
Y esto fue todo de momento, si les gusto denle a la estrellita o dejen un comentario. Me despido de momento, chao, chao.
![](https://img.wattpad.com/cover/88906675-288-k71339.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Love Farm
FanficLas cuatro tortugas y sus dos amigos humanos están en la granja de April después de que los Krang tomaran la ciudad de Nueva York. Raph revelará lo que siente ante el joven líder que le rechazará rotundamente y llevará a Raphael a tomar medidas dese...