Mire los documentos que se amontonaban conforme Victoria iba dejándolos caer en el escritorio. Mire a la esquina de mi oficina a Fernando maldiciendo entre dientes, una leve sonrisa apareció en mi rostro.
—¿Qué es lo que le divierte? — Victoria parecía un poco celosa.
—No te hagas falsas ideas en la cabeza Victoria, mejor dime que paso con el señor que nos hablo antier
—Pues quedo de venir a las 12:00 de la mañana, apenas son las 8:35 a.m... ¿Por qué se ha levantado tan temprano? — pregunto dejando caer mas papeles pero esta vez en el basurero.
—No pude dormir anoche, volví a tener fiebre...
—¿Es eso cierto, Victoria? — Fernando intervino mientras la miraba fijamente.
—No se entero porque estaba atendiendo otros pendientes, Fernando vuelve a lo tuyo... — esta pelea me esta cansando demasiado.
—Bien, pueden irse los dos, quiero estar sola... — seguían viéndose entre los dos— ¡¡¿Acaso no fui clara?!! ¡¡LÁRGUENSE!! — grite y salieron de inmediato.
Me puse en pie y comence a caminar de un lado a otro. Pensando en mi madre, ¿Por qué te fuiste?... Mordí la punta de mi dedo y tome una tarjeta de mi bolsillo.
—Tal vez, él sepa dónde se fue ahora mi madre...
Esa misma tarde de Jueves me encontraba reunida con el secretario del gobernador de aquel pueblo al que llamaban Xalos. Parecia un poco joven para un cargo tan importante.
—Señorita Morgana, ya sabemos quien es usted y... Sobre todo..
—Si, se que no soy humana pero no se preocupe, que no estoy aquí para comerme a la gente de este pueblo, es más mi objetivo no es ese...
—¿Entonces a qué ha venido? Se supone que usted perteneció a la Organización de su padras...tro... — educadamente levante mi mano derecha y le ordene que se detuviera.
—Por favor señor secretario, no he venido a hablar del pasado, he venido a hacer un trato con usted...—pensé un momento y me negué con la cabeza— No, no es un trato...
—¿Entonces? ¿Qué es?
—Vengo a decirle que mi Organización se marchara muy pronto de aquí...
Entonces el secretario se alarmó y se levanto de su asiento golpenado con sus palmas el escritorio de cristal.
—¡¡NO PUEDEN IRSE!! ¡¡USTEDES NOS HAN DEFENDIDO DE LA GENTE QUE SIGUE A SU PADRASTRO!! — el secretario parecia abrumado y con ligeros temblores en sus piernas.
—Señor secretario... Le pareceria si mañana se presenta su gobernador para hablarlo más detenidamente...
—Porsupuesto que si, yo agendare a las...
—Que sea a la misma hora, bien, con su permiso— me levante y sali de la oficina. A penas me gire a ver a la esquina y me encontre con Fernando.
—¿Y bien? ¿Qué paso? ¿Qué dijo? — pregunto y yo lo mire molesta
—No te tengo que decir todo, Fernando...
—¿Pero qué te pasa? Desde hace dos semanas que me estas hablando mal, y no es por defenderla ni nada pero hasta Victoria ha pasado a ser tu desahogo, de...de algo que te esta pasando... Que... Que no se que es...
Mirando con los ojos entrecerrados, Fernando comprendió que deberia guardar silencio.
—Mañana tendremos nuestro primer contrato echo y aunque ya no tengo emociones humanas me siento ansiosa, nervisa y en cierto punto emocionada— comencé a sonreír
—Morgana... Ya sabemos donde están los restos de tu padre... — la sonrisa que tenia se fue desvaneciendo hasta que mis ojos quedaron en contacto directo a los de Fernando.
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LA CREACIÓN DEL MAL
VampireLa venganza es el manjar más sabroso condimentado en el infierno. Walter Scott