Los Juegos del Hambre (Primer Vasallaje)

31.- Charlie

El sol del mediodía solo empeoraba la imagen de la sangre.

Partes de la cara ensangrentada tenían la sangre seca mientras que en otras partes la sangre aún seguía fresca. Las lágrimas no tardaron en hacer su aparición.

Aun con el calor que sentía, seguía llorando la perdida de mí amigo. Kike me dijo que debemos seguir para ver si podíamos salvarlo. Qué pinche ironía que un asesino desquiciado nos esté buscando para asesinarnos.

Terminamos de salir del callejón hasta que mi compañero ve su cuerpo. Lentamente, Kike, me arrastro hasta donde estaba el cadáver de mi amigo.

Zabri tiene las gafas rotas junto a una enorme sonrisa escarlata en el cuello.

Quiero correr hasta alejarme de la escena pero no puedo abandonar a Zabri no sin antes despedirme de él.

-Gracias por haberme dado una oportunidad en los juegos- murmuro.

Las lágrimas siguen brotando. El chico me dio una oportunidad, gracias a que me salvo en la Cornucopia llegue tan lejos.

Antes de seguir moviéndome en la arena observo una última vez la sonrisa.

Al final me quede solo con Kike de aliado. El chico intenta hacerme reír pero tiene un humor algo infantil. Con las ráfagas de viento y la arena levantándose, no hacen más que dificultar nuestro avance.

A media tarde escuchamos el sonido de vidrios rompiéndose. Automáticamente tomo mi arma. A lo lejos observo que un edificio se desploma. El suelo vibra violentamente hasta que me tira al suelo.

El polvo junto con algunos escombros llega hasta donde estoy, llenándome de suciedad. A duras penas me pongo en pie. Kike tarda un poco más en incorporarse.

-¿Qué crees que haya sido eso?- pregunta Kike

-No lo sé. Puede ser un truco de los Vigilantes-

Sin decir nada, Kike empieza a andar hasta los escombros. Lo sigo de cerca cuando dos chicos salen de una calle.

Un chico güero y alto del Distrito 10 llamado Christian y su compañero Juan del 9. Kike se guarda detrás de un camión. Él chico me dice que me guarde para que no luchemos pero por la muerte de Zabri me siento capaz de asesinar a cualquiera que se interponga en mi camino.

Avanzo sin temor alguno con la sangre hirviéndome en las venas. Los chicos me ven. Christian le dice algo a Juan y este sonríe de forma arrogante. Los dos caminan tranquilamente hacia donde estoy. Kike maldice en voz baja y sale de su escondite.

Juan quita su sonrisa arrogante mientras que Kike se prepara para pelear con sus puños.

-¡Hey! –Grita Juan - ¡Ríndanse de una vez! ¡Así no les haremos daño! ¡Sera rápido si cooperan!

- Vete al infierno- Contesto

Juan parece molesto mientras que Christian parece evaluarnos. Arrojo mi mochila a un lado para poder pelear bien. Kike se frota nerviosamente los puños.

-Charlie, algo va a suceder- dice mi compañero mientras me da un leve golpe.

-¿Qué?-

-El cielo, está cambiando-

La claridad habitual de la ciudad se ve interrumpida de pronto por unas nubes negras. El aire caliente se volvió frio en cuestión de segundos. El cambio drástico me hiso tiritar de frio.

-¡Hay Cabrón! Los Vigilantes deben estar locos para hacer un cambio drástico-

-¿Estás Listo?-

-Solo si tú lo estás-

Christian tiene una espada.

Tomodel mango mi daga mientras Kike muerde su labio.