Mami Ben || BeVin

Por un lo siento

Vagó por un largo rato por el cielo, intentando no pensar más en su dolor, tratando de ignorar aquella cruel mirada que le proporcionó aquél chico que le confundía todo en la vida, que había puesto su vida de cabeza, lo odiaba.

Entró por la ventana de su habitación para luego deshacer la forma del alienígena y regresar a la suya. Se acercó a su cama y se acostó para luego por fin llorar todo lo que sentía aferrándose a la almohada de su cama.

Se sentía tan miserable, tan abrumado y no podía decirle nada a nadie, era un castigo que parecía permanente. Jaló las mantas y se tapó hasta la cabeza para ocultarse, no quería que alguien lo viera así. Sin embargo y después de aquel fuerte llanto comenzó a sentirse mal y las nauseas regresaron, pero simplemente él no se quiso levantar, el sueño era más fuerte que las náuseas y gracias a eso, cayó dormido con el rastro de haber llorado por todo su rostro.

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Lo estuvo reflexionando por un largo rato, no había podido llegar a su casa por el simple hecho de la culpa que no lo dejaba tranquilo.
¿Cuándo había pasado de ser uno de los villanos más fuertes a un amigo de los Tennyson? ¿Cuándo comenzó a tener sentimientos? Se sentía molesto, por todo, por su debilidad, por su poco autocontrol mental y por no poderse sacar la imagen de un Ben Tennyson llorando de su mente.

—Que maldito fastidio.— Soltó chasqueando su lengua para después darle la vuelta al volante de su auto y conducir hacia el lado contrario. Ya había tenido mucho tiempo para reflexionar y no había llegado a nada.

Encendió la música del estéreo y se dejó guiar por la letra de la canción de rock que tanto le gustaba y que sorpresivamente reproducían a las tres de la mañana.

«Crowded streets are cleared away
One by one
Hollow heroes seperate
As they run
You're so cold
Keep your hand in mine
Wise men wonder while
Strong men die

Se maldijo internamente por aquella terrible confusión mental que Ben le había propiciado desde el momento que se reencontraron.
¿Por qué rayos había cambiado tanto? ¿Dónde habían quedado sus ganas de matarlo? Al parecer no estaban ahí, no estaban ahí más y no volverían. Ben había cambiado demasiado su actitud, pasó de ser un chiquillo impulsivo y retador que le llegaba a parecer exasperante por un adolescente dulce y sumiso, no carente de emociones pero sí más relajado y con el mismo buen corazón de siempre, uno tan bueno como para perdonarlo y decidir ser su amigo.

Lo enojaba, lo enfermaba, lo exasperaba porque aquello era algo que él no podía manejar y que de hecho nunca pensó en pasar hasta que lo conoció, ¿Qué iba a hacer un vándalo pensando en un chico? ¿Exactamente por qué tendría emociones? Tanto tiempo que fueron retraídas y enjauladas en lo más profundo de su estadía en la prisión galáctica de máxima seguridad como para que desde su llegada a la tierra hasta ese momento se viese obligado a pensar en cómo controlarlas debido a Ben Tennyson.

«Show me how it ends
It's alright
Show me how defenseless
You really are
Satisfied and empty inside.
That's alright
Let's give this another try

Observó la casa de Ben en cuanto estuvo cerca y se aparcó en la acera de enfrente cuando llegó. Bajó en silencio del automóvil y se subió al árbol que estaba hacia la ventana del chico castaño. No sabía si los padres del muchacho estarían en casa en esos momentos o no, tampoco quería tentar a su suerte, simplemente se subió hasta poder entrar por la ventana aguantando una leve risa al descubrir la posición en la que se había quedado dormido Ben.

Se acercó hacia él y le quitó la manta de encima sólo para que su corazón se estrujara de nueva cuenta al saber que aquellas ojeras rojizas al igual que la pinta de su nariz eran provocados por el llanto de aquel estúpido grito que él le dio.

"No sólo eres estúpido sino que ahora eres igual un desconsiderado, bien hecho Levin". Pensó en cuanto vio al chico removerse y aún así no ser capaz de cambiar su expresión de tristeza por cualquier otra expresión.

Quiso hablar, quiso despertarlo pero en cuanto estuvo dispuesto a dar la primera palabra Gwen entró por la ventana sorprendiéndose y sorprendiendo a Kevin al mismo tiempo.

—¿Qué haces aquí?— Ella susurró cruzándose de brazos.

—Vine para ver cómo está. ¿De acuerdo?— Respondió de forma normal, no iba a susurrar.

—¡Shh baja la voz!— Regañó ella en un susurro aún más molesta de lo que ya estaba antes.— Está dormido, al menos respeta eso.

—No me calles Gwen, no vine para quedarme a verle dormir, vine para ver qué sucede con tu primo, ha estado actuando muy extraño y es un poco alarmante porque pese a que es el más emocional de los dos nunca se había puesto a llorar de esa forma. ¿Cómo se supone que yo deba reaccionar ante eso?— Él cuestionó haciendo ademanes con las manos como si fuese una protesta.

Gwen rodó los ojos hastiada y se acercó a Ben para comenzar a moverlo, notaba las claras líneas de llanto que tenía, ella igual estaba preocupada pero no consideraba buena idea presionar a su primo.

—Ben.— Ella llamó mientras intentaba despertarlo —Benjamin... Despierta.— Nuevamente lo intentó.

El castaño intentó abrir sus ojos un par de veces hasta que por fin lo logró. Su vista se enfocó en los dos muchachos que estaban dentro de su habitación, y quiso gritar porque no comprendía qué estaba sucediendo, todo era extraño para él al punto de lo irracional, aún se mantenía más dormido que despierto.

Gwen le impidió decir cualquier cosa y simplemente esperaron a que Ben tomara consciencia de lo que sucedía a su alrededor. Pronto, lo único por lo que se levantó apresurado de la cama fue debido a las náuseas que según él, el estrés le había provocado— o eso quería creer—.

Volvió el estómago en el baño dejando preocupados a Gwen y a Kevin en su habitación. Todo había sido tan rápido que a ellos no les dio tiempo de reaccionar. En cuanto Ben estuvo de regreso, tomó asiento en su cama y pese a su tez pálida espero a que los otros dos hablaran. Estaba harto, estaba cansando, sólo quería que le dijeran qué querían y poder mandarlos al diablo.

Primero se escuchó un suspiro y luego un carraspeo de voz. —Escucha Tennyson...— Kevin habló por fin atrayendo la atención de los orbes de color verde hacia su persona.— Lamento haberte gritado ¿Ok? No pensé bien las cosas, estaba frustrado, no fue tu culpa y yo estuve mal.— Fue todo lo que dijo.

Fue todo lo que bastó para que Ben se mirara sorprendido. Sus ojos se pusieron llorosos nuevamente, no esperaba aquello. Su corazón se sintió extraño y de forma inesperada aceleró su velocidad.

Kevin se agachó hacia él para revolverle el cabello de forma amistosa casi en un gesto dulce. Eso bastó para que Ben se aferrara a él convirtiendo esa acción en un abrazo que incomodó de cierta forma a Gwen y que hizo sentir extraño a Kevin.

¿Todo eso por un "lo siento"? Kevin tenía mucho que aprender.

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