Capítulo 25

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Me gustaba Cameron Dallas.

¿Saben lo que significa eso? ¿No?

Se los diré, sólo me traería problemas y más problemas, dolores de cabeza y ganas de golpearlo a cualquier hora. Eso era malo, mucho muy malo.

¿Había alguna forma de matarme ahora mismo?

Estaba bajando del auto, en verdad no quería hacerlo.

Venir a la escuela no era un problema pero si tener que enfrentarme con él. Con Cameron.

Actúa normal, no pasará nada...

¡Hey, Chloe!

Era su voz, a la mierda.

Por suerte llegaron Mad y Vanessa y me arrastraron por los pasillos.

[...]

Salí corriendo del salón, me tocaba la clase dentro de dos minutos y yo estaba casi al otro lado del mundo.

Llegaría tarde. Me pondrían retardo. Mamá me regañaría y castigaría. Mi vida social acabaría. De acuerdo, estoy exagerando un poco, pero lo del castigo estaba segura de que si pasaría.

Llegando casi al aula choqué con un cuerpo. Típico de éstos pasillos. Siempre me estrello con algo o con alguien.

Segundos después me encontraba en el patio trasero. ¿Cómo había llegado hasta ahí? Ah, cierto, yo tengo la respuesta.

Cameron me había llevado a rastras hasta ahí. Por más que lo había herido con golpes (incluso con palabras) no funcionó. Ahora estaba ahí, tirada en el césped.

Definitivamente me había hecho enfadar.

—¡¿Qué te pasa?! —grité sobresaltada—. Por si no lo sabías, estaba a punto de...

—Callate, Chloe

¡¿Qué?!

Me ofreció la mano para poder ponerme de pie. No necesitaba de su jodida ayuda. Pero la tomé para así tirarlo al césped también.

Reí como una jodida loca. Se lo merecía. Bastante.

Abrió la boca algo sorprendido.

—¿Qué fue eso, estúpida demente? —preguntó

Oh no, acabo de recordar algo importante. No acercarte a Cameron.

—¡No! —dije de golpe y me paré rápidamente

Antes de que me fuera a clases, me sujetó de la muñeca, haciendo así que detuviera mi camino

—No, Chloe —suspiró—. Dime algo

Fruncí el ceño.

—¿Sí? —contesté

—No soy estúpido para no darme cuenta que me has estado evadiendo éstos días ¿Por qué?

Su mandíbula estaba apretada, y su rostro no demostraba alguna expresión. Se miraba serio.

¿Tan obvia soy?

—¿Qué? —pregunté—. Tú y yo no somos nada, por lo tanto tengo derecho a ignorarte, además ¿Desde cuando te importa eso?

—No dije que me importara

—Parecía que si —susurré—. Me voy...

Mire mi muñeca para que entendiera la señal, quería que la soltara.

Bufé.

¿No captaba?

Empezaba a ser incómodo.

—Cameron, mi muñeca, no puedo irme si sigues sujetándola

—No quiero que te vayas, además falta poco para que la clase acabe

Tenia razón. Ya no había nada que hacer, la clase estaba por acabar y si iba a ultimo minunto me metería en problemas.

Giré mi cabeza a dirección hacia donde se encontraba la ventana. Y, ¡oh mierda! Mi hermano estaba al lado de ella, voltearía en cualquier momento, entonces me vería, y quedaría castigada por el resto de mi vida.

Pero eso no pasaría. No quiero él fin de mi vida social, aún.

—Cameron

—Chloe

Rodé los ojos.

—Hazme un favor —dije

Cameron sonrió pícaro

—¡Idiota! No tengo tiempo para tus estupideces —grité

Ashton estaba por voltear.

Si hacia que Cameron me abrazara me cubriría con su cuerpo de gigante. A comparación del mío, es mucho.

Así mi vida social seguiría adelante.

—¡Abrazame! —susurré

Me miró confundido.

—¡Ahora, dije!

Así fue, me abrazó. No puedo negarlo, se sintió bien, me sentía protegida. Y su olor, olía tan bien.

El ardor pasó a mis mejillas, tenia un color carmesí.

Miré hacia la ventana. Ya no estaba. Agradecí al cielo, mar y tierra.

—Ya puedes soltarme —hablé

No lo hacía.

Lo empujé con todas mis fuerzas. No pude.

—Cameron..

La voz se me iba. No podía articular muy bien las palabras.

Sin soltarme, me miró a los ojos.

Sólo matenme ya. Ahora.

Sin decir ni una sola palabra se iba acercando a mi despacio.

Nuestros labios estaban peligrosamente cerca. Me aterraba la idea, pero a la vez es como si mi cuerpo lo quisiera a gritos.

—Te voy a besar —rozó mis labios y sonrió

¿Le causaba gracia que yo me encontrara demasiado débil?

—No lo hagas, por favor

—Tú quieres, yo quiero ¿Qué más da?

—Yo..

Nunca pude terminar la frase porque los labios de Cameron ya se encontraban sobre los míos.

Su tacto fue suave y cuidadoso, después empezó a subir de tono.

Delicadamente besó mí mandíbula, después dejó pequeños caminos de besos en mi cuello. Mi piel se puso de gallina al sentir su tacto sobre mi cuello.

Nuevamente subió a mis labios, bajando de tono, finalmente sentí como había mordido mi labio.

Odio aceptarlo, pero, me gustó.

También odio decir esto pero le devolví el beso.

Oh , soy idiota.

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N/A: Los extrañé! Estoy devuelta con todooo.

Esperen capítulos los sábados o viernes.










Prometo no enamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora