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Jos despertó por un olor, bastante bueno, que entraba a sus fosas nasales.

Tomó una ducha de cinco minutos, se vistió y bajó las escaleras.

Pudo notar a Alonso, se acercó lentamente a él quería abrazarlo por detrás pero decidió colocarse a un lado de él.

—Buenos días. —Sonríe.

—Hola. Tú mamá dijo que saldría entonces decidí hacerte el desayuno. Gracias.

—Que lindo eres Alon. —Se separa— ¿Gracias por qué o qué?

—Por dejarme dormir aquí.

—Oh, no tienes que agradecer, no te sacaría por nada del mundo.

—¿En serio? —Sus ojos tenían un brillo.

El mayor asiente con la cabeza.

—Te ves mejor que ayer. —Sostiene el rostro del menor en sus grandes manos— ¿Te parece sí hacemos lo que teníamos planeado? Digo, salir al cine y luego al parque.

—Me parece buena idea. —Sonríe— Pero primero tienes que desayunar.

El mayor sonríe.

—¿Qué preparaste?

—Hotcakes, tus favoritos.

Jos detiene su andar y voltea.

—¿Cómo sabes que son mis favoritos?

—Tú mamá me lo dijo.

—Ah, está bien.

Ambos chicos tomaron asiento y desayunaron juntos.

—Sí quieres ve a tomar una ducha, hay ropa de tu talla, yo lavaré los platos.

—¿En serio? —Baja la mirada— Gracias Jos.

El menor da saltitos y sale de la habitación.

—Maldita sea Alonso, eres tan perfecto. —Susurró para sí mismo.

Terminó su comida y recogió los platos. Al terminar de lavarlos todos, se dirigió a la sala y se tumbó en el sofá grande. Cinco minutos después, un Alonso no muy feliz bajó.

—Llegué.

—¿Qué tienes Alon?

—No me veo bien Jos, me veo horrible. —Solloza— No soy bonito, soy feo Jos. No quiero salir.

—¿Por qué estás diciendo eso?

—Porque así es. —Se cruza de brazos— No soy bonito, soy horrible.

—Alonso, deja de decir eso, no es cierto.

—Sí lo es. Todo me queda mal.

—No es así. —Toma a Alonso y lo sienta en sus piernas— ¿Quién te dijo eso?

—Nadie. Yo no soy bonito.

—Vamos, alguien en el pasado te lo dijo por eso es que crees que eres feo.

—Los niños de la secundaria.

—Mira Alon, tú no eres horrible tú eres bonito, no te dejes intimidar por ellos. Olvídate de eso, tú eres hermoso.

—¿L-lo dices en serio? —Juega con sus manos nervioso.

—Hey, ese es mi suéter.

—Oh sí. Hm. Yo, este, me gustó. No te enojes.

—Tranquilo, te ves lindo con él. —Sonríe— Bien, vamos.

Ambos se pusieron de pie, Jos abrió la puerta pero Alonso habló.

—¡No tengo zapatos! —Sube las escaleras rápido— ¡Espérate!

Jos ríe en bajo, niega con la cabeza y cierra la puerta. A los cinco minutos Alonso, finalmente, bajó.

—Ahora ya podemos irnos.

—Bien vamos.

Ambos salieron, Jos quería tomar de la mano a Alonso pero no podía hacerlo, los nervios le ganaban. Se sorprendió al ver que el menor fue el que entrelazo sus manos.

—Perdona. —Suelta su mano— Me gusta sentirme seguro.

Jos solamente ríe y toma la mano del menor.

—A mí me gusta el calor de tu mano.

Deposita un beso en la cabellera rubia del menor.






No me gustan las palabras cursis but este capítulo es bien meloso :v
Se acabó el “mini maratón”, no he terminado los otros así qué...
Estos los acabé rápido bc salí y no tenía nada qué hacer así que escribí:)

Love ya <tres

Friends? »Jalonso«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora