Ambos estamos parados frente a la puerta cerrada del departamento, mirándola, como esperando que algo malo vuelva a pasar, pero después de casi 10 minutos ahí, la puerta sigue cerrada. Finalmente termino por abrirla y hacerme a un lado para dejarlo pasar, pero sigue quieto, cada vez más nervioso, seguramente por todo lo que para él debe de implicar, pero para mí también significa mucho el haber llegado a este momento.
Por eso, tan sólo tratando de hacer las cosas un tanto más fáciles, es que tomo una de sus manos, jalándolo, haciéndolo entrar junto conmigo y escuchándolo suspirar hondamente, puedo sentir que incluso tiembla un poco y una parte de mí se siente aterrada al intentar imaginar siquiera lo que ha tenido que pasar para que reaccione así. Me gustaría no incomodarlo más, pero si tenemos que hablar, simplemente no puede ser en la sala, por eso, lentamente camino hacia mi habitación y conforme más nos alejamos de la puerta de salida, su mano aprieta más la mía.
-"Solo que te advierto que mi cuarto esta hecho un desastre"- digo tratando de con eso desviar un poco la tensión.
-"Supongo que es lo normal ¿No?"- contesta dubitativo, ¿Ni siquiera está seguro de eso? Ahora soy yo quien suspira; me estoy replanteando eso de no haber matado a mi odiosa suegra.
-"No realmente"- desvió otra vez, empujando la puerta de mi habitación y notándola a oscuras porque ni siquiera abrí las cortinas antes de salir corriendo por la mañana, mejor así, no quiero que el sol sea una excusa, no ahora, por eso prefiero encender la luz –"Ok, es peor que un desastre"- miro un tanto avergonzado el desorden, aunque en realidad a mí no se me da lo de ser muy ordenado y más bien la vergüenza es por el hecho de que él lo note.
Lo escucho reír suavemente y tan sólo atino a sonreír, estrechando su mano pequeña y guiándolo hasta la desarreglada cama en donde ambos nos sentamos, mirándonos directamente por primera vez desde que entramos. Se supone que ahora debo hablar pero no sé cómo comenzar, o más bien, por dónde, son demasiadas cosas que explicar que simplemente no se me ocurre una que sea la indicada, o más bien es que recién ahora me estoy dando cuenta de lo que implica realmente hablar, si abro la boca y lo suelto todo...
-"No puedo hacerlo"- suspiro hondo aun sin creer que realmente lo dije –"Sé que te traje aquí diciendo que iba a explicarte todo pero... no puedo"- termino por agregar; suelta mi mano y se pone de pie, probablemente con la idea de irse, es algo que tampoco puedo permitir –"No es que no quiera hacerlo, es que es demasiado peligroso"- trato de excusarme, ¿Qué más puedo decir? No es como que yo tema el hecho de que él me conozca de verdad sino más bien lo que ello podría implicar.
Entonces es cuando se dirige hacia la puerta de mi habitación; lo sigo, tirando de él por un brazo y haciéndolo quedar frente a mí antes de acorralarlo contra la superficie de oscura madera. Me mira con el ceño fruncido y puedo saber que se está enojando cada vez más, si supiera que temo más por él que por mí tal vez sería diferente.
-"Sino vas a decirme nada, deja que me vaya, o mejor aún, has eso para lo que mi madre te contrató"- susurra serio; esta vez ni siquiera hago por apartar la mirada, tan sólo me debato en si decirle de una buena vez o seguir estando callado.
-"Tampoco puedo dejarte ir, mucho menos matarte"- contesto, siento que una vez más me he metido en un callejón sin salida y todo por ser un impulsivo, pero más que estar arrepentido, más bien me siento preocupado.
-"Oh, es que es más divertido jugar conmigo ¿No?"- me reclama; aun cuando no haya hecho ningún otro movimiento que me indique que quiere escapar, sé que lo está pensando, muy seriamente, está buscando la oportunidad, una que no existe.
-"Nada de esto tendría que pasar si yo fuese un demonio cualquiera con una vida cualquiera, me preocupa más lo que pueda pasar contigo y con mi familia que lo que pueda pasarme"- trato de explicar, porque si yo fuese un demonio cualquiera... no, si yo fuese un simple no humano o hasta un humano, entonces todo sería mucho más fácil.

ESTÁS LEYENDO
Luz En Mi Oscuridad
RomantizmSe supone que sólo sería un trabajo más... Después de todo, enamorarse no estaba en sus planes, ya no... Acostumbrado a deslizarse entre las sombras, la vida del Príncipe Elliot Darko transcurre en un constante juego del gato y el ratón. Trata de es...