Todos los pueblos de todo el lugar celebraban con júbilo la caída del imperio de Fauluot que había sembrado el terror en el bosque, las montañas y sus alrededores durante muchos meses. Los mutantes habían sido destruidos por los espíritus;los gobblings y otras criaturas que apoyaban al rey y su reinado habían sido encarcelados y solo algunos habían logrado escapar; Fauluot había muerto, despeñado por la firme montaña que con los inicios de la primavera había comenzado a formar su cumbre con tonos verdosos y grises.
En un pueblo en concreto se aclamaron a los héroes y elegidos que se habían enfrentado a la muerte en aquella batalla fatal. Nadie contenía su emoción al ver a los jóvenes guerreros salvadores cruzar las estrechas calles atestadas de personas que se empujaban para poder verlos.
La música y las voces sonaban hasta las afueras. Atrayendo a cualquier viajero que pasara por allí. Ituko abría la comitiva de soldados tomando a Niviangua de la mano, con Suluk en su hombro y Ilasiak a la derecha de la joven.
-¡Viva el heredero!-
-¡Viva la protectora del bosque!-
-¡Vivan los elegidos!-
Los gritos se intensificaban conforme la comitiva de soldados se acercaba a la plaza.
En la enorme y circular plaza del pueblo habían montado un gran palco de madera para los elegidos, los generales del ejército, el heredero y su amada.
Los jóvenes se sentaron en sus respectivos asientos a excepción de Ituko que permaneció en pie calmando a sus súbditos e implorando silencio. Cuando el pueblo mantuvo el silencio, el heredero del trono habló en voz muy alta.
-Queridos súbditos, como sabéis, en poco tiempo me coronaran como vuestro nuevo y legítimo rey- dijo Ituko mirando a sus súbditos que lo miraban en silencio espectantes -Espero estar a la altura y hacer de nuestro reino un lugar donde todos sean felices y no haya pobreza ni miseria-
Todos gritaron con jubilo e Ituko tuvo que levantar los brazos suplicando silencio para poder continuar.
-Y como la guerra ha terminado, los elegidos... Tendrán que regresar a su hogar-
Los murmullos y las protestas estallaron.
-¡¿Porque no pueden quedarse y protegernos?!- gritaban
-Al igual que esta guerra nos ha apartado de la gente a la que amamos- dijo Ituko mirando unos instantes a Niviangua - ellos tienen aún que librar una batalla para recuperar su ciudad, su hogar y a la gente a la que aman- habló Ituko -Queridos súbditos, todos tenemos nuestras batallas y esta vez, seremos nosotros los que ayudemos a los elegidos a recuperar su hogar-
Ituko miró a Leo con determinación.
-Regresaremos a Nueva York con vosotros y os ayudaremos a vencer a vuestro enemigo a encontrar a vuestro sensei- le dijo el joven de cabellos negros.
Leo negó poniéndose en pie.
-Tal y como has dicho cada uno tenemos nuestras batallas, y recuperar Nueva York es algo que debemos hacer mis hermanos y yo- explicó Leonardo colocando una mano sobre el hombro del humano.
El joven líder de ojos azules miró al pueblo que esperaba ansioso por saber que era lo que se cocía en aquel palco.
-¡Vuestro heredero Ituko se casará con su amada Niviangua, protectora de los bosques, en tres días!- gritó Leonardo.
El pueblo estalló en gritos de alegría.
Ituko y Niviangua miraron a Leo con sorpresa.
-¡Leo, que aún no se lo he pedido!- gritó Ituko alarmado.
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Love Farm
FanficLas cuatro tortugas y sus dos amigos humanos están en la granja de April después de que los Krang tomaran la ciudad de Nueva York. Raph revelará lo que siente ante el joven líder que le rechazará rotundamente y llevará a Raphael a tomar medidas dese...