Capítulo 3.

295 10 0
                                    

Me despierto por la música de mi alarma, me levanto y dirijo mis pasos hacia el baño, me lavo los dientes la cara y hago mis demás necesidades diarias, buscó en mi armario un pantalón chándal negro, una sudadera hasta el ombligo de su mismo color y mis tenis blanco, me lo colocó para luego alisarme el pelo, ya vestida me dirijo al tocador y aplicó un poco de polvo ya que no quería quedar tan blanca, me delineo los ojos para luego aplicar en mis pómulos un poquito de rubor, tomó un brillo de labios y me lo aplicó, en eso consiste mi maquillaje porque no me gusta pintarme mucho. Bajo las escaleras y me dirijo hacia la cocina, tomó los waffles que preparo mi nana con un vaso de zumo de manzana y lentamente me los voy comiendo.

Vivo con mi nana desde hace 4 años, mis padres murieron en un accidente automovilístico. Le doy las gracias a mi nana por el desayuno y salgo de la cocina.

—Cuídate mi niña —Alcanza a gritar—

—Gracias, no vemos ahora más tarde —Grité de regresó—.

Salgo de la casa he inmediatamente el viento sopla en mi cara haciendo que me relajará un poco, saqué mis audífonos del bolsillo de mi pantalón y se los puse a mi teléfono buscando la canción perfecta para escuchar mientras llegaba al colegio, cuando la conseguí me guardé mi teléfono en el bolsillo y comencé a caminar, de camino al colegio me encontraba tarareando Photograph de Ed Sheeran.

Llegué al colegio justamente cuando estaban tocando la campana que indicaba que ya teníamos que entrar, me quité los audífonos y los guarde para luego entrar a mi primera clase.

Estoy en clases aburrida esperando a que está profesora diga algo interesante ya que lo único que ha hecho es hablar cosas aburridas, cosa que me ha hecho quedar dormida. Luego de unos segundos infernales para mí la profesora dice que de ahora en adelante vamos a trabajar en parejas hasta fin de año, dijo que cada uno podría elegir su pareja. Busqué con la mirada a Tanya pero luego deduje que ya estaba a mi lado haciendo que las dos nos riéramos silenciosamente.

—¿Me buscabas? —Preguntó con una gran sonrisa en el rostro—.

—¿Yo? ¿Buscándote a ti? No para nada, más bien estaba buscando a la profesora —Alcé lo hombros desinteresada con una gran ironía en mi voz—.

—Si ajá, ¿vamos a estar la dos? —Volvió a preguntar—.

—Claro sabes muy que eso no se pregunta pero eso si más te vale que trabajes y no hables mucho mira que pareces es loro parlanchín —La miré seria a lo cual ella se rió—.

—Pero hablo porque me aburro —Ahora fue ella la que alzo los hombros desinteresada—.

—Entones estas aburrida en todas las clases por que nunca te callas —Dije a lo cual me gané un zape de parte de ella—.

—Si ya eligieron a su compañero u compañera con el cual van a trabajar anoten en un papel su nombre junto con apellido y me dejan la hoja arriba del escritorio —Dijo la profesora—.

Arranqué una hoja de mi cuaderno y en ella escribí mi nombre y apellido junto con el de Tanya, me paré de mi asiento y le dejé el papel en el escritorio para luego volver a tomar mi respectivo puesto.

La profesora siguió hablando unos minutos más hasta que sonó la campana avisándonos que ya teníamos que salir.

*****

Hoy me toca irme sola porque mi mejor amiga está pegada como lapa a su nuevo novio.

Me voy a sentar en una banca ya que todavía es temprano y no quiero llegar tan temprano a mi casa debido a que no tengo nada que hacer en ella cuando de repente me llega un pelotazo en la cara haciendo que todo mi entorno se comience a volver todo negro, luego de allí ya no me acuerdo de más.

*****

Me despierto con un fuerte dolor de cabeza insoportable, maldigo al que me pegó un balonazo en la cara, voy lentamente abriendo los ojos pero la luz me molesta así que los vuelvo a cerrar para luego abrir un ojo primero y después el otro. Me levanté de la cintura para arriba llevándome un mano a la cabeza debido al fuerte dolor cuando mis ojos se encuentra con la mirada preocupante del joven Eliott.

¿Qué hace el aquí en la enfermería del colegio? ¿No debería estar en alguna otra parte del mundo?

Lo miré confundida a lo cual este me regalo una mirada tierna junto con una gran sonrisa moja bragas.

Maldito tú y tus sonrisas moja bragas.

—Por fin despertarte pequeña —Me miró tierno— El sedante que te aplicaron te hizo dormir por unas 2 horas.

—¿Qué está haciendo usted aquí señor?¿Quién le dijo lo que me había pasado? —Pregunté directamente—.

—Eso no importa lo importante es cómo te sientes princesa —Aquí vamos de nuevo como siempre el esquivándome mis preguntas—.

—Bien, solo me duele un poco la cabeza —Me llevé una mano a la cabeza intentando calmar un poco el dolor—.

—Es normal con el pelotazo que te dieron —Dijo y una sonrisa se escapó de sus labios—.

Creó que mis bragas se volvieron a mojar.

Imbécil ¿Qué no te das cuentas que con tan solo sonreír haces que me mojes las bragas?

—No se ría —Dije seria—.

—Bueno está bien, vamos te llevo a tu casa —Me extendió para ayudarme a bajar de la camilla la cual dudosa tomé—

—No necesario me puedo ir sola —Me bajé de la camilla—.

—No acepto un no respuesta, deja que te lleve —Volvió a insistir—.

—Está bien.

*****

Llegamos a mi casa a lo cual le invitar a pasar y esté me respondió que sí. Entramos y la casa estaba sola, llame a mi nana para rectificar si estaba aquí o no pero al no obtener respuesta de su parte me di cuenta que no estaba ¿dónde se habrá metido mi nana? me dirijo a la cocina a beber un poco de agua y le ofrezco al señor Eliott.

—No me digas señor me haces sentir muy viejo —Habló haciéndose el ofendido— Dime Eliott a secas y trátame de tú tanta formalidad de tu parte me hace sentir incómodo.

—Bueno Eliott ¿quieres beber agua o jugo? —Pregunté—.

—Jugo por favor.

Vuelvo a ir hacia la cocina y le sirvo el jugo, nos sentamos en el sofá y nos quedamos unos segundos en silencio hasta que decido romperlo y preguntarle algo que no para de rondar por mi cabeza.

—¿Por qué me llamas princesa o pequeña? —Pregunté de repente—.

—La verdad es que eres preciosa por lo tanto mereces que te llamé princesa y pequeña porque eres muy linda y tierna —Tomó un poco de jugo—

Me sonrojo y de un momento a otro el poco espacio que había entre nosotros desapareció haciendo que esté quedará justamente frente a mí mirándome a los ojos haciéndome colocar más nerviosa de lo ya estaba.

—Eliott deberías irte mi nana está por llegar —Dije incomoda de la situación—.

¿Yo corta nota? Para nada.

—Está bien —Suspiro— Cuídate no vemos en otro momento princesa —Me da un beso en la mejilla y sale de la casa—.

Allí no era pero bueno algo es algo.

Lentamente me levanté del sillón y fui a cerrar la puerta con pestillo no vaya hacer que alguien entré y me haga algo, cerré la puerta para luego recargar mi espalda sombre está.

¿Escuchan eso?

Es mi corazón latiendo a mil por segundo.

Creo que el señor sonrisa bonita moja bragas está causando algo nuevo en mí y decirlo en voz alta me da miedo.

Amando a un narcotraficante -EN EDICIÓN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora