Epístola 20 - LA PRUDENCIA

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Mi querida Mariafé, es un gozo inexplicable el que me embarga al escribirte, porque imagino tu carita emocionada leyéndolo con esa avidez e interés que siempre le pones a mis escritos y todo libro que llega a tus manos.

Esta debería ser la última epístola como te lo había adelantado, sin embargo, decidí que serían 5 más y en total 25 que conformarán la primera parte.

La segunda parte tendrá la misma esencia pero dará un giro distinto en cuanto a la temática.

Sé que, quisieras ya saberlo pero tienes que tener paciencia.

Aunque ya el título lo revela, por lo que ya no es un misterio, es la PRUDENCIA, el alimento para hoy.

Es una virtud y un valor muy necesario e importante y se debe extender a todos no importando credo, idioma, raza o sexo.

Definiéndolo de manera básica, el primer factor expresión es la reflexión, la capacidad para pensar pero no solo eso sino con antelación, de nada serviría hacerlo después de un hecho eso no es ser prudente.

Entonces la prudencia es la capacidad y ejercicio de pensar antes de hablar actuar o ejecutar algún proyecto, razonar en las posibles consecuencias que traerá una u otra acción a realizar, para evitar perjuicios o situaciones lamentables.

La prudencia es hermana de la precaución y en cierta forma también de la cautela aunque pienso que es más completa y compleja por su naturaleza.

Ya te escribí sobre "el hablar" en la epistola de la lengua, ahora solo te lo recuerdo , sobre todo para que no olvides pensar antes de hablar especialmente si lo que vas a decir se dirige a alguien en especial.

Antes de ayer me decías que te cuesta ordenar tus palabras antes de decirlas porque temes no expresarlo correctamente ; eso ya dice mucho de ti, por lo menos te interesa el hablar correctamente y no decir por decir para luego caer en el lamento de : " no fue mi intención" "no quise decirlo" o peor aun "No debí decirlo".

La prudencia para evitar herir a alguien con tus palabras o producir malentendidos es un punto de partida muy bueno.

Por otro lado está la prudencia al actuar, el hablar requiere de pensarlo, sin embargo es muy reducido el tiempo con el que contamos.

Ser prudente antes de actuar debe ser más sencillo porque tienes más tiempo de premeditación, aunque la mayoría del tiempo actuamos casi mecánicamente por no decir instintivamente sin detenernos a considerar sobre las posibles consecuencias que esto traerá.

Si lo anterior es aparentemente​ complicado por lo que nos justificamos alegando las circunstancias y el apresuramiento, esto será simplemente imperdonable. Ser prudente en nuestras decisiones.

Antes de tomar una decisión por más insignificante que parezca ejercita tu PRUDENCIA, proyéctate a las posibles consecuencias que podría acarrear una u otra acción.

Si te cuesta decidir, me acuerdo de un simple y sabio consejo : " si dudas , no lo hagas" Si es que sientes que te cuesta decidir y lo tienes que hacer , entonces busca un sabio consejo; está por demás decirte que no lo encontrarás en tu amiga o compañera de tu misma edad, porque la idea es que te aconseje la experiencia.

Con sabiduría se edificará la casa, Y con prudencia se afirmará;
Proverbios 24:3

Ejercítate en la prudencia, no solo por evitar el daño a los demás sino también el cuidado de tu integridad, en estos tiempos podemos ser benevolentes pero no pecar de ingenuidad, a veces creemos que todos son como nosotros y confiamos rápidamente en los que nos rodean, sin embargo tienes que actuar con mucho cuidado osea prudencia.

Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Proverbios 3:5

Hijita mía solo te escribo para entregarte consejos en pro de tu formación como siempre lo hice.

Que la fuerza y el calor de mi voz te abrace cada mañana y te arrulle de noche.

Tu papito que te quiere mucho.

Que Dios te bendiga.

Epístolas a mi MariaféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora