Mami Ben || BeVin

Extraño sentimiento

¿Qué tan raro debe ser sentirse confundido? Tal vez en mi caso no sea raro, no he tenido el valor suficiente para enfrentar aquellas emociones que me aquejan de esta forma.

¿Los héroes se sienten tan tristes siempre?¿Ellos pueden equivocarse? ¿Podemos equivocarnos? No lo sé, no puedo hablar con alguien sobre esto, aunque de cualquier manera no tengo a nadie para hablar.

Llevo días sintiéndome extraño, más raro de lo usual, lejano a las preocupaciones diarias de si BellWood será atacado en cualquier momento. Últimamente las cosas no van muy bien para mí, y no en el sentido físico, porque no he sido apaleado por ningún alíen esta semana, sin embargo siento que mis emociones están siendo disparadas sin control y hay cosas que no le puedo contar a Gwen o a Julie porque, bueno, ambas podrían preocuparse de más y pensar que necesito ir al doctor, o, en el caso de Gwen, ella nunca me toma lo suficiente en serio, no suelo ser una prioridad ni para ella ni para mis propios padres.

Lejano a mi infancia, ahora ni siquiera mi abuelo tiene el tiempo suficiente para tratar con mis problemas desde que regresó a los plomeros, no lo culpo... Pero me siento solo.

Kevin es otro aspecto a hablar... Tan lejano siempre... Inútil formar una comunicación con él y sobre todo porque siento que él es la razón de mi mayor confusión. La única persona con la que podría hablar sería él, pero está muy ocupado reparando su auto siempre y no me escucha, incluso podría estar besuqueando a Gwen que para él sería mil veces mejor que escucharme.

No lo culpo... Siento que no soy interesante para nadie lejano al hecho de ser el superhéroe más famoso de BellWood... Del mundo.

Me siento tan deprimido al verlo con ella, pero no entiendo realmente la razón, tengo el conocimiento suficiente para reconocer que ambos somos hombres, que no debería sentirme así y aún si lo pienso más y más no le hallo lógica a nada, hago un desastre peor.

Y aún entre mi depresión matándome, la angustia y mi poca estabilidad mental en estos momentos me encamino a casa de Julie porque se lo prometí, porque no quiero que se preocupe por alguien como yo que realmente no vale la pena.

Sólo espero que este día termine pronto.

.............................................

Ambos estaban sentados frente al televisor viendo un capítulo de una serie cómica que se hallaba en reproducción en el videocasete. La chica de rasgos orientales soltaba risas tan sinceras y sonoras que demostraban que de verdad le estaba divirtiendo la película, pero Ben no se divertía, su mente aún vagaba en las crueles respuestas que de una o de otra forma atormentaban su mente y aún así, fingía reírse de forma genuina, como si disfrutase el momento, como si no existiese nada más que ella y él aún si no fuese verdad.

Estiró su mano y agarró un bonche de palomitas que luego se llevó a la boca para calmar su ansiedad.

—Estás comiendo mucho.— Comentó de repente la chica viendo fijamente a su novio.

—Siempre como mucho. — Declaró Ben restándole importancia.

—Es el octavo paquete de palomitas que te acabaste Ben, nunca comes tanto, acabarás gordo de esa forma.— Expresó ella cruzando sus brazos de forma estricta.

—¿Y gordo ya no te gustaría? ¿Tan  mal está que me de un respiro de ser héroe y piense en mí y en lo que quiero un rato? Mejor me largo.— El castaño se levantó dejando el traste con pocas palomitas sobre la mesilla de té y se encaminó a la puerta.