Mes uno:
"No puede ser tan difícil"
Ahora Golden estaba ahogandose en sus palabras, deseando que sea así, como pensó.
Golden esto, Golden aquello.
Golden traeme pizza, Golden detesto la pizza.
Golden te quiero, Golden muérete.
Bueno, cosas así.
"¿Está llorando de nuevo?" Pensó mirando a Freddy, quien estaba en el sofá abrazando sus piernas, mirando el Rey León.
- ¿Freddy?
- ¡No, tarado, Fred! -Grito llorando aún mas fuerte, Golden se sentó a su lado.
- ¿Qué pasa?
- ¡Primero, insultaste mis spaguetthis, y los llamaste tallarines! ¡Segundo, ¿No ves que acaba de morir Mufasa?! ¡Insensible! ¡Y tercero, me llamaste Freddy! -Grito/Lloro alargando la última "y", Golden solo pudo rodar los ojos.
- ¿No crees que exageras un poco?
- ... -Fred solo se quedo en silencio, mirando a su novio con la temida "mirada mortal".
- ¡Perdón, no era mi intención!
- ¡HIJO DE PUTA! ¡MUÉRETE! ¡TÚ NO ME ENTIENDES! ¡VETE A ARGENTINA DE NUEVO, Y NO VUELVAS NUNCA! ¡NO QUIERO SABER NADA DE TI, SOLO LA MANUTENCIÓN! ¡NO! ¿¡POR QUÉ NO ME ESTAS ABRAZANDO, EH!? ¡¿CONSEGUISTE A ALGUIEN MEJOR QUE YO?! ¡¿QUIÉN?!
Golden suspiro, y se dispuso a responder.
- Claro que no te entiendo, Fred. Estoy haciendo un esfuerzo para entenderte a ti como a Freddy y a la enfermedad de ambos. Segundo, no soy de Argentina, nací aquí. Tercero, no te abrazo porque me arañarás como un gato loco. Y cuarto, nunca conseguiría a alguien mejor que tú, por alguna razón me comprometí contigo y estamos esperando a un bebé.
Fred no contestó nada solo extendio sus brazos para que Golden lo abracé de una buena vez y calmará su llanto. Y sin dudarlo, lo hizo.
- Golden..
- Dime, Fred.
- Trae helado de chocolate, por favor.
