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En ese instante rogaba porqué Alonso estuviera bien, al despertar nada había salido bien, al parecer Alonso había tenido un paro cardiaco. Llevaban más de diez minutos esperando a que un médico saliera y les dijera la verdad. Jos sabía que Alonso no podría estar bien, así que lo único que pedía es que le hablarán con la verdad, si no tenía mucho tiempo quería saberlo y vivir esos últimos momentos con él.

Al cabo de doce minutos un médico salió de la habitación donde se encontraba Alonso y caminó hasta ellos.

—¿Alonso está bien? Por favor, con la verdad.

—Tranquilo, él se encuentra bien. Pero tendrá que quedarse unos tres días más aquí. No puede salir, por sí ibas a preguntar.

—Oh... —Dice decepcionado— ¿Puedo entrar a verlo? Quiero hablar con él.

—Claro.

—Gracias.

Jos caminó hasta la habitación del menor y entró.

—Jossy. ¿Podrías decirme qué me pasó? Ellos no quisieron decirme.

—No, no te diré bebé.

El menor hace un puchero y le da la espalda a Jos, pero luego lo vuelve a ver los ojos, sus ojos tenían un brillo.

—¿Y la sorpresa que me habías dicho?

La sonrisa de Jos desaparece poco a poco.

—La sorpresa era afuera, pero el doctor dijo que no puedes salir, así que será dentro de tres días cuando ya puedas salir.

—Nooo, yo quiero que sea hoy. Jos, por favor. —Solloza.

—No te pongas así bebé. —Lo abraza— Dentro de tres días, te juro que durante estos tres días la estaré preparando mejor para que te guste.

—No quiero que sea con grandes detalles, la quiero simple, a tú estilo.

El mayor sonrió anchamente.

—Está bien, pero tienes que esperar de todas maneras.

—¿Tan grave fue lo que me pasó? No quería esperar más.

—No bebé, tranquilo. ¿Sabes? Mientras más sea la espera, más te va a gustar. Bueno, creo que de igual forma te va a gustar.

—Jos, cállate. Ya no digas más, harás que tenga más ganas de saber la sorpresa.

—Te amo.

—Yo más. ¿Y si te quedas aquí conmigo?

—Está bien, pero cuando vuelva, tengo que ir al trabajo.

—¿Trabajo? ¿C-conseguiste trabajo?

—Sí, te lo prometí y una promesa es una promesa. Además, será para la sorpresa, ya sabes. Para vivir bien. —Ríe en bajo.

—¿No sabes lo que es callarse? Tienes trabajo debes irte, quisiera darte tu almuerzo pero no puedo, entonces...

—No me convenceras así, ¿sabes? Adiós te amo, no quiero llegar tarde. —Deposita un beso en sus labios— Vendré aquí en unas horas, te amo, adiós.

—Adiós amor.

Alonso se recostó y se puso a pensar en cual sería la sorpresa que Jos le estaba preparando. Pensó por unos minutos si sería un bebé pero recordó que el no quería tener uno así que su idea fue descartada. Luego vino a su mente la idea de que Jos le propondría matrimonio, tenía sentido la idea de que buscara un trabajo, al imaginar eso empezó a rodar sobre la camilla como una adolescente enamorada.

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