Epístola 13 - EL TIEMPO

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Mi querida Mariafé, a pesar de la distancia y del tiempo me siento muy cerca de ti cada vez que te escribo.

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
Eclesiastés 3:1

Algunos dicen que nada es más valioso que el tiempo, que en realidad podemos regalar oro, plata, diamantes o lo que sea pero nunca superará a que alguien te brinde su tiempo.

Los padres deberían prestar atención a esto ya que algunos creen que con darle todas las comodidades y caprichos ya cumplieron con sus hijos.

El amo y señor de todo parece ser el tiempo aunque a veces sentimos que pasa más lento o demora más en transcurrir.

Cuando queremos hacer muchas cosas sentimos que nos falta tiempo y su transcurrir nos desespera.

Mientras cuando no estamos ocupados sentimos que el tiempo no transcurre o demora más.

Cuando lo que hacemos es placentero no sentimos el transcurrir del tiempo mientras si estamos aburridos o lo que hacemos es tedioso queremos que el tiempo pase más rápido , que ya todo se acabe quizá la clave de todo sea el disfrute, cuando disfrutemos de todo lo que hacemos entonces el tiempo y su transcurrir no será fastidioso.

El tiempo entonces es como una materia prima que Dios nos entrega par administrarla en el transcurso de nuestra vida.

Parte de la sabiduría en la vida , radica en saber cómo administrar el tiempo o mejor dicho en qué usarla determinando las dosis adecuadas para cada actividad, aquí radica el meollo de todo este aparente problema.

Todos tenemos las 24 horas de cada día, quitando las 6,7 u 8 horas que usamos para descansar obligatoriamente ya que necesitamos recargar nuestras energías y el tiempo para asimilar todo lo que aprendemos en el día.

El no dormir significa quitar tiempo a tu vida, es casi un suicidio paulatino.

Algunos sistematizan el aspecto de la priorización en actividades en : imprescindibles, importantes y secundarias incluso superfluas.

Por ejemplo las imprescindibles son dormir, alimentarse, trabajar  ; las importantes son :  asearse, estudiar, incluso recrearse, dependiendo de la etapa que se vive.
Yo no quiero establecer una regla, fórmula, esquema o guía para que administres tu tiempo, eres tú la que lo tiene que elaborar e ir perfeccionando esto poco a poco.

Lo que sí te puedo aconsejar, hijita de mi corazón, es que inviertas tu tiempo con sabiduría, recuerda que no hay regresión, el tiempo no vuelve; una vez ocurrido ya no se puede volver a repetir algo. Por eso se escuchan expresiones o frases en medio de la frustración que dicen : "ojalá pudiese volver en el tiempo" "Si alguien inventara una máquina para viajar en el tiempo".

Diseña tu horario, no sólo con las actividades sino con el tiempo, claro un horario no rígido, de seguro que cuando separes lo que corresponde a dormir, asistir al colegio y comer , además de otras actividades que están establecidas por el factor de estudios, te quedará poco tiempo , como es reducido entonces úsalo prudentemente tratando de no permitir que te abrace la rutina para que no te agobies con ello.

"Perder el tiempo" es dedicarse a actividades no productivas o edificantes, no lo olvides.

Confío en que el tiempo que estoy empleando y entregando en escribir estas epístolas sean bien aprovechadas y valoradas por ti y por lo tanto tengan fruto en tu vida.

Por eso te doy lo mejor de mi tiempo para escribirte, para escucharte, para aconsejarte o exhortarte y gracias por ser tan receptiva.

Solo en el tiempo comprenderemos los planes de Dios en nuestra vida.

Que Dios te dé sabiduría para que administres bien los días que Él te da de vida, disfruta cada etapa de tu vida con responsabilidad y libertad.

Tu papito que te quiere muchísimo.

Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jehová será su tesoro. 

  Isaías 33:6

Epístolas a mi MariaféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora