Sonreí, cuando mi novia me contaba como había estado su fin de semana.
Abby es el tipo de chica que no demuestra sus sentimientos, pero cuando lo hace, los demuestra de una manera única. Inolvidable.
Por eso me encanta.
—¿Y tú? —me sonrió. —¿Qué hiciste en tú fin de semana?
—June y yo salimos. —le sonreí. —Literalmente sacamos a Daryl de su casa arrastrándolo.
—¿Daryl? —arqueó una ceja. —¿Ese? —lo señaló.
Me volví, mirando como el rubio entraba junto a Wirt.
—Sí, es él.
—Me cae mal.
—¿Por qué? —cuestioné confundido.
—Estamos en la misma clase y me trata mal. —rodó los ojos. —Cuando paso a exponer, comienza a hacerme preguntas sobre el tema... —la interrumpí.
—¿Y eso que tiene de malo?
—Aún no termino.
—Lo siento... —me sonrojé.
—¡Cada vez me hace preguntas más y más difíciles! —dijo con molestia. —Y cuando no sé la respuesta, él la dice y comenta "Se supone que debiste de haber estudiado todo a fondo". —me miró. —¡Me fastidia! Cada que tiene oportunidad me deja en ridículo frente a todos.
Fruncí el ceño.
—Tranquila, ya lo pondré en su lugar.
—No me gusta que salgas con él. —se cruzó de brazos.
Reí, pensando que era una broma, hasta que noté como me miraba. Fingí toser.
—June insistió.
—Tampoco me gusta que salgas con June.
—¡Hola! —nos sobresaltamos. Me volví a ver la peli-negra. —Cuanta confianza. —dijo con sarcasmo. —Abby, Lawliet y yo tenemos DEMASIADO en común, a ambos nos gustan las chicas. —le guiñó el ojo. —No te lo voy a quitar, es feo.
—¡Oye!
—Lawliet. —la miré, encontrándome con sus labios junto a los míos.
Correspondí.
—¡Hey, no hagan eso! —exclamó June. —Maldita sea, les llamarán la atención. —hizo una mueca. —Mejor esperen a que estén en casa. —se retiró.
—A que estemos en casa. —repetí, apretando las mejillas de mi novia. —Deberíamos hacerle caso.
—Tienes razón, azulito.
El timbre sonó.
—Entonces... —le sonreí. —¿En tu casa hoy?
Ella me devolvió la sonrisa.
—Sí. —me besó la mejilla. —Te espero a las seis. —se retiró.
Sonreí como idiota.
Miré como entró a su salón, así que me di media-vuelta, dispuesto a ir al mío, hasta que vi a aquel rubio. Llevaba audífonos.
Suspiré y me acerqué. Jalé el cable, provocando que los auriculares salieran de sus oídos.
—¡Auch! —me miró. —Solo tenías que pedirme que me los quitara.
—Deja en paz a Abby.
Él arqueó una ceja.
Al ver que no me respondería, rodé los ojos.
—Que dejes en paz a Abby.
—¿Abby? —soltó una risa. —¿Tu noviecita? —me señaló. —Es una más del montón, como si quisiera desperdiciar mis insultos en ella.
—Me dijo que la molestabas en clase, Daryl.
—Vaya... si quiere llamar la atención, debería inventarse algo mejor. —comenzó a caminar.
Chasquee los dedos, haciendo que el volviera a su lugar.
—¡Oye!
Lo tomé del cuello de su camiseta.
—Déjala en paz.
—¿Qué fue lo que te dijo, idiota?
—Que cuando exponía, hacías hasta lo imposible para avergonzarla.
—Cuando haces un trabajo investigas todo a fondo, no es mi culpa que ella viva del "Te pago y me haces el trabajo". —fruncí el ceño.
—Si me entero que la vuelves a molestar... —me vi interrumpido.
—¿Vas a golpearme? —me empujó.
Bufé.
—Me voy, se me hace tarde. —comencé a caminar.
—Hey...
—Adiós.
—¿Sabes porque la "fastidio hasta el cansancio" con mis preguntas? —me detuve.
Me límite a no responder.
—Para que deje de moverse el cabello y de lanzarle guiños y sonrisitas al chico de atrás.
❄❄❄❄.
(no sé porque copitos de nieve pero bueno xd).
¿Sabías qué...?
Lawliet tiene demasiados secretos, que ni Dipper sabe.
Ya no es "virgen", por ejemplo.
