Love Farm

13.Un plan con cabos sueltos

Don intento mirar al exterior de la tienda donde se encontraba la celda que los mantenía cautivos aunque a salvo del frío helador de la montaña.

-Es inútil no veo nada- maldijo la tortuga de bandana morada.

-Tranquilo, Ituko nos sacará pero tendremos que esperar- musitó Leo quien estaba tirado en el suelo cobijado por algunas pieles de animales y con dolor por todo su cuerpo.

-Al menos los tambores han parado- dijo Donnie sentándose junto a su hermano -Echo de menos el entusiasmo de Mikey-

Donnie no pensaba hacer ese comentario en voz alta, sin embargo, al darse cuenta una lágrima escapó de sus ojos.

-Yo también los echo de menos, pero seguro que están a salvo- habló Leo colocando una mano en su hombro.

La joven reina entró de golpe en la tienda cargando dos platos con comida caliente y más pieles de animales para que estuvieran calientes.

-Buenas noches, elegido y enfermero- dijo la reina arrodillándose.

-No es necesario que se arrodille su majestad- dijo Leo haciendo un gesto abochornado por la actitud de la reina -Y él... - dijo Leo refiriéndose a Donnie- es mi hermano Donatello, y yo soy Leonardo-

-Es un honor estar frente a ambos Leonardo y Donatello- dijo ella.

La joven pasó la comida entre los barrotes torpemente.

-Lo siento mucho pero aún no pude conseguir las llaves- dijo.

-No importa- dijo en tono tranquilizador Donnie.

Los tres quedaron en silencio unos instantes. Las voces animadas del exterior ponían nerviosa a la joven reina.

-están celebrando que el elegido luchará en su bando- bufó ella -pero eso no ocurrirá si puedo evitarlo-

-¿No estás a favor te tu marido?- preguntó Donnie

-Eso jamás- habló rudamente la chica.

-es porque... ¿te obligaron a casarte?- preguntó Leo.

-Así es- contestó ella - pero no hay ni un solo día en el que no haya luchado por estropearle los planes a Fauluot, yo misma logré que Ituko se convirtiera en uno de sus mejores soldados, claro que eso dio paso a rumores que decían que yo tenía un romance con él. Cosa que es imposible-

-¿Imposible?- preguntó Donnie.

-Ituko está enamorado de una joven de cabellos oscuros y ojos esmeralda. Es una autentica guerrera y no le teme a nada. Siempre es escoltada por su fiel lobo negro Ilasiak y tiene ojos en todas partes gracias a su cernícalo blanco Suluk- habló ella con admiración hacia la joven.

-Esa joven que ví esta mañana era su amada- dijo Leo.

-¿La acompañaba un lobo y un cernícalo?- preguntó.

-Así es- contestó Leo.

-Entonces era ella, Niviangua es su nombre- habló la reina -Debe ser bonito que cuando una persona pronuncie tu nombre o cuando hable de ti se le iluminen los ojos. Debe ser bonito que pese a la distancia ambos luchen por regresar juntos y pese a que tantos han intentado separarlos aún siguen peleando por su amor-

-Sí...- musitó Leo.

-¿También amas a alguien joven elegido?- preguntó ella.

-Sí, pero me temo que cometí el error de dejar escapar a la persona que me amaba con todo su corazón. Pese ha habérselo roto, continuó luchando por mí y yo... Me merezco no volverme a enamorar de nadie más y sufrir en silencio cuando vuelva a ser feliz con otra persona que no sea yo-

La reina miró a Leonardo a los ojos, sus desconsoladas palabras entristecían a Kaira.

-Yo también cometí el mismo error...- susurró Donnie.

La joven se puso en pie

-La soledad nos duele, pero más debería dolernos el hecho de no hacer nada por remediarlo- habló con determinación y sabiduría la chica- Si dais todo por perdido ahora, nunca recuperareis lo que amáis-

Leo y Donnie cruzaron sus miradas.

-Si amáis realmente, luchad por reconquistar esos corazones que en su día os pertenecieron pero no supisteis apreciarlos. Todos cometemos errores y nos arrepentimos, pero asimismo todos merecemos una segunda oportunidad para cambiar las cosas. No la desaprovecheis- continuó la joven.

-¡Kaira!- la llamó Donnie antes de que se marchara.

La reina se giró a mirarlo.

-Cuando salgamos de aquí vendrás con nosotros ¿verdad?- preguntó Donatello.

-Si lo deseáis sería un honor acompañaros. Ahora descansad y preparaos mañana será un día largo- dijo ella antes de abandonar la tienda.

Entre las rocas se deslizó una varonil silueta que se quedó paralizada al sentir que alguien lo estaba mirando fijamente.

Ituko volteó para ver a la reina mirándolo. Él respiró aliviado y la reina le hizo un gesto con la cabeza indicándole vía libre.

Ituko se adentró en una gruta helada. Voces conocidas hacían eco en las paredes de hielo.

-Ituko, llevamos una hora esperando. Casi me muero de frío- se quejó Eskol, el joven rubio.

-Lo siento, están celebrando la llegada de elegido y Fauluot me quería a su lado- confesó Ituko.

-Bueno, ¿has averiguado algo?- preguntó el chico de cabellos castaños llamado Enar.

-Mañana por la noche Fauluot ha organizado una gran cena. Todos los generales debemos estar ahí. Mientras tanto, Kaira, liberará al elegido y a su hermano y vosotros los esperaréis aquí para escoltar los hasta el campamento- explicó Ituko

-¡¿Has metido a Kaira en esto?!- gritó Eskol

-Ella misma se ofreció- dijo Ituko.

-No pienso tolerar que mi hermana arriesgue su vida- habló rudamente el rubio.

-¿Y que sugieres que hagamos? Es la única opción que tenemos- habló con desesperación Axel.

Eskol cruzó los brazos y frunció el ceño.

-Entonces será el plan, solo tenemos una oportunidad y no podemos fallar- dijo el joven antes de marcharse.

-Espera Ituko, he recibido una carta de Niviangua algo extraña- habló Axel entregándosela a Ituko.

Axel, debe haber algún error. Esos tambores dicen que el elegido está en poder de Fauluot y eso es imposible. El elegido está conmigo, en mi casa. Haz llegar este mensaje lo más rápido que puedas a Ituko, yo iré a ver a Nanuk para confirmar la noticia.

Niviangua

-Esto no tiene sentido- dijo Ituko

-Pero ¿y si hubiera alguna posibilidad?- preguntó Axel.

-Hemos mandado traer la profecía- habló Enar -para asegurarnos-

-Axel, ve a ver a Niviangua y comprueba que es verdad lo que dice, yo debo regresar, si por casualidad fuera cierto, hazmelo saber colocando una piel de animal entre las rocas- dijo Ituko antes de marcharse.

Axel miró la carta de nuevo, algo le daba muy mala espina.

------------------------------------------------Espero que les haya gustado queridos lectores. Si tienen algo que decir dejenlo en los comentarios y denle a la estellita. Nos vemos en el próximo capítulo, chao chao.