La bailarina masoquista (TERMINADA) #Bubblegum2017

Vuelo

Escrito por: XxGrier08xX

Natalia POV's

En cuanto llegamos a casa de los Prior, me dirigí lo más rápido que pude a la recámara de Erika, quizá este ahi. Cerré la puerta y me recargue en esta, no se encontraba, pero la puerta de la corniza se encontraba algo abierta y mi corazón latio con fuerza, poco a poco me acerque, no habia nada, solo un viejo listón negro en forma de anillo, este traía un pequeño papel:

"Creí que lo habías perdido"

-Estuvo aqui... - suspire

Ese listón simbolizaba nuestra amistad y matrimonio, el la universidad, y quizá en todos lados lo usabamos, unía los dedos medio y anular, era algo difícil para escribir y hacer ciertas cosas pero le tomamos