CAPÍTULO #18

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"LOS POBRES TAMBIÉN SIENTEN"

Mi hermano Samuel y yo corríamos aterrorizados por lo ocurrido hace poco en las afueras del pequeño pueblo abandonado por la suerte. Gritabamos el nombre de nuestro padre mientras esperábamos ser escuchados por los vecinos, por alguien que fuera a nuestro auxilio.

Pero en vez de eso escuchamos silencio absoluto, la gente había sido masacrada, corríamos hasta casa, cuando esas criaturas se percataron de nuestra presencia y se miraron unas a otras ambirnetas y impacientes por atacar.

Tome la mano de mi hermano menor y lo coloque detrás de mi, nadie tocará a mi familia. O al menos al único que me queda, los mire a todos aquellos ojos vacios.

—Vamos... Danos la orden...

Todos susurraban hasta que llego ella ante mi. Las criaturas la miraron con idolatría y ella se acerco hasta mi y me miro fijamente con esa mirada tan hermosa..

—Que tenemos aquí...— su voz era fría, tan grave que pareciera que alguien más estaba hablando por ella.

—Largo de aquí, no comeran hoy carne infantil... ¿Sus padres? ¿Dónde están? — pregunto tan fuerte que la piel se me erizó.

—Han sido... Asesinados... Señorita Victoria...

—Hummm...

La mujer se inclinó ante mi y me tomo del mentón. Yo la mire fijamente. Ella se lamió los labios y me levanto en brazos y me safo del agarre de mi hermano.

—¿Serías capaz de abandonar a tu hermano con tal de no morir? —me pregunto y se me heló la sangre.

—No...

Respondi titubeante mientras mi hermano yacía en el suelo esprando a que me bajaran.

—¿Seguro?... Bueno, que le vamos a ser... Eres un desperdicio de carne al igual que tu hermano... Rafael...

—Si, señorita Victoria...

—Puedes sostener a esta basura...—me lanzó por los aires y tomo a mi hermano.

—¡¡¡NO LE HAGAS DAÑO, POR FAVOR!!!— grite lo más fuerte que pude mientras Refael cubría mi boca.

—¿Serías capaz de abandonar a tu hermano con tal de no morir? — le pregunto a mi hermano

Él la miro por unos minutos y despues de ese tiempo yo rezaba porque nos dejaran en paz aquellas criaturas.

—Si...

Me quede helado en brazos de Rafael, no podía creer lo que mi hermano había dicho, que si, si sería capaz de abandonarme...

—Bien, al fin una respuesta honesta, pero ¿sabes que? Los traidores acaban siempre con lo mejor...

Lo tomo con cierta molestia y con un solo movimiento lo partió en dos exactamente por la mitad.

—¡¡¡NOOOOOOOOOO!!! — grite con cierto tono desgarrador y ella me hizo callar con un solo movimiento de sus manos

—Ese tipo de confesiones pueden marcar el destino... Y el de tu hermano era el de ser un traidor. Chicos, dejen al muchacho aquí. Vamos a casa, quiero llegar temprano....

Rafael dejo caer al niño bruscamente al suelo y todos en cuestión de segundos habían desaparecido. Excepto Victoria,  que desde ese momento estoy esperando el momento de volver a verla...

—Algún día vendré a verte pequeño — ella me miro y desapareció

—Señores, les informo que nuestro proyecto ha sido patentado y se aproximan las ventas más elevadas de todo el mundo— el señor se recargo con satisfacción en su silla de cuero negro

Mire a cada uno de los empresarios que se encontraban. Sus caras eran de felicidad, otras de asombro y solo una de coraje. Él mismo hombre de aquel día, que choco conmigo en esa fiesta.

Sonreí al saber que no podía reconocerme, pues el cuerpo en donde estoy es de un chico. Es muy raro pero siento que el todavía esta aquí.

—Morgan...

Levanté la mirada y me puse al lado de el señor Ludge.

—Digame señor...

—Enséñales a estos hombres lo que eres capaz de hacer...

Asentí y me quite completamente la camisa y me coloqué en posición encorbada. Solo cerre mis ojos y de mi espalda comenzaron a salir protuberancias que poco a poco me iban estirando la carne para romperla.

—¡¡DIOS MIO!! ¡¡¿QUÉ DEMONIOS ES ESO?!!

Los gritos de horror de los comensales solo me hicieron sentirme tan deseosa de querer comermelos uno por uno

LA CREACIÓN DEL MAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora