Asfixia; lynch

Capitulo 3:

-3-

Oh dios...

Estoy jadeando ¿Por qué? ¡Maldición! Si no ha pasado nada, no quiero esto, con el no.

Besos en mi vientre, caricias sobre mi ropa, manos traviesas colándose entre ella ¿Por qué en esta ocasión esas caricias me desesperan? ¿Por qué deje que me tocara? ¿Por qué deje de pedirle que se detuviera?

Mierda ¿Cómo termine así? Comenzó a desabrochar el pantalón que llevaba… mi cuerpo no responde, mis reflejos me traicionan, si tan solo se detuviera, solo me quedo viendo como me quita los pantalones, como los arroja al piso, como marca un camino de besos levantando mi pierna, iniciando desde mi rodilla por lo largo de mi muslo.

Esos húmedos labios dejando huella por donde pasan, se deshizo de mi blusa, me mantengo inerte, lo único que deseo es que me haga suya, mi cuerpo arde por culpa de él, no puedo engañarme, no puedo evitarlo, también siento, es imposible negarme a caricias como estas.

¿Y que si le permito que siga? ¿Y que si lo disfruto?  ¿Importa? Empújalo y vete, eso era lo que decía mi razón, pero ¿Cómo renunciar a mis deseos? ¿Cómo decirle a mi cuerpo que no puede desearlo, que no puede sentir sus caricias?

Todo lo que logre, este respeto, este respeto que por años se ha mantenido ¿Botarlo como si nada? ¿Dejar de preocuparme y caer en mis bajos deseos? Imposible… yo.

-Dejaste de resistirte, lo ves, también quieres esto- Susurro cínicamente contra mis labios.

-Cállate- Seguido de eso enmarque su rostro con mis manos para reclamar sus labios.

Es imposible, lo que sea que pase, lo que resulte de esto, ya lo arreglare después, ahora, solo me dejare llevar.

Movía sus labios de una forma electrizante, su tentadora lengua moviéndose ágilmente entrelazándose con la mía, baje mis manos rozando su piel, lo duro de su torso, descendiendo alcanzando lugares más bajos, tocando lo que jamás me imagine acariciar en el, metiendo con descaro mi mano entre su pantalón, apretando su erección con delicadeza, se sentía tan grande, tan dura, tan caliente, corto el beso al sentir el roce.