El clan MacFusty: Expedición a las Islas Hebridas: 4 parte

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Fragmento del diario personal de Newt Scamander:

14 de Diciembre

No sé por donde empezar a escribir.

Ahora mismo deben ser las tres de la mañana. Pero me es imposible dormir. Estamos más o menos en el mismo punto dónde se ubicó el campamento la noche anterior y la familia MacFusty duerme al completo, o eso imagino, pues no se oye un alma.

Hoy a la tarde, cuando hemos ido a ver al Hébrido Negro, no imaginaba ni por asomo el increíble ritual que se lleva a cabo para poder siquiera acercarse a él. Es realmente un animal inmenso. Incluso adormecido como estaba podía sentir el gran poder y vigorosidad del animal. 

Pero lo más increíble, lo que me ha dejado sin respiración, ha sido como la Señorita _____ ha lidiado con él desde el momento cero. 

No se si seré capaz de escribir y expresarme tal cual lo he vivido, ya que creo que es algo único, pero lo intentaré.

Al llegar hasta él, ____ se ha adelantado a nosotros como he citado antes. Esto me ha ocasionado dudas y al preguntar a su padre tan sólo me sonrió, alegando que estuviera atento.

Por un momento he pensado que al igual que los unicornios prefieren la presencia femenina antes que los varones los dragones serían igual. 

Pero va mucho más allá.

Nada más la joven ha estado a su alcance, lo primero que ha hecho ha sido acercarse al animal, que ha abierto unos ojos rojos como rubíes, y en lugar de ir tranquila y con  precaución se ha abrazado a su pata.

Brownie la ha mirado durante unos instantes, sin moverse, pero casi al momento ha levantado su enorme cuerpo, ha extendido sus alas, y ha rugido con una fuerza que de poco caigo al suelo de la impresión. 

Ella seguía quieta a su lado, sonriente y con los ojos brillantes ante la belleza del dragón, aunque en ese instante habría jurado que de los dos, la criatura más hermosa e increíble era ella...ya que su melena se mecía alrededor de su cuerpo debido al viento de la montaña, su mirada transmitía una fuerza casi hercúlea...y su sonrisa parecía domar incluso al inmenso animal que tenía delante.

Si...casi estoy seguro que Brownie ama a esa mujer. Una vez rugido al cielo ha vuelto a sentarse, ésta vez más erguido, y moviendo su cola de un lado a otro como si de un gato se tratase, no ha perdido de vista a ____, que ha empezado a acicalarlo y a girar en torno a él, mientras veía sus labios moverse, señal de que le estaba hablando.

____ no paraba de ir de un lado a otro, mirando las cosas, volviendo a acercarse al dragón, el cual, al igual que yo, parecía embobado mirado a la joven. Al final, y ha sido ahí cuando familia se ha puesto tensa, preparada para actuar, Brownie se ha inclinado hacia ella.

La inmensa cabeza negra de la bestia estaba justo delante del rostro de _____, que sonriente, acariciaba sus escamas y aceraba su frente a la de él...en ese momento he sentido envidia. No de ella, que podía gozar de tal intimidad con una criatura fascinante...si no del dragón...y ésto es lo que más me sorprende de mi mismo. ¡Por Merlín!¿Cómo en un momento así he podido pensar algo tan inapropiado? 

Pero ni siquiera podía evitarlo. _____provoca en mi una sensación que jamás pensé que sentiría por una mujer que apenas conozco...o será que la magia que ella utiliza para encantar dragones también hechiza a ingenuos cómo yo...

El caso es, y me da rabia admitirlo, que estaba tan ensimismado por el momento que no me he percatado de cómo ____ ha dormido al dragón, y éste ha caído en un letargo que ha dado carta blanca al resto de nosotros para poder medir sus garras, el tamaño de su cola (que por lo visto crece con los años y dependiendo cuanto muestra su virilidad) el brillo de sus ojos y en general lo que sería un chequeo médico.

