Yokai/Ao-andonxOnii/OsoKara

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-Jejeje, estúpidos humanos-el demonio de cuernos carmesí tomo su arma llevándosela al hombro rascando debajo de su nariz ante su victoria sobre aquellos humanos que venían a rezar en sus tierras-

Caminó por el lugar hasta ver un resplandor azul sobre un altar, si, sin duda era el fantasma de los ataques de fuego de ese característico color, aquel que nada mas no le daba el sí, ¿porque? ¡Era guapo, carismático, honesto y tenía un mazo! ¡Ah! Y era fuerte, muy fuerte.

-¡Karamachu! ¿Hoy si alojaras ese lindo trasero?-cuando abrió los ojos sus cuernos parecían de esas velitas que los humanos usaban en las mezclas de masa dulce con el cual celebraban un año menos de vida-

-No sé por qué diablos sigo aguantándote-se bajó del altar para caminar mientras su velo flotaba moviéndose al compás de sus pasos-

-¡Ey!-después de apagar sus cuernos siguió al Ao-andon-

Rodo los ojos y usando su levitación subió a uno de los árboles de aquel bosque frondoso para sentarse a meditar cerrando los ojos deleitándose con el frio viento de aquella noche, el sonido que producían los grillos al frotar sus patas traseras y los gritos del demonio rojo debajo del árbol donde estaba, esperen, ¡esos gritos no son relajantes! El árbol crujió, después de un estruendo, el viento golpeo, con más fuerza, el velo voló ante el violento caer, si, por la posición de la tela estaba cayendo y se le olvido que podía levitar hasta estar entre los grandes brazos del ahora, enorme demonio carmesí.

-¡Te he salvado de una muerte segura!-su voz sonó grave pero mientras disminuía esta regreso a la que el fantasma de la lámpara conocía y acerco sus labios a los del contrario ya en su forma humanoide-

-¡Tú lo provocaste demonio de quinta!-lo golpeo en la cabeza-oi, Osomatsu...

-¿Si?-lo miro con algunas lagrimillas en sus ojos-

-¿Cómo fue que termine casado contigo? ¡Eres un idiota!

-¡Mi encanto personal!-beso con cariño al fantasma azul rodeando con suavidad su cintura una vez que lo hubo bajado-

-Ahhh...-suspiro con pesadez el Ao-andon-ya que, te amo idiota-subió sus manos para acariciar sus mejillas-

-¡Dame más amor físico Karamachu!-lo tumbo al suelo-

-¡E-espera maldito demonio lujurioso! Oso, ahhhhh

-¡E-espera maldito demonio lujurioso! Oso, ahhhhh

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¡Omedetto Otanjobi!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora