Overextended Patience

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Usualmente Ben podría considerarse el chico con mayor paciencia del mundo y con un probable temple de acero, pero no en esta ocasión. Desde la última "reunión" con el necrofriggian, Ben Tennyson conoció el verdadero multi-estrés en su vida.

Cuando llegó a casa esa tarde dejó a sus hijos en su propia habitación para que se mantuvieran ocupados jugando cualquier cosa que realmente les entretuviera mientras él se dedicaba a encender su laptop para poder realizar las últimas tareas de su semana. Cuando ya estuvo encendida y totalmente lista para abrir sus archivos recientes de trabajo una notificación del correo saltó sobre su pantalla advirtiendo una noticia en lo absoluto grata; Oh sí, al día siguiente debía presentarse en clases pues el plazo de su justificante médico había expirado.

¡¿Cómo se le pudo haber olvidado?! Bueno, que extraño o desconcertante no era, después de todo lo que había pasado en su vida durante el último grupo de meses no era de extrañar que algo tan insignificante como un justificante médico fuese a volverse lo menos interesante que tratar para él. Y se alteró, claro que lo hizo pues estuvo hablando con su madre y su abuelo para ver si alguien podría hacerse cargo de sus hijos mientras él iba a clases y Kevin hacía las misiones que le tocaban —aunque claramente no diario necesitaría de los favores de sus otros familiares, Kevin no siempre trabajaba en la mañana—.

Finalmente llegó a un acuerdo con su abuelo esa noche: Sus hijos comenzarían su tiempo de practicas infantiles con Myrkur bajo el cuidado del abuelo Max o de Kevin mientras él estaba en clases y al salir él tendría que sumarse igual a esa formación académica para sus hijos de tal manera que fuese útil y progresivo el aprendizaje.

Los primeros días se amoldó bien a ese cambio, al menos durante la primera parte del día... El problema era al momento de entrar a la sede de plomeros y estar en el mismo lugar que el necrofriggian que supuestamente lo ayudaba con "las costumbres" de sus hijos. 

Y era hartante, Yagux no siempre podía acompañarle en los "entrenamientos" o pequeñas clases de sus hijos por lo que enfrentarse con Myrkur se había vuelto una costumbre muy rápida —y tediosa—. El Necrofriggian más que maestro casi parecía querer ser un elitista dictador.

Había hablado algunas veces con Kevin sobre eso, claro que el Osmosiano estaba molesto, no era grato escuchar que una estúpida pseudo polilla humanoide del espacio hablara y tratara como una mierda a tu pareja y en dos ocasiones Kevin se había enfrentado verbalmente con ese alien. Aún así los tratos de Myrkur no parecían querer cesar y Kevin no quería desperdiciar la oportunidad de ayudar a sus hijos adoptivos con una educación afín a su raza, también sabía que Ben no podría permitirselo, por eso ambos se tragaban el orgullo.

Todos los días había una queja nueva, cada día era una plática de una hora sobre por qué debían seguir siendo civilizados —aunque eso ya podría clasificar como hipócrita— para no perder la única ayuda que habían podido conseguir para darle la educación que merecían sus hijos.

Pero Ben estaba llegando a un límite que era incapaz de soportar al parecer. Sus primeras semanas en la escuela habían sido mortales; Las tareas, proyectos y reuniones deportivas de selección de fútbol juntas básicamente lo estaban matando. A eso se le estaban sumando las lecciones cada vez más extensas y precisas de Myrkur, un colmo extra a todo eso fue que Verdona había decidido que era momento de entrenar a Ben debido a dos terribles accidentes en la sede de los plomeros y encima su tiempo de héroe había comenzado a correr otra vez gracias a las apariciones de los "Caballeros Eternos" y ciertos rumores sobre que trabajaban junto a Agregor en una alianza por el poder el Omnitrix y su compilación de ADN para someter a las razas alienígenas extra planetarias.

Kevin y él habían estado investigando mucho —Sobre todo Kevin que era ahora quién más se arriesgaba— mientras Ben le guiaba a través de los monitores computacionales que instalaron en casa —tal cuál la vez de su castigo— aunque era una nueva costumbre que poco le gustaba. Interfería en las batallas, pero no siempre podía estar para proteger la tierra, no ahora que 14 bebés dependían de él.

Mami Ben || BeVinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora