Capitulo 51

672 26 1
                                    

Deny:

No me puedo creer que el tiempo pase tan rápido. Hace ya un año que Ariel y yo nos convertimos en marido y mujer y la verdad es que ha sido un año increíble. Los Miami Dolphins me ficharon hace unos meses y la verdad es que no he estado tan contento nunca. Ariel y yo nos mudamos a Miami hace unos días después de mirar una casa por más de un mes por fin encontramos la perfecta. La verdad es que es una casa bastante grande pero muy acogedora gracias a Ariel.

Ahora mismo acabo de salir de entrenar, son las 3 de la tarde y tengo muchas ganas de llegar a casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ahora mismo acabo de salir de entrenar, son las 3 de la tarde y tengo muchas ganas de llegar a casa. Me despido de mis compañeros y conduzco hasta casa. La casa está un poco apartada de la civilización pero a 5 minutos andando de la playa. Ariel y yo siempre vamos a dar un paseo a la noche. Cuando entro por la puerta veo muchas cajas por todos lados, es lo que tiene mudarse. Aparto con el pie las cajas, dejo el bolso de deporte y me dispongo a encontrar a mi familia, miro a la izquierda, donde está el despacho de Ariel pero no los veo, entones oigo:

-Pues me da igual-oigo la voz de mi mujer y se dónde están, siempre dice lo mismo cuando Andrew está comiendo. Cruzo el pasillo y voy hasta el salón-cocina. La cocina tiene una isla con banquetas, y es abierta con lo cual se ve desde el salón grande.

-¡Papi!-Andrew corre a mis brazos y yo lo cojo. Mi hijo ya tiene casi dos años y se ha convertido en todo un hombretón que nos suele dar bastantes dolores de cabeza a su madre y a mí. Con el tiempo se ha convertido en una copia mía y eso me da miedo, porque yo era un pelín desobediente

-¿Tenías que venir ahora?-me dice mi mujer apoyando los codos en la encimera

-Yo también me alegro de verte cariño-Ariel se ríe y se acerca con una sonrisa, dejo a Andrew en el suelo y le doy un beso, aun con los años sigo sintiendo esas mariposas en el estomago

-Lo siento, me alegro de verte lo que pasa es que tu hijo me da mucho dolor de cabeza

-¿Por qué es mi hijo solo cuando no quiere comer?-Ariel se ríe

-Porque es igualito que tu-me encojo de hombros porque tiene razón-Andrew siéntate a comer ya-mi hijo va hasta la banqueta y se sube mirando su plato con mala cara

La tarde la pasamos desempaquetando cajas y colocando cosas, a las 7 estoy reventado. Mis músculos han dejado de funcionar y solo quieren sentarse. Voy al jardín y me tumbo en los sofás que hay fuera. Cinco minutos después Ariel me da una cerveza y se sienta conmigo

-Andrew está dormido

-Así que tenemos un poco de paz ¿eh?-Ariel se ríe y asiente. Se levanta y va hasta la piscina

-¿Vienes?-como si alguna vez le pudiera decir que no a esa pregunta. Ariel se quita la camiseta que lleva y se queda en sujetador y bragas y se mete en el agua, yo me quito la ropa y la sigo corriendo-¿Qué tal el entrenamiento?-la cojo de la cintura y ella me rodea con las piernas la mía y con los brazos el cuello

-La verdad es que bien, la temporada no empieza hasta dentro de unas semanas así que de momento solo estamos entrenando en el gimnasio, no soy el único nuevo así que esta siendo mucho más fácil integrarse

-Me alegro mucho cariño

-¿Y tú? ¿Cuándo empiezas a trabajar?

-He hablado hoy con el director del hospital y me ha dicho que hasta el mes que viene no hace falta que empiece-me mira con una sonrisa-Es mejor así en mi estado

-¿Estado?-ahora mismo mi cara debe ser una mezcla rara porque Ariel suelta una carcajada-¿Qué estado?

-Puede que en unos 8 meses tengamos otro bichito-mi boca se abre de par en par

-¿Estás...? ¿Estas...?

-Estoy embarazada-cuando salgo del shock, la cojo de la nuca y la beso

-¡Eso es fantástico!-grito cuando nos separamos-Otro hijo esto es increíble

-Lo sé yo tampoco me lo creía pero las cuatro pruebas de embarazo me lo han confirmado-los dos nos reímos y juntamos las frentes-Sabes que me vas a tener que aguantar ¿verdad?

-Lo soportare

-¿Seguro? Mira que con Andrew me dio cada antojo y cambios de humor que lo flipas-suelto una risa floja porque la verdad es que tengo un poco de miedo

-Por ti lo que sea

-Y por eso es que te quiero tanto

-¿Solo por eso?

-Bueno también eres muy bueno en la cama-los dos nos reímos y nos miramos a los ojos, miro esos ojos grises llenos de energía y felicidad que tanto me gustan


Ariel:

-Yo no quiero otro bebe-miro a mi hijo el cual esta cruzado de brazos y poniendo morritos sentado en el sofá del salón. Digamos que le acabo de contar que estoy embrazada y que va a tener un hermanito y no le ha hecho mucha gracia

-¿Por qué no?

-Por qué no me vas a hacer caso-cuando esas palabras salen de la boca de mi hijo mi corazón se encoje. Lo que acaba de decir Andrew me ha sorprendido

-Cariño claro que te voy a hacer caso, eres mi bichito-le rasco la tripita y Andrew se ríe-Ven mira-cojo su pequeña manita y la coloco en mi tripa-Notas ese pequeño bultito que hay en mi tripa, pues eso en 7 meses será tu hermanito o hermanita

-¿Yo estuve en tu tripa mami?-los ojos se me humedecen un poco y asiento

-Fueron los mejores 9 meses de mi vida, me dabas muchas pataditas y te movías muchos-Andrew se ríe-Y cuando te cogí en brazos por primera vez fue la mejor experiencia de mi vida, tenías los ojitos cerrados y unos mofletes gordos que daban ganas de comérselos. Eras el niño más guapo del mundo y cuando me miraste por primera vez con esos ojitos iguales que los míos fue cuando me di cuenta que te amaba mas que ha nada en el mundo y que te iba a proteger de lo que el mundo te tenía preparado-Andrew se sienta en mis piernas y lo abrazo, lo abrazo con fuerza

-Mami me ahogas

-Exagerado-los dos nos reímos y le doy un beso en su pequeña nariz

-Quiero bebe-me dice mi hijo con una sonrisa que yo devuelvo. Lo abrazo fuerte porque no quiero soltarlo, quiero que se quede así para siempre, no quiero que conozca el mundo, a veces tan cruel, otras tan bueno. Quiero que se quede con su inocencia y que no experimente las decepciones, las traiciones, los desamores...pero muy a mi pesar sé que mi hijo tiene que crecer, tiene que vivir su vida, pero también se que no voy a dudar en ayudarlo a vivirla.


Yo de ciudad tu de campoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora