Lawliet llevaba consigo una mochila de Un show más, junto a un peluche de dragón.
Seguía un camino de dulces, al mismo tiempo que los recogía y los comía.
Taradeaba una canción.
Por otro lado, Dipper yacía esperándolo en la puerta. Sabía que Lawliet no se iría de esa casa si se lo dice y eso provocaría, que lo cargara y traerlo llorando en todo el camino.
Dipper no quería verlo llorar, lo detestaba. Así que hizo ese camino de dulces, para atraerlo.
Lawliet lo miró y ladeó la cabeza, confundido.
—¿Tío Gleeful?
El mencionado salió de sus pensamientos y se volvió a verlo. Le sonrió.
—Hola, pequeño. —le alborotó el cabello. —¿Traes la mochila que te dejé?
—Hujum. —asintió y se la dio.
Dipper la abrió, revisando que la ropa de su sobrino estuviera ahí.
—Bien... —se sobresaltó cuando sintió que tomaban su mano. —Veo que también traes a Charles... —murmuró mirando el peluche.
—¡Sip! —rió.
El castaño suspiró.
—¿A dónde iremos, tío?
—Eso no importa. —lo tomó en brazos. —¿Quieres ir a ver una película...? —se vio interrumpido.
—¡Quiero ver un dorama!
Dipper rió. Algunas veces, no entendía a su sobrino.
—Doramas, entonces. —volvió a reír y se volvió, dispuesto a irse de una vez, pero algo en la puerta lo detuvo. —Mabel...
La mencionada frunció el ceño.
—¿Qué carajos crees que haces?
Dipper se mantuvo firme. Frunció el ceño.
—Me llevo a Lawliet.
El peli-azul lo miró sorprendido.
—¿Qué? —la castaña rió. —¡Debes de estar bromeando!
—No lo hago, Mabel. —bufó. —¡El niño ni siquiera te importa!
—¡Es mi hijo! —se lo quitó y lo puso en el suelo. —¡No te lo vas a llevar!
—¡No seas estúpida! ¡Ni siquiera lo consideras tu hijo!
—¡Vete!
Dipper frunció el ceño. Le dio la mochila a su sobrino y salió de la casa, pero se detuvo al escuchar a su hermana.
—No volverás a acercarte a Lawliet, ¿Quedó entendido?
El castaño hizo puños con sus manos y se volvió.
—¡Mabel!
—Will ahora es mi esposo y si le digo que te elimine, lo hará sin ni siquiera pensarlo.
—Tío Dipper... —el mencionado se volvió a verlo. —No quiero que se vaya...
—Guarda silencio, Law. —aconsejó su madre.
Dipper se puso de rodillas y le sonrió.
—Vas a ser un buen chico, ¿Verdad?
Lawliet asintió.
Dipper respiró, no quería llorar frente a su sobrino.
—Lawliet... —el mencionado lo abrazó. Dipper correspondió, comenzando a llorar. —Cuídate mucho.
Se separó y le besó la frente.
Luego se retiró.
✨✨✨✨.
Desde aquí, Lawliet ya no es mismo.
