Amada hijita : Sé que hace tiempo que no te escribo , lo cual no significa que no piense en ti, siempre le pido a Dios por ti y sueño con aquel día en el que pueda ir a tu colegio, esperarte en la puerta de salida, verte de lejos, abrir mis brazos, en esta parte , tú corres y nos abrazamos; te doy vueltas y nos reímos de alegría mientras los demás nos miran asombrados ... je je , parece una película ; sin embargo en algún momento te iré a ver.
Una vez te dije que antes de hablar o decir algo a alguien tienes que pensarlo varias veces porque lo que muchas veces ignoramos es, en el gran poder de nuestras palabras.
Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Santiago 3:5
Muchas veces sin darnos cuenta herimos a las personas con una simple palabra o frase, incluso el tono puede ser lacerante.
Hay que tener mucho tino en saber por ejemplo a quién hacerle una broma pues incluso lo que a nosotros nos parece gracioso para el que lo recibió puede ser humillante y por ende le produzca resentimiento.
También las palabras pueden levantar , animar o fortalecer al que lo necesita , ejercítate en esto, que tus palabras produzcan un bien entre los que te rodean, sé siempre prudente con lo que dices.
Una palabra con amabilidad nunca está demás , un "gracias", "buen día" y sobre todo que tu boca no se llene de palabras soeces o groseras la vulgaridad resta femeneidad, exprésate siempre como una dama.
No sigas modas que impliquen expresarte con jergas o palabras vulgares no seas ligera de expresión piensa bien antes de aceptar o dar tu opinión de algo y si no estás segura es mejor no decir nada al respecto , pues un " no quise decirlo" no soluciona lo que puedes causar con lo que dijiste recuerda : "palabra y piedra suelta, no tienen vuelta"
Hijita mía, que tu hablar te diferencie de las demás, que tus palabras produzcan un bien , una bendición en vez de maldición ; aliento en vez de desánimo; alegría en lugar de pesares; sabiduría en lugar de necedad; fe en lugar de pesimismo.
Por último , si estás enojada ,no expreses lo que sientas en ese momento, la ira es pésima consejera , luego ya no podrás remediar lo que causaste por lo que dijiste cuando estabas ofuscada.
Si discutes con alguien y sientes que estás alterada soluciona el problema en otro momento, cuando estés más calmada, porque en el momento del excesivo enojo no controlamos lo que decimos.
Tus lecturas reflejaran tu vocabulario y tu formación se mostrará en tu hablar que Dios bendiga tu boca y que refrene tu lengua , encomiéndate siempre a Él.
Tu papito que siempre estará orgulloso de ti.
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Epístolas a mi Mariafé
SpiritüelCartas de un padre a su hija conteniendo lecciones sencillas de vida llenas de amor ; un abrazo fresco y la voz de todo padre que busca acercarse a su hija e intentar guiarla en medio de tanto ruido en el mundo.