I Love Your Lies ~Donghae~

Capítulo 28

NARRA YUKI~

En cuando llegamos nos tomamos una ducha con Hae, yo me puse pijama y bajé a cenar, luego subí, entré al cuarto de mi madre y tomé asiento en su cama, escuché como el agua se cortó, esperé unos minutos más y mi madre salió en pijama mientras se secaba su cabello con una toalla blanca.

-oh, ya llegaste-me dijo mientras iba a su tocador, tomó el cepillo y comenzó a pasarlo por su cabello.

-ya no soporto más-dije bajando la mirada a mis pies-necesito decirle la verdad a Hae, sé que lo perderé, pero él no merece esto...

-¿Cuándo se lo dirás?-dijo como siempre con su voz firme.

-mañana-sentí como mis ojos comenzaban a arder-lo amo, mamá-subí mi mirada y mi madre tenía en su vista fija en mi reflejo-y él a mi también-una lagrima resbaló por mi mejilla-no puedo ir más lejos-ella asintió.

-prepararé mis cosas-asentí, me levanté y caminé hacia la puerta-piensa bien las cosas, Yuki, todo esto depende de cómo digas las cosas...

-no daré explicaciones mamá, no tengo derecho después de haberle mentido de esta forma... él tampoco las escuchará.

-si te ama como dices, lo hará, darte por vencida antes de comenzar no es una forma correcta, si apuestas a perder, obviamente todo saldrá mal, pero si luchas por no perderlo tus posibilidades de que todo salga bien, subirán.

-debo ser realista.

-unos meses atrás, siendo realista, ¿creerías que estarían como ahora?-negué-lucha.

-gracias-ella asintió, salí de su recamara, me sequé mis mejillas y rogué porque no quedara rastro de llanto, intenté relajarme y toqué la puerta de Donghae.

-pasa-dijo, abrí la puerta, me adentré a su habitación, se giró y me sonrió-ayúdame a elegir mi traje para mañana-asentí, caminé hasta él y me gané a su lado, tomé un traje plomo, una corbata del mismo color y una camisa negra, él asintió y lo tomó-buena elección-caminé hasta su cama, tomé asiento y lo miré con atención.

-¿trabajo atrasado?-él negó.

-¿te decidiste a dormirte conmigo?

¿Qué más da si me descubre ahora o mañana?

-claro-le sonreí.

-¿hablas enserio?-asentí-antes de dormir vamos por un vaso de leche-sonreí-sí, hiciste que se volviera una costumbre, al despertar y antes de ir a la cama-él se encogió de hombros-debo hacer que mis huesos sean fuertes, ya que con el tiempo, si sigues asi de perezoso...-él sonrió y se mordió el labio-¿Por qué haces puchero?

-porque me llamas gordo-entrecerré los ojos-mejor no duermo contigo, puede que te ahogue con mi gordura-me levanté, caminé a la puerta, él me tomó de la mano, me giró y atrapó mis labios entre los suyos, sonreí y disfruté este beso como nunca, aún cuando me faltaba respiración no quería dejarlo ir.

-¿Por qué sigues haciendo puchero?-dijo posando un beso rápido en mis labios, sonreí con debilidad y negué.

-vamos por ese vaso de leche y luego vamos a la cama-él asintió, salimos de su recamara, bajamos las escaleras y nos metimos a la cocina, él sirvió dos vasos de leche, nos tomamos la leche rápidamente, él guardó la caja y yo lavé los vasos, subimos, entré a mi cuarto para lavarme los dientes y luego fui al de él, Hae ya estaba acostado, me metí bajo las colchas y rogué porque Hae no me descubriera hasta mañana, (ajá, todo mi valor de hace un rato se fue al demonio) él apagó la lámpara y nos quedamos en la oscuridad absoluta, estábamos ambos de lado, uno frente al otro, cuando mis ojos se adaptaron a la poca luminosidad pude ver sus ojos brillantes, tomé su mano y comencé a jugar con sus dedos.