...Siempre nos gusta creer que todo está bien.
Es parte de la naturaleza humana mantener la esperanza hasta el último momento, siempre creer que puede ocurrir un milagro... siempre pensar en lo mejor y jamás detenerse siquiera a imaginar lo peor. Es parte de la naturaleza humana tener miedo.
En mi vida he tenido miedo muchas veces, pero creo que al final esto es lo que nos define. La forma en que nos enfrentamos a él....
Al final, los doctores se ofrecieron a dar ellos la noticia.
Todo parece mentira hasta que te atreves a decirlo en voz alta, a partir de ese momento todo se vuelve real.
...
-Paso.
-¿Lau?
-Paso.
-¿Joan?
-Siete azul.
-¡Tú y tu maldito azul! ¡Pudiste dejarme ganar y terminar este juego de una buena vez! ¿Es que nunca tendrás piedad?
-El orgullo ante todo, Ismael. ¿Acaso no tienes ningún siete?
-No, al parecer carezco de tu número de la suerte.
Joan rió. Ismael tenía razón, desde que podía recordar parecía que ese número lo seguía a todos lados. Incluso desde su fecha de nacimiento: 7 de Julio a las 7:00 p.m. "El 7 del 7 a las 7". Era su número de la suerte.
-Entonces ríndanse, gané.
-No dijiste "uno".
-Y por eso... ahí te va otra carta- dijo Olivia, pasándole otra tarjeta.
-No es justo- se quejó el.
-Es justo para nosotros, ya era hora de que no ganaras una partida.
-Rayos.
El sonido de alguien del otro lado de la puerta los interrumpió.
-Buenos días, chicos- saludó el dr. Díaz, con Sarah a sus espaldas- ¿Cómo están?
-Buenas, doc.- Ismael frunció el ceño. Dos doctores en una sola habitación mostrándose más amables de lo usual no podía significar nada bueno. Alargó la mano y fue a tomar la de Laura.
-¿Qué pasa?- le susurró ella.
-Espero que nada.
-Bien- respondió Joan. También parecía intrigado.
Díaz suspiró y fue a sentarse a una de las camas.
-Sus padres están aquí.
"¿Papá está aquí?" pensó Joan y su corazón dio un vuelco de emoción.
-Los llamamos en la mañana, también a tu hermano, Isma- le sonrió la doctora.
"No, nada bueno, nada bueno".
-¿Hay algo... que tengan que decirnos?
Ambos compartieron una mirada, como si estuvieran decidiendo quien daría la sentencia. Se sentía la tensión como una gran ancla que caía sobre sus cabezas.
"Siempre piensa en lo peor" Joan se apartó el flequillo del rostro, tratando de controlar sus latidos nerviosos "Así te alegras cuando descubres que no sucederá".
-Es extraño...- comenzó Sarah- soy doctora, he pasado por esto cientos de veces y aún me sigue afectando.- se limpió rápidamente una lágrima y Díaz le puso una mano en el hombro.
-Llegaron aquí hace unos cuantos meses, chicos, y lucharon como verdaderos guerreros. Créanme, nunca había conocido a alguien tan obstinado como tú, Ismael; o tan terroríficamente perspicaz como Joan; o tan llena de fe como Laura... y tu, Olivia, la pequeña inspiración, la sonrisa que les faltaba para seguir adelante.- sonrió- Pero ya es tiempo de ir a descansar.
-¿Ir a... descansar?- exclamó Laura.
-Han hecho metástasis... sus cánceres- volvió a suspirar- Les quedan tres meses.
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Cartas para Quien Quiera Leerlas
Teen Fiction¿Quieres llorar? Lee esto. Cuatro amigos, cuatro vidas distintas y cada uno trata de vivirlas a su manera, pero cuando el destino te pone a prueba y las fuerzas te abandonan te das cuenta de que lo único que tienes es a aquellos que te aman. Una h...