Tal vez no sea hoy el día para recordar lo que nuestras mentes guardan y presionan hacia el completo interior, pues ellas desean evitar que derramemos una lágrima.
Sin embargo, hoy recordamos.
Recordamos lo que se ha ido de nuestras manos. Ya no está. No volverá jamás.
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"Estoy solo en el borde de un acantilado sobre el gran océano púrpura, debido al celaje del atardecer. No queda más de mí; todo lo que me hacía ser, ha partido. La ausencia de esperanza es grande. Me quiero lanzar. Dejar que mi cuerpo vuele y se alce por entre las nubes, y el sol de la aurora, al día siguiente. Olvidarme de todo y empezar de nuevo.
Pero siento una mano cálida, entrelazando mis dedos. De un cuerpo que me convirtió alegre durante cierto tiempo. Del amor de mi vida y del más allá. Acompañante del ángel negro que soy. De blanco se viste para formar gris, y ser perfectos.
Siento la mano cálida que partió, aunque ahora puedo asegurar que fue mía, mas ahora, se ha ido".
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"Nadie en los alrededores, y presenciando el ocaso rojizo de otoño, y sobre mí siento los brazos de la persona que me hubo cuidado desde mi nacimiento; sin importar cómo fuese, sólo me amó, y sentí tanto confort por cómo hacía mis días y noches. Fue doctor, psicólogo, consejero y profesor. Un amor inolvidable, pero ahora siento los brazos de ese ángel que me abraza. Tanto confort sigue habiendo".
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"Ante la luz de la Luna, mientras veo cómo me persigue y se oculta de mí, alguien cubre mi vista, y susurra: 'vamos a jugar'. Elegí a esa persona y estuvo ahí después de muchas peleas y risas; estuvo incondicionalmente de mis desiciones. Nada se le compara. Nadie tuvo nunca la capacidad de hacerme cambiar, y realizar dulces locuras y tonterías, que, a pesar de que muchos se quejaron y nos aprehendieron, hoy me doy cuenta que eso era lo que nos unía, lo que armaba al rompecabezas de mi corazón, y también me estoy dando cuenta de que se ha ido, no sé porqué ni a dónde, pero lo hizo. ¡Cuánto extraño su sonrisa, y cuánto me encantaría decirle lo mucho que le aprecio! Lo lamento tanto..."
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Déjenme llorar y recordarles; déjenme vivir en mi paz.
Hoy es el día que extraño a mis seres amados. Para romper en llanto, para habitar dentro de mí.