He tratado de concentrarme todo lo posible en ésta tarea, pese a que la señorita MacFusty estaba a mi lado, sonriente, mientras susurraba palabras de amor y acariciaba el lomo del enorme lagarto.

Es increíble, vengo hasta aquí para aprender y mejorar y termino..¿qué? ¿enamorado de una mujer capaz de domar dragones? No sé si es amor la palabra que estoy buscando...no sé que pensar...

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Newt dejó de escribir en su diario al no ser capaz de ordenar sus propios pensamientos. Se pasó una mano por la cara, notando pesadez en sus ojos, y sin embargo no era capaz de cerrarlos sin ver el rostro de la mujer que por lo visto estaba empeñada en robarle el sueño.

Salió de la tienda esperando que el frío de la noche le despejara las ideas, y escuchó a lo lejos, mucho más despacio que anoche, el ligero canto que el dragón dedicaba a la noche. Le pareció distinto al de la otra vez, y estaba pensando en que quizás debería preguntarte si conocías el motivo cuando, para su asombro, vio tu silueta en la misma piedra que la noche anterior estuvisteis sentados juntos.

Notó como su corazón palpitaba con más fuerza y su garganta se secaba de repente, atónito de encontrarte a esas horas despierta cuando tu eras el motivo de su vigilia. Intentó dar media vuelta, pero sus pies poco acostumbrados al terreno no fueron discretos, por lo que te giraste algo asustada de oír un ruido detrás de ti.

Vuestros ojos se encontraron, ambos sorprendidos, ambos brillantes como las estrellas que florecían cada noche en aquel rincón del mundo.

-Newt...¿qué hace despierto a estas horas?

Él sonrió un tanto incómodo.

-Lamento si te he asustado....no podía dormir y pensé que algo de fresco me iría bien.

Reíste con el comentario de fresco, pues en ese  momento debías de estar bajo cero...aunque no imaginabas ni por un instante que tu fueras el porque de su insomnio.

-Yo también suelo pasear cuando no puedo dormir. Por lo visto tenemos mucho en común.

Se acercó a ti un tanto tímido, sin mirar tu rostro, y se sentó en la piedra unos centímetros apartados de tu cuerpo.

-¿Qué le ha parecido Brownie? No ha comentado nada...

-Es que no tengo palabras que describan lo que siento.

Ese comentario te hizo sonreír como una colegiala y te giraste hacia él, justo en el mismo instante en que Newt hacía lo mismo. Sentiste algo de calor bajo la mirada de ese joven que parecía mirarte como si fueras una diosa. Algo que por cierto te encantaba.

-¿Sabe? Daría mi vida por ese dragón...

-Algo me dice que ya la está dando...

Pusiste tu mano sobre la de él, gesto que estremeció al mago, ahora incapaz de apartar su mirada de ti. Por algún extraño motivo, ambos sentíais una conexión especial en ese momento:

Quizás por el manto de estrellas, quizás por el llanto de un dragón solitario a la lejanía...

Fuera lo que fuese, dio valor a Newt para acercarse a tu rostro, rozando tus labios en un tímido beso.

Tu pecho se llenó de aire al sentir su piel contra la tuya. No sabías muy bien por que aceptabas el beso de un hombre que conocías desde ayer, pero alzaste tu mano para posarla en su mejilla y entreabriste los labios para hacer más apasionado el beso. Su mano derecha se puso en tus caderas y te acercó más a él y sin darte cuenta, estabas abrazada a Newt Scamander mientras su lengua exploraba tu boca y tu te estremecías de placer.

Os apartasteis el uno del otro con algo de brusquedad, dando la pasión paso a ese sentimiento confuso de no saber que está pasando.

Newt se levantó cómo un rayo de la piedra, ahora incapaz de mirarte mientras tartamudeaba unas palabras que no llegabas a entender.

-Yo...lo siento...n..no debería...no se por qué...

Y se marchó a la tienda de acampada, mientras tu te quedabas sin respiración todavía con el sabor de Newt en tus labios después del beso más increíble que te habían dado nunca.

Momentos: Newt Scamander y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora