Capítulo 28

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Pude ver como las personas del pasillo se quedaban en shock, al igual que yo.

—¡Idiota —susurré—. ¿Humillarme en frente de la escuela era tu plan? Felicidades, lo has hecho.

Cameron sólo sonrió.

—Eres tan graciosa —dijo y me dio un pequeño beso en la frente—. Pero no es así, nunca te haría daño, Chloe

—Bueno si, pero... ¿recuerdas que aún estamos en los pasillos y no es el momento?

—De acuerdo, te veré más tarde —guiñó el ojo y se fue

Creo que eso había sido lo mas vergonzoso que me había pasado en todo el año, habían pasado cosas mucho peores, pero ésta le ganaba a todas.

Apenas empecé a caminar cuando Ashton interrumpió en mi camino, lo había visto, se había acabado todo. Hasta aquí llegué.

—¿Chloe?

—¿Ash?

—¿Qué demonios fue eso? —frunció él ceño

—¿A que te refieres? —traté de sonreír pero me había salido muy mal

—Bien sabes, Chloe

—Ash, lo que acabas de ver fue un beso, mira te explico lo que es, un beso es...

—Sólo callate —me interrumpió—. ¿Por qué con Cameron?

—Yo... Ash, sólo yo sé lo que estoy haciendo ¿de acuerdo? ¿cuando te he dicho yo algo sobre tus relaciones amorosas? Ninguna vez ¿verdad? Sé que intentas protegerme, pero ¿de qué? No hay peligro alguno

—Cameron es un peligro total

Tal vez tenía razón, Cameron era un peligro para todos. Pero no quería admitirlo.

—Sólo espero que me entiendas, nada más, gracias Ash

Me encaminé rápido a mi siguiente clase, que era casi imposible llegar temprano porque la campana ya estaba apunto de sonar.

Me quedé afuera del salón esperando a Vanessa, y explicarle todo lo que había pasado durante la última semana.

—¡Chloe! —Vanessa gritó al verme y me abrazó

—Bueno, no es como su no nos hubiéramos visto en mucho tiempo —sonreí

Vanessa rodó los ojos. Nos habíamos visto esta mañana.

—De acuerdo, tengo algo que decir —suspiré

—¿Sólo a mi?

—De hecho... A ti y a Madison, pero a Mad no la encuentro, se lo puedo explicar más tarde —sonreí

—¡Ya dime, que estoy muriendo de la intriga!

—Eh... Yo, bueno, es que creo que me gusta tu hermano —hice una mueca

—Uy... —imitó mi mueca—, ¿eso es muy malo?

—Demasiado

—Bueno, mi querida amiga, te deseo la mejor suerte del mundo —río

Después de nuestra charla Vanessa me invitó a su casa, que dejenme aclarar que no es una casa cualquiera.

Al llegar a casa de Vanessa, me encontré con la mirada de Cameron.

Aparte mi vista rápido, quería ignorarlo, esta vez no se iba a salir con la suya.

Toda la tarde transcurrió normal, hasta que Cameron interrumpió en nuestra actividad.

Tomó asiento como si nada, a mi lado. Me sonrió.

Como se había formado un ambiente tenso, Vanessa volvió a hablar:

—Bueno yo... Recordé que tengo algo que hacer —sin más, se fue

Oh, no. No ahora.

Creo que iré a acompañarla —giré a verlo para reencontrarme una vez más con su mirada

—No seas boba, nos dejó a solas a propósito —sonrió

Tenía razón. No había escapatoria.

—Cameron —susurré cuando sentí su rostro demasiado cerca al mío

—¿Qué pretendías al ignorarme?

¡Rayos, lo ha notado!

—¿Fue demasiado obvio? —susurré

—Bastante, Chloe

—Sigo enfadada por lo de hoy, Cameron

—Pensé que te había gustado —sonrió —. Porque si no mal recuerdo tu seguiste el beso

—Es difícil de recordar ¿sabes?

Estaba a punto de explicarle un dato sobre la capacidad del cerebro cuando sentí que me estaba besando.

¿En qué momento sus labios me habían callado?

—Hablas mucho —recordó

—Gracias, supongo

Ésta vez fui yo la que lo besé.

Me sentía tan bien al estar con él, todo el odio que sentía hacia Cameron había desaparecido por completo. Ahora era diferente, sentía un cierto cariño hacia Cameron.

Me sentía bien.

Lo quería. Y mucho.

Prometo no enamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora