3. Fotografías

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─¿Dijo que llegaría hasta la noche? ─pregunté de nuevo, no segura de lo que me dijo mi tía Ángela.

Había ingresado a la mansión Avnet luego de dejar la bicicleta. Estaba por irme a mi habitación para darme un baño y estudiar para el último examen, hasta que Anna, una de las empleadas de la casa, me dijo que mi tía Ángela quería verme en el comedor para que la acompañara a cenar. Dejé la mochila sobre un estante de la entrada y me fui directo al comedor, viendo a mi tía acomodando el trozo de tela sobre sus muslos. Al llegar a ella y abrazarla, sentí que no había visto a nadie de la familia.

─Hace unos minutos hablé con ella por teléfono. Dijo que estaba en la escuela, que iría a realizar un trabajo en equipo con sus compañeros.

Asentí con la cabeza para menor sospechas, cuando en realidad estaba preocupada.

─Oh, sí. Sí me comentó, solo la vi un momento en la escuela, ya que hoy tenía que realizar dos exámenes. Bueno, un examen, porque el otro es mañana.

Anna apareció a lado de nosotros, trayendo una sopa con champiñones. Me acomodé un poco mejor mientras mi tía Ángela me daba el trozo de tela para acomodarlos en mis muslos.

─Hace unos minutos llamó tu papá. Mañana regresa por la noche. Me dijo también que intentó contactarte.

─Tengo que comprarme otro teléfono. Ya rindió sus frutos el mío.

Ella sólo me sonrió.

─Por cierto, tía ─, me pasé el primer bocado ─. Ya no me dijeron nada tú y mi papá acerca de la cena que me comentaron hace unas semanas... ¿una cena benéfica?

─Oh, sí. Disculpa ─suavemente se limpió una mancha de la esquina de su boca ─. Justo el viernes partimos de aquí por la tarde, luego de que Kathleen y tú terminen sus exámenes. El vuelo será un poco largo, pero llegaremos a tiempo al hotel para que tengamos tiempo de hacer las compras.

─¿Compras?

─Claro, los vestidos de ustedes y el mío. Y el traje de tu padre.

─Bueno, yo creo que papá no querrá otro traje más.

─Déjamelo a mí. Van a estar varios profesionistas, amigos de tu padre y algunos ejecutivos que buscan la amistad de tu padre. Aunque tenga cien trajes Armani del mismo color y corte, es imprescindible que tu papá se vea bien esa noche con otro traje diferente.

Sonreí de lado por su respuesta. Rodeé los ojos con burla y probé la sopa para luego beber un poco de agua.

─Hablando de la cena benéfica, Warren estará ahí con su padre.

Hice una mueca visiblemente notoria, a lo que ella alzó una ceja.

─¿Por qué ese gesto, hija?

─No me agrada.

─¿Qué hizo para no agradarte?

─Nada. Es un muchacho agradable, pero se ensaña mucho en hacerme sentir como si fuera la única chica del mundo. Sus halagos son un tanto... ─me detuve, buscando la palabra correcta.

─¿Empalagosos?─habló mirándome con diversión filtrada en sus ojos verdosos.

─No, iba a decir ridículas ─pasé una cucharada de sopa a la boca.

─No exageres ─miró el techo aún con el aire divertido ─, ese chico tiene muy buenas intenciones contigo ─hizo un gesto alzando las comisuras de sus labios ─. Ya nadie se es serio en estas épocas.

─Te doy la razón, ¿pero no puede caber un elemento que es esencial para una relación?

─¿Te refieres al amor?

Concisamente Mío, Pero Eternamente TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora