Miraculous Ladybug: Un amor Clandestino

Capitulo 36: El vals de los enredos... desenlace

Pareciera que el mundo se hubiera acabado en la fiesta de los Agreste, mas sin embargo el resto del mundo estaba muerto a toda noticia. Toda la ciudad que no estuviera pendiente de los televisores o cámara, agonizaba en una tranquilidad inhumana...no había nadie que espiara lo que sucedía, solo las estrellas.

La manzana que pertenece a la panadería de los padres de Marinette, parecía fantasmal, ya que nadie pasaba y todos ya estaban visitando el mundo del ensueño a estas horas, a luces dormidas. Solo resisten la de los faroles, que iluminaban la avenida que se empapaba de un suave rocío.

Dos motos, empezaron a diferenciarse entre tanta soledad. El motor arrullo el ambiente y surgieron por la solitaria calle hasta detenerse justo en la parte trasera de la panadería. Al sonido de su clarxon, se encendió la luz del cuarto de Marinette, lugar donde estaba Adrien ya esperando la llegada de este vehículo.

Sigilosamente descendió una soga de sabanas hasta el ras de la acera, donde se deslizo Marinette con una mochila en su espalda; posteriormente Adrien realizo lo mismo. El joven aun llevaba el traje de su boda, las mangas dobladas sobre los codos y extraviado el sombrero.

De una de las caballerías mecánicas, se dejo mostrar bajo su casco una chica. Ella tenía gran pelo azulado envuelto en una coleta alta y un un maquillaje muy atrevido para la edad de 25 años, de repente la placa de la policía de Roma resalto sobre la noche. Saludo con un leve movimiento de cabeza y se dirigió Adrien con dos pasaportes en su mano.

-El vuelo sale en media hora- dijo entregando los papeles. -No hay mucho tiempo. Tengo llamadas perdidas de Félix, creo que ya vienen a cazarnos-

-Gracias Brigette.

-Date prisa- dice mirando al cielo- o esto ira directo a mi expediente.

Con esta breve información, sin vacilar tomo el casco de ella y se monto en la moto ya encendida y rugiendo. Pero, Marinette dudó

-Vamos Mari. - la animo Adrien

-Tengo miedo- confesó. El le extendió la mano.

-No temas, nada te pasará si estas cerca de mi- Marinette sonríe y se ajusta en la motocicleta bestial, abrazando la cintura de Adrien.

-Suerte chicos- dijo Brigette

La moto arranco, dio media vuelta y se puso en marcha avenida abajo. Pero era ya demasiado tarde . Cuando fueron a doblar la esquina, una patrulla bloqueó el paso. Luego aparecieron dos. Tres. Cuatro y Cinco patrullas.

Estaban acorralados.

-¡Adrien Agreste!- llamaron por el megáfono- Ni se le ocurra hacer otro movimiento extraño  y bájese lentamente del móvil.

El se bajo lentamente y se quito el casco. Era un chica, era Brigette. Otra distracción.

Una moto fugitiva,comiéndose las flechas, iba repicando en zigzag entre los callejones de la calle opuesta , amenazando matar a los ambulantes peatones. Se diluía en la oscuridad de las calles en plena penumbra, en esas avenidas oscuras que el servicio básico nunca se molesto en ocuparse por ser hogar de pobres. A cada giro, el estomago de Marinette se contraía.

-Ten cuidado- le susurro.

-Tranquila. ¿Cuando yo he cometido una torpeza?

-Eso es lo que me preocupa.

La sirena de una ambulancia empezó a perseguir a esta moto sospechosa. Ellos no habían entendido el terminó "no llamar la atención". Sin pensarlo, ya estaba comprometidos en una persecución vertiginosa a muy alta velocidad. El peligro aparecía de diestra a siniestra. Marinette mira los innumerables automóviles atrás de ellos y presionaban con mas fuerza el pecho de su novio. Tikki gemía de miedo y su ama le daba una mirada de consuelo.