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Aún se encontraba en el hospital sin recibir noticia alguna sobre el rubio, el bebé se encontraba dormido en sus brazos.

—Joven... —Dijo una voz que se le hizo familiar.

Levantó su mirada, era la señora que se encontraba hace una horas con ellos.

—¿Sí?

—Creo que debe cubrir bien al bebé, para evitar que atraiga alguna enfermedad.

Jos asintió levemente, cogió una manta que llevaba con él y cubrió al bebé con esta.

—Eres un gran padre a pesar de ser joven.

—Todos podemos ser grandes sin importar nada. —Dice mientras acurruca más al bebé en su pecho.

—Lo amas demasiado, ¿no?

—Ni se imagina el amor que le tengo.

La mujer sonrió.

—¿Por qué aún no se han casado?

—Y-yo pienso -yo siento que sería ir rápido, nos conocemos desde hace un año.

—Pero decidieron adoptar a un bebé.

Jos se sonrojó.

—E-es que Alonso -es que él quería un bebé y-y yo quiero verlo feliz.

—Deberías pedirle matrimonio.

—Esperaré un tiempo, ahora no se encuentra bien y-y si pasa algo más n-no quiero -yo no quiero...

La señora notó como al chico le costaba decir las palabras.

—Tranquilo, entiendo, todo estará bien querido.

Jos asiente levemente. El médico apareció junto a él.

—Jos...

—Lo sé.

Jos oculta su rostro en el pecho del bebé.

—¿Qué tengo qué hacer?

—Esperar, necesitamos un donante y encontrarlo será casi imposible, tenemos cuarenta y ocho horas.

Lágrimas de los ojos de Jos empezaron a salir.

—Tranquilo, todo... —Suspira—, solamente mantente fuerte.

Jos asiente con un movimiento de cabeza.

La señora escuchaba todo desde su asiento junto al ojimiel.

—¿P-puedo...digo, podemos ir a verlo?

—Está bien.

El médico lo guió hasta la habitación donde se encontraba el rubio, miró unos segundos la puerta sentía su corazón hacerse pequeño no le gustaba imaginar que pasaría si Alonso no saliera bien, no dejar de imaginarlo, giró la perrilla y entró, fue un disparo al corazón ver a Alonso en tal estado.

—Hola buu.

Jos caminó hasta él.

—Hola bebé.

—¿Tú -ya te dijo? —Limpia las lágrimas de sus mejillas.

—Ya. —Dice con un tono apagado.

—Jossy, no quiero tener que dejarte. —Lágrimas salen de sus ojos azules— No quiero tener que dejar al bebé, y-yo tengo mucho más por vivir.

—Tranquilo. —Lo abraza— Mantente fuerte, ambos podremos salir de esto, juntos.

—Jos...

—¿Hm?

—Prometeme que tú no me donaras tú corazón.

—Y-yo...

—Solo prometelo. —Solloza— Tú no, tienes que seguir conmigo, con el bebé, hay mucho por enseñarle.

—Pero Alonso...

—Por favor... —Solloza—, por favor.

—Es mi culpa.

—Dímelo, dime que me lo prometes.

—Lo prometo.

—Ambos saldremos vivos, juntos, ambos seguiremos criando al bebé, juntos buu, tenemos que seguir juntos.

Jos simplemente asiente con un movimiento de cabeza, su corazón se rompía cada vez un poco más con cada palabra que salía de los labios de rubio. En ese momento se dio cuenta que la vida no es perfecta para nadie, ni aunque tenga lo más valioso que ya sea el amor de su vida o a su familia, sabe que a pesar de creer tener una 'gran vida' siempre habrán tropiezos, siempre habrán obstáculos, siempre habrá algo que no te deje proseguir e intente hacerte añicos, sabe que si no te pones de pie, que si no pasas los obstáculos, sabe que nunca podrás lograrlo. Antes que nada está la confianza en uno mismo. Confía en ti mismo primero, para después poder confiar en los demás.

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