Los Juegos del Hambre (Primer Vasallaje)

40.- Piper

La rosa me animo a seguir adelante. Fue algo estúpido lo sé. Es más ni siquiera estaba segura de que Jasón me la haya enviado pero en esa rosa encontré la fortaleza necesaria de seguir peleando. Me levante del suelo para encontrar una escalera que me llevase al tejado.

Anduve un rato en el edificio hasta que encontré una mugrienta escalera que no tenía barandal. Ahora solo faltaba que perdiera el equilibrio o algo parecido y caería hasta el suelo. ¡Demonios! En vez de bajar, seguí con mi plan. Subí alrededor de 200 escaleras hasta que llegue al final de la escalera, donde encontré una puerta.

Intente derribarla pateándola pero estaba hecha de acero. Tuve que utilizar la daga como palanca para forzar la cerradura. Después de media hora, la cerradura cedió y estaba envuelta en sudor.

Empuje la puerta y salí al tejado. No encontré nada digno de atención. Me acerque al borde para verificar la altura. Aproximadamente había catorce metros desde el tejado al suelo. Un pequeño saliente sobresalía a tres metros. Probablemente fue un balcón en otro tiempo.

Me gire para entrar a descansar de los terribles rayos del sol pero encontré otra cosa; el puño de Aruamy me dio en la nariz. Caí al suelo mientras la sangre empezaba a correr.

-Zorra –dijo Aruamy - ¿Creíste que el rayo me mataría? ¡Ha! Pues yo igual, pero aquí estoy. Después de todo no fue difícil seguirte Piper-

-¡Maldita!-

Aruamy se abalanzó sobre mí. La chica apoyo sus rodillas en mis brazos mientras una lluvia de puñetazos descendía hacía mi cara. El dolor me empezó a nublar la vista pero no quería rendirme sin pelear, se lo debía a Jasón. Con ayuda de mis pies, levante de golpe mi pecho. Aruamy perdió el equilibrio y cayó de lado.

Me apresure a subirme a su pecho. Apoye mis rodillas en sus brazos mientas que mis puños se dirigían a su cara. Ella gritaba de dolor además de que imploraba piedad.

No me detuve.

Ella comenzó a sacudirse violentamente hasta que logro librar un brazo. Cerró su puño mientras lo dirigía a mi mandíbula. El golpe acertó. Fue lo suficientemente fuerte para derribarme pero no para noquearme.

Cuando caí al suelo me golpee el brazo derecho. Me pare antes de que se terminara de Incorporar Aruamy. No desaproveche la oportunidad. Comencé a patearla. Ella agarro mi pie izquierdo cuando le pegaba con el derecho y lo jalo hacia su cuerpo. Eso me hizo perder el equilibrio. Fui a parar al suelo.

Busque mi daga. ¡No la tenía! Justo en el momento en que me doy la vuelta, Aruamy que baja de un golpe la daga errando el golpe. Sujeto su mano mientras con la otra golpeo su costilla izquierda.

-¡Ayyyyyyyyy!- grita

Aruamy suelta la daga,que cae al suelo. La pateo para que este lejos de nosotras. Mientras corrohacia las escaleras, antes de salir, me agacho lo más rápido que puedo; tomo ladaga, la guardo en su funda mientras bajo la escalera dando saltos.