CAPÍTULO #5

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"ATRAPADA EN LA RED ENGAÑOSA "

Grite hasta quedar completamente sentada. El dolor de mi costado me hizo darme cuenta de lo que paso esa noche.
—Carla...— susurré mientras mis lágrimas caían

Escuche la puerta abrirse y me gire a ver pero la sorpresa de esa visita me alarmó tanto me me moví bruscamente.

—Señorita, le pido se tranquilice — la señora que antes parecía ser buena ahora parecía un espectro que no encuentra descanso.

—¡¡NO!! ¡¡APARTESE!!— lance manotazos y patadas

—Señorita...su...su herida esta...esta sangrando...el olor...su olor...me esta incitando a...— me tomo mis las muñecas y las alzo por encima de mi cabeza.

Sus ojos eran de color negro, con un circulo en medio rojo.

—Por favor...pare— coloque mi pie en su pecho y trate de separarla. Mis muñecas estaban tornándose de color morado.

—¡¡POR DIOS TERESA!! ¡¡YA BASTA!!— la voz de Carla me hizo reaccionar. Abrí y cerré los ojos rápidamente buscándola.

—¿Carla?...¿Dónde éstas?...— afloje mi pierna y Teresa se acerco a mi hasta quedar centímetros de mis labios.

—Tú eres...Teresa...su madre...

—No, Morgana soy yo...Tu Carla — tomo mis mejillas y comenzó a besarlas delicadamente

Cerré mis ojos y me deje llevar por ella.

—Eso es...disfruta mi querida Morgana... — sentí las mordidas en todo mi cuerpo y fui arqueando mi cuerpo con gran dolor pero con un gran placer.

—Eso es...¡¡SANGRA PARA MI!!— su grito me alarmó y cuando menos lo esperaba me clavo su mano en el pecho. Estrujando mi corazón hasta volverlo solo un manojo de carne molida.

Grite a todo pulmón y saltando de mi cama.

—¡¡¡AHHHHHH!!!— me levante bruscamente tocando mi pecho con desesperación—¡¿Qué?! ¿Ha sido un sueño?....

Mis ojos tenían falta de visión y mis pies desnudos me indicaron que estaba en un piso de madera, pero en mi casa no había ningún piso de madera.

Camine a tientas mientras trataba de golpearme con algo. Decidí por gatear por el suelo hasta que mi cabeza choco con una puerta de metal.

—¡Auch!— estire mi mano hasta llegar a la manija y a abrí con cuidado

La luz me lastimaba mis ojos y tuve que poner mis dedos sobre ellos tratando de acostumbrarlos a la iluminación.

—Pero...cuanta luz...— me levante y seguí tallando mis ojos.

—¿Morgana? ¿Qué haces levantada? ¡REGRESA A TU CAMA!— los tacones de mi madre retumbaron en el pasillo de azulejo blanco.

—Pero...mamá... ¿Dónde esta Carla? ¿Y mi padrastro? ¿Qué sucedió con la fiesta?— logre adaptar mis ojos a la luz y cuando observe a mi madre seguía con el vestido verde oscuro de la fiesta.

—Hija, vamos adentro y platiquemos ahí. No quiero que la gente escuche esto— me tomo por los hombros y me volvió a encerrar en esa habitación oscura.

—¿Y bien? ¿Prenderas la luz?— espere pacientemente sentada al borde de mi cama

Escuche como mi madre se sorbia la nariz llena de mucosidad. Me quede pensando en porque lloraría. De seguro mi padrastro le dijo de nuevo que no a un capricho

—Hija, Carla murió...

—¿Qué? ¿No...no era un sueño? — me lleve la mano al pecho y sentí una puñalada.

Pero no tiene sentido, se supone que estaba su madre en la fiesta a lado de él presumiendo algo. Entonces yo fui a buscarla pero...¿Qué sucede? No recuerdo nada.

—¿Cómo?...¿Qué paso?...¡¿Quién lo hizo?— grite al no recibir respuesta alguna.

—Amor, parece ser que...unos bandidos tenían asuntos pendientes con ella y se vengaron. Su madre trato de detenerlos pero la mataron al igual que su hija....

—¡¿Qué me dices?! Eso no paso así, yo estaba ahí, yo la vi aun con vida...yo...— me interrumpió y la mire llorando.

—Tú por desgracia estabas ahí, tu trataste de defenderla pero un bandido te acuchilló el costado—toque mi vendaje y comprobé que lo que decía era verdad. Podría ser que yo soñé con lo que yo pienso que paso...

Me lleve las manos a la cabeza y comencé a quejarme. ¡¡NO!! Esto no fue así, yo se que no fue así. ¡¡RECUERDA!! .

—¿Hija? ¿Morgana?...¿Amor? ¿Esta todo bien ahí?— la voz de mi padrastro me retumbo en los oídos y recordé su pequeño discurso sobre su nuevo proyecto.

—¡Ey! ¿Por qué todo esta tan oscuro?— el resplandor me cegó por segunda vez y trate de acordarme que fue lo que paso.

—Dime.....¡¿QUÉ DEMONIOS PASO?!— le grite tan fuerte que me dejo un ardor en la garganta.

LA CREACIÓN DEL MAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora