El Hijo Del Jefe De Mi Madre《Xavier Foster》

#33

—princesa, yo...—empezó a decir y me cogió las manos— sabes que me gustas mucho y que te quiero mucho ¿verdad?

Asentí y acaricié su mejilla.

—Xavier, no...

—Por favor, escúchame que tengo que decírtelo— me interrumpió y ladeó la cabeza hacia mi mano— yo... Lauren, quisieras... no, emm... Me harías el honor de... no, aceptarías ser...—dijo nervioso ya que sus manos estaban frias.

No, no me puede decir que sea su novia... no puede hacerlo, no puede. Si lo hace seremos muy felices pero si por cualquier cosa cortamos... Lo mas probable es que nos llevemos mal y que no seamos ni amigos y yo... ¡Yo no quiero que se aleje de mi lado!

Tenia ganas de llorar, pero me aguanté y miré a Xavier con ternura. De repente me abrazó muy fuerte y suspiró.

—Princesa... Se mi novia, por favor...— dijo en mi oido y me separé para mirarlo a la cara y sonreirle.

—Claro que si, princeso pero con la condición de que, aunque algún día lo dejemos por cualquier motivo, no te alejes de mi lado— dije y arrugué mi nariz para no llorar.

—Nunca, princesa, nunca— contestó y me abalancé sobre él para empezar a besarle y jugar con su cabello.

—Te quiero mucho, Xavier... Mucho mucho mucho... mucho—dije aún enganchada a su cuello—, pero mucho mucho.

—Te amo...pequeña— dijo y sorbió su nariz, me separé y froté mis ojos para quitarme las lágrimas.

—N-no soy pequeña... Soy un centrímetro y medio más alta que tú, idiota— dije haciendo un puchero y solté un sollozo.

—No... Llores amor— dijo y se tapó la cara.

—T-Tú también estas llorando... —dije y le abracé corriendo.

Mi hermoso princeso... Ojalá se quede por mucho tiempo más.

—Volvemos a casa o prefieres que nos quedemos aquí—dijo deshaciendo el abrazo.

—¿Tú que prefieres?— pregunté y sorbí mi nariz.

—¿Tú?— volvió a preguntar.

—volver a casa— dije y él se agachó delante de mi indicando que me subiera y me subí a su espalda.

Yo reía y decía cosas como: "Vamos princeso, volemos hacia Nunca Jamás" o "¡Arre princeso, arre!" y él sonreía y se dedicaba a correr conmigo encima.

Llegamos a casa riendo y mi madre nos abrió y sonrió al vernos, subimos a mi cuarto y nos cambiamos.

—Oye princesa —me llamó y se giró ya que estaba de espaldas.

—Dime— respondí mientras me ponía mi camisa del pijama.

—Vamos al patio.

—Espera— dije y me puse mi pantalón del pijama— ya.

Cogí una manta y un par de cojines y agarré la mano de Xavier para salir corriendo al patio.

Xavier me quitó los cojines y los puso en el suelo, apoyó su cabeza en ellos y dio leves golpes en su pecho. Sonreí y me tumbé boca abajo encima de él de manera que escuchara los latidos de su corazón, él acaricio con una mano mi cabeza y, con la otra, acaricio mi espalda por debajo de mi camisa.

—Que pena que no se vean las estrellas, me hacia ilusión que las viéramos juntos...— susurró él.

—No importa eso ahora, algún día las veremos, ya verás. Ahora solo me importas tú —respondi en el mismo tono.

Mis párpados empezaban a pesar y el tacto de Xavier no ayudaba...

—Te quiero mucho princesa.

— y yo te amo, princeso—dije

—me amas... Dijiste que me amas... Ay dios... ¿de verdad? Son palabras mayores esas ¿de verdad?

—Tan de verdad como que estoy tumbada encima tuya— dije

—Yo también te amo, Lauren Swift.

Besò mi cabeza y me dormí aun sintiendo sus caricias.