¡Déjame en paz!© NeymarJr

Capítulo 11: Ocultado el noviazgo y un chico misterioso.

Decidí no darle importancia a lo que Jana me dijo, seguramente esté enfadada con algo y la pague con esto. O eso espero.

—¿A dónde vas?— me preguntó mi madre cuando me vio bajar por las escaleras.

Piensa, y no digas que vas a salir con Neymar.

—Voy a salir con Ne...— idiota. —Nerea.

Cuando estaba a punto de salir por la puerta ella me volvió a llamar.

—¡ADRIANA!— me gritó. Resoplé y di la vuelta sobre mis talones.
—¿Si?
—¿Quién es Nerea?— se cruzó de brazos. Ella estaba en la otra punta del salón.

—Una amiga— tragué saliva.

Ella me miró a los ojos, entrecerrando los suyos.

—Está bien cariño— me dio un beso en la mejilla. —Pásalo bien.

Asentí con la cabeza sin creérmelo y salí de casa.

[...]

—Tienes el pelo mojado— dijo el tocándolo.
—Ya, es que a alguien no le guste que llegue tarde y no me lo pude secar— sonreí sarcástica.
—Amo tu sonrisa, aunque sea irónica— me besó. Pasó su lengua por mis labios pidiendo acceso y yo se cedí. Me agarró del trasero e hizo que enrollase las piernas sobre su cintura, donde nos continuamos besando.

—Eh...— susurró separándome lentamente de mi. —¿Eres...?— enarcó una ceja.
—¿Soy...?
—Ya sabes...
—No, no lo sé si no me lo dices— hice una mueca.
—Virgen. Que si eres virgen.

"¿En serio?" Fue lo primero que pensé.

—Claro que no— suspiré. —Aún así, todavía no lo pienso hacer contigo— me bajé de encima suya.
—¿Qué, por qué?— dijo el frunciendo el ceño.
—Porque estás castigado
—¿Y ahora soy tu perro o qué?— frunció el ceño más todavía.

—Sí, un perro desesperado— reí.
—No estoy desesperado, estoy desesperado por ti— me besó de nuevo.
—Desesperado por mi y castigado— reí otra vez.

El frunció el ceño y negó con la cabeza.

—Solo por preguntarte algo me haces eso— se cruzó de brazos y se sentó en el sofá.
—¿Hacerte el qué?— me senté a su lado.
—¡Cortar lo que teníamos! Hubiese acabado muy bien
—¿Osea que solo me quieres para eso?

El refunfuñó.

—Claro que no, entonces me hubiese ido a buscar un puta, no una princesa—  me miró y cuando le fui a besar me puso el dedo en los labios. Le miré enfadada.
—No, estás castigada— rió.

[...]

Ya había pasado un día desde que había visto a Neymar y ya le echaba de menos. Como no podría verme con el hoy, ya que tenia que entrenar y una reunión, llamé a algunos amigos aprovechando que mis padres se habían ido de nuevo.

Jana no vino, me colgaba el teléfono.

Ya estábamos Mario, Raquel, Iker y solo faltaba Helena que me estaba llamando por teléfono.

—¿Qué pasa?, ¿Te has vuelto a perder?— le pregunté cuando descolgué.
—No, no es eso. Pero Alex, el de clase de dibujo, ha venido a mi casa a recoger unos apuntes y se me ha escapado lo de que iba a tu casa...