Capitulo 19: Mi razón secreta para luchar, eres tu

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    Narra Marinette:

Índigo seguía siendo el cielo  del atardecer, aunque  mi ventana  empañara los colores  fuera  del lugar,  estaba muy tranquila en mi habitacion mientras las seis   de la tarde se marcaban con rapidez en el reloj de   pared; aun dibujaba   diseños llamativos en mi cuaderno inspirados en esa noche, ahhhh!! esa noche,  me trajo las estrellas del cielo para que las colocara con aguja e hilo en la tela  de mis creaciones,   París parecía  unirse   al estado de calma,  no dejaba de vigilar, lo único fuera de común  era que.... estaba castigada y.... estoy pensando en el chico  que por cual estoy aquí...  insultándolo por lo estúpida y avergonzada que me  hace sentir, yo me sentía segura,  seria por que me encontraba en otra dimensión mis pensamiento o era muy confiada como siempre de mi propia seguridad. Eso  fue  hatsa que de pronto las ramas tocaban   al parecer  la entrada a balcón, lo raro era  que tocaran, y  ramas,  pero se escucho como  un rasguño que  no sabia   por que se escuchaba así, pero se me vino a la cabeza quien podía tener  uñas tan largas y tocara....... aquí vamos de nuevo.

-¿crees que sea el?- me pregunto Tikki 

-pues si, ¿quien puede ser mas terco e insistente   que el?

 Cerré mi cuaderno y lo coloque en la butaca, con prisa subí las escaleras. Fue cuando abrir  la escotilla y.....   ¡¿Pero que es esto?!

 -Nunca había sido un placer verte Marinette- dijo una voz mas que conocida, una que no quería  haber reconocido. 

Parada en el barandal, una chica   de ojos azules, tenia una tiara que se oxidaba donde bajaba una  cabellera   de oro que le llegaba  a mitad de la espalda. Un velo cubría su rostro,  llevaba un vestido blanco con hierbas moradas  y verdes  rasgaban el blanco, sus ojos tenia unas ojeras purpura, era demoníaca su mirada, que la descargaba  sobre mi, un solo nombre salio de mis labios  en forma de pregunta.  

-¿Chloe?- ella sonrió. 

-Princesa  encanto  soy para ti   aldeana- 

-¿que haces aquí?- 

-Por fin tengo el poder para cumplir mis pensamientos, y desterrarte  lejos,  ahora tu no me vas a opacar- de su  tiara  una luz empezó a parpadear - me gustaría explicarte la razón, pero seria desperdiciar   mi voz en un estupida. 

Levante las manos en son de paz- cálmate

-¡no te pienses alejarte  ahora, después que tuviste tiempo!!, tu mosca muerta nunca mas  me intentaras quitar el trono.- luego la luz lanzo un rayo, me tire a un lado del suelo, la planta cual le dio, se convirtió de piedra.  

Me llene de terror, un  frió  inmenso me entro al estomago. Me levante con rapidez mientras otro par de rayos  me rozaban los talones.La puerta se volvió de piedra, me sujete fuerte  y traspase el  barandal, de mi cuerpo quedo atrás  el abismo, me deslice poco a poco hasta que lo solté  y frene de golpe agarrándome de  un ladrillo  que se destacaba, aunque lo siento deslizarse, hice un salto mortal  cayendo en cuclillas al suelo. Aunque  mis piernas no las sentía y temblaba al estruendo, tuve  hacer un esfuerzo a correr,  ella no me dejaba de ver.  

Narrador Anónimo 

En  la limosina,  Adrien,  se dirigía  a su hogar, miraba con vaguez la ventana mientras en el fondo  escuchaba la voz de Nathaly  hablando por el celular, el muchacho miraba con  nostalgia las calles que recorría par llegar a su amada que, no sabe  hace 24 horas de ella. 

Un gran frenaso  casi  lo saca de su asiento; Adrien se incorporo por el alto  dado,   dirigió su vista al frente y vio que una chica se había atravesado,  no cualquier chica, era Marinette   que se detuvo un momento al verlo, pero luego siguio corriendo con pánico, atravesando la calle   con carros en movimiento. 

Miraculous Ladybug: Un amor ClandestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora