Vi como la katana de Zoro atravesaba a la chica, pero algo no estaba bien, aun sentia ese dolor en mi pecho, el cual, de alguna forma, iba moviéndose a mi cabeza, causandome una jaqueca terrible.
Mire de reojo mi mano, las vendas ya estaban completamente teñidas de rojo, si salimos de esta Chopper se molestara. Una risa cínica me hizo volver a mirar a la niña.
- ¿pero qué...- la voz de Zoro sonaba tan confundida como yo lo estaba, y antes de que ella pudiera tomar el filo de la espada con su mano, Zoro la sacó de su pecho.
Tomó mi brazo de forma rapida, causandome un escalofrío, y haciendo sentirme nuevamente como mi consciencia empezaba a nublarse. Me tiro hacia atras, para alejarnos de la chica peliazul.
Me solté de forma brusca, no puedo permitirme volver a perder el control, no quiero volver a herir a Zoro. Sentí su mirada sobre mi, no es la primera vez.
- No me toques - murmure sujetando fuertemente el clima tack - por favor...
- Solo aburranse - La chica habló antes que Zoro - No podran derrotarme, asi que ahorremonos todo esto y denme la katana.
- Lo que me tiene aburrida es tu maldita voz - hablé molesta.
- no, no Nami - la chica levantó la muñeca en donde tenia el brazalete de Nojiko - cuidado con tus palabras - al decir eso le dio un pequeño golpe al brazalete.
- ¡ah! - grité al sentir un terrible dolor en el pecho, solté el clima tack y me llevé ambas manos al corazón - tsk...- cai de rodillas respirando profundamente.
- ¡Nami! - Zoro hizo ademan de ayudarme a levantarme, pero pareció recordar lo que le habia dicho y se mantuvo a una distancia prudente.
- ahora ¿me daras la katana? - la peliazul intentó acercarse pero Zoro se interpuso, fije mi vista en el suelo para evitar mirarlo. Poco a poco me puse de pie - bien... -
Chasqueo los dedos y una luz la rodeo entera, poco a poco su silueta se hizo mas alta y curvilinea. La luz que la rodeo se fue apagando de a poco.
- Bellamer-san... - murmure al verla ahi de pie.
- Nami ¿Cómo estás?- mi primera intención fue correr a abrazarla, pero la espada de Zoro me cortaba el paso. Me quede de pie ahi, mirando su rostro, pero no era mi madre - maldita ¿¡Como te atreves a usa a Bellamer-san!?
- Nami, como has crecido - su voz era la misma, mirarla dolia inmensamente.
- ¡callate! - tape mis oidos con fuerza - ¡no hables!
- Nami, calmate- la voz de Zoro sonó tranquila, y de alguna forma, me ayudó.
- ¿cómo? - pregunte quitando lentamente las manos de mis odios - ¿cómo sabes de ella? - se rio, con la risa de Bellamer-san
- Nami, tus sentimientos son mios ¿aun no lo entiendes? - toco el brazalete, y de pronto una tristeza inmesa me invadio. Sentí como mis mejillas se iban mojando lentamente, y al tocarlas, pude darme cuenta de que estaba llorando.
Se acerco a Zoro con intención de tomar la espada, pero el se movio hacia un lado y logró salir de su camino justo antes de que terminara arriba de él. Poco a poco la tristeza desaparecio y sentí como si volviera a la normalidad.
- dame esa espada- habló muy molesta y con los dientes apretados - damela para poder unirla con el brazalete y apoderarme de los sentimientos de ambos - tomé mi clima tack y me puse de pie, era extraño mirarla - damela y asi poder unir estos sentimientos no correspondidos y poder seguir viva.
Al oir las ultimas palabras una idea vino a mi, quizás sea una estupidez, pero nada perderé con intentar ¿no?
- estas diciendo que... ¿mis sentimientos te mantienen viva?
- vaya, parece que no eres tan idiota como creí - volvió a levantar la mano en la que llevaba el brazalete - lastima que no te servira aquí - esta vez lo golpeo más fuerte.
- ¡AH! - cai acostada de lado al suelo, me llevé ambas manos al corazon y apreté fuertemente, era algo horrible. Dolor y vacío a la vez.
Mientras estaba en el suelo oi a ese monstruo ir por Zoro, pero supongo que lo habrá esquivado, pues el ya estaba a mi lado. No lo miré, no podía, pero sentí su mirada preocupada en mi.
- Zoro... - susurre, el monstruo debió volver a golpear el brazalete, porque otra ola de dolor me recorrio - tsk...
- Nami - se arrodillo junto a mi, pero no me tocó.
-Zoro...- tomé mucho aire - quiero que cortes el brazalete.
- ¿Que? - me senté como pude, y logre ver a Bellamer-san lejos, pero observandonos con odio.
- ya la oiste, mis sentimientos la mantienen viva - susurraba para evitar que pudiera oirnos - y por lo que pude sentir, su conexión con ellos es mi brazalete.
- pero has visto lo que sucede cuando ella lo golpea - su voz sonaba preocupada entre mi respiración acelerada - imaginate lo que sentiras si lo corto.
- ¡da igual! - hable un poco más fuerte - sólo hazlo, no quiero pasar mi vida unida a esa cosa, sin poder mirar a mi nakama por miedo a perder el control de nuevo.
- Nami...
- Yo iré hacia ella, y te daré la oportunidad de cortarlo, solo tendremos una oportunidad- me puse de pie y él tambien.
Poco a poco empece a caminar hacia ella, y su mirada extrañada y alerta se posó en mi.
- ¡espera! - idiota...
- Callate - hable fria, esperando a que la criatura confiara más, y al parecer, funcionó al ver su mirada más blanda. Camine hacia ella, sin mostrar ninguna emoción en mi rostro.
- parece que tu fortaleza no duro para siempre - me coloque al lado de la criatura, con mi mirada hacia Zoro, pero no lo veia a él en realidad, miraba más alla de él, no podia permitirme perder el control - ¿Qué haras ahora Zoro? - extendió su mano hacia el y sonrio - ¿a caso matarás a Nami? Solo damela.
Lo senti suspirar, y escuche como sus pasos se acercaban poco a poco hacia nosotras. Cuando lo oí lo suficientemente cerca me movi.
- ¿pero qué...- tomé a Bellamer-san del brazo que tenia el brazalete y le puse un pie en el estomago para asi poder estirarlo hacia Zoro
-¡ahora! ¡cortalo!
- ¿¡qué!? ¡No!...- el grito quedo silenciado por el ruido del metal de la katana cortando el brazalete.
-¡AAAHHH! - un dolor aun peor que los anteriores me recorrio de pies a cabeza, no sé si solte el brazo de la criatura o este se desvanecio, pero en algun momento ya no lo sentí entre mis manos. En cambio, me encontré apretandome el pecho y con las piernas fallandome, el dolor era insoportable.
- ¡maldición Nami! - la voz de Zoro resonó por sobre mi dolor, pero no lo detuvo. Poco a poco todo se volvia negro y lo unico que sentia mi cuerpo y mente era dolor, dolor y los brazos de Zoro rodeandome, luego, todo fue negro.
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Aroma A Amor
Fiksi PenggemarNami, la sexy pelirroja de la banda pirata más buscada cayó enamorada del chico más frio. El ex-cazador de piratas Roronoa Zoro. El aroma a corazón roto es fácil de detectar, pero quizás no tan fácil de arreglar. ¿podrá Zoro derrotar a un enemigo...