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En el Saint Lennox, los lunes siempre eran agitados, pero hoy todo estaba alborotado. Mr. Whitman – o la ardilla como lo llamamos Leslie y yo – ya no estaba. Nadie sabía que le había pasado, como a Cynthia, que casi le ha dado un ataque y sigue llorando todavía, pero yo junto a Leslie y Charlotte, sabemos que en realidad Mr. Whitman no era normal, era el conde de Saint Germain reencarnado y que ahora se encontraba en las mazmorras de la logia, en Temple.

Xemerius acabó comiéndose a Darth Vader, que no ha vuelto a aparecer por ningún lado, pero ahora está con un dolor de tripa incalculable y no me extraña, ¡tanto metido de golpe!, normal que le duela.

- ¿De verdad te intentó obligar a que te tomaras las pastillas de cianuro? – Mi amiga Leslie no podía creérselo.

- Por desgracia sí, pero me amenazó con que si no me las tomaba, mataría a Gideon nada más volver. Creí que Gideon no vendría, por eso no me las tomé. Pero cuando apareció, el conde, o la ardilla, o Mr. Whitman, o como quieras llamarlo, vació la pistola en el pecho y en el vientre de Gideon. Me puse a gritar, casi a llorar. Pero el doctor White se despertó y le dio un golpe al conde, el cual se desmayó, pero en ese instante, el doctor White le siguió al ver tanta sangre esparcida por la habitación.

- Sigue, cuéntame hasta el último detalle.

- Me lanzé al suelo a ayudar a Gideon. Gracias a Dios, nuestro plan había funcionado y Gideon no iba a morir.

- Pero, ¿por qué no?¿No me acabas de decir que vació la pistola?¿Eso no debería haberle matado?

- Claro que sí, nadie sobreviviría a eso. Pero la cuestión es que nuestro plan era que, cuando Gideon consiguiera la sangre de mis padres para cerrar el círculo, se tomara el elixir de la inmortalidad, porque estaban casi seguros de que el conde le intentaría matar. Entonces Gideon se lo bebió, y ahora es inmortal como yo, y el conde está encerrado en las mazmorras de la logia.

- Increíble. ¡Qué romántico! Ahora estaréis juntos siempre. Pero qué miedo, podría haber perdido a mi mejor amiga. ¡No vuelvas a pegarme esos sustos nunca más!

En ese momento Xemerius apareció, y nos vio sentadas a mí y a Leslie en el banco del patio.

Como siempre, se burló de que nos pusiéramos tan sensibles, pero me gustó verle.

- ¿Reviviendo otra vez esos momentos? Por favor, dejarlo pasar, ¿no veis que estás viva?

- Hola Xemerius, ¿qué tal está hoy todo en casa?

- ¿Estás hablando con Xemerius? – Dijo Leslie fascinada y mirando a la nada.

- Sí

-Pues mira: Charlotte no puede creerse lo de la ardilla, digo, Mr.Whitman, la tía Glenda está muy agitada, igual que Lady Arista y todos los demás. Tu madre no tuvo más opciones que contarles a todos que eras hija de Lucy y Paul, y claro, la tía Glenda se escandalizó, como Lady Arista. Es posible que a partir de ahora Charlotte te mire con aún más aire de superioridad. – Gwendolyn interrumpió a Xemerius.

- Para, para, para, cuéntamelo luego, no puedo soportarlo más.

Raphael apareció y le dio un beso en la boca a Leslie como saludo, a mí solo me saludó con la mirada.

- Hola Les, hola inmortal girl – al ver mi cara de "como vuelvas a decir eso te cruzo la cara con un palo", Raphael lo retiró – digo Gwen. ¿Ya te has enterado de todo Les?

-Espera, ¿se lo has contado a él antes que a mí? – Dijo Leslie con tono ofendido.

- ¡No!, claro que no, se lo ha contado Gideon. Por cierto, ¿y ese beso? – Pregunté un poco cotilla.

- Ehhhh ... sí, pues el día que fuisteis por los túneles del metro en otro siglo y nos dejasteis solos, rebelamos nuestros sentimientos del uno por el otro, y ahí empezó nuestra relación. – dijo Raphael seguro de sí mismo.

-Exacto – contribuyó a decir Leslie

- ¿Por qué siempre acabáis hablando de que os gusta un chico o algo por el estilo? Ya cansa un poco. – Dijo Xemerius que estaba en una rama.

- Bah, tonterías – le respondí

- ¿Vienes hoy a mi apartamento? – le preguntó Raphael a Leslie esperanzado.

- Sí, vale, podemos ver alguna peli.

- ¡Ah! Por cierto, Gideon me ha dicho que ahora iréis a elapsar al pasado juntos. – me soltó Raphael.

- Vale

- Uiuiuiuiiiii – Dijo Leslie

- Adiós – dijo Xemerius con cara de enfado

- Adiós – le respondí

- Dime, ¿sigues pensando que es un cerdo? – me dijo Leslie susurrando para que Raphael no la escuchara.

- No, lo hizo porque me quería, y esta vez de verdad. – le respondí con el mismo tono.

- Sí, se nota que te quiere, ¡lo vuestro es tan romántico! Es como una película de amor.

- ¿Qué cuchicheáis? – preguntó Raphael

- Nada – dijimos a la vez Leslie y yo con tono divertido

- Bueno, ¿cuándo tenéis reunión de la logia? Digo yo que después de lo que ha pasado habrá una reunión, ¿no? – me preguntó Raphael.

- Pues imagino, pero yo seguro no entraré, no me dejarán. – Suspiré – Gideon seguramente entre.

- Pero, yo creo que te dejarán entrar. Al fin y al cabo, tú tenías razón en cuanto a lo del conde.

- No tienen más remedio que dejarte, si no, sería una injusticia. – Soltó Leslie Indignada.

- Pfff, no sé. Supongo que tendrán que preguntarnos a Gideon y a mí por todo lo que pasó.

- ¿Y..., tendréis..., que..., decir que sois..., inmortales? – Preguntó Raphael Preocupado.

- Aishhh, ehmmm, no sé – me rasqué la nuca – supongo.

- ¡Eh! Venid, ha llegado el nuevo profesor. – Nos gritó Cynthia que aún lloraba desconsoladamente por la desaparición de Mr. Whitman.

DiamanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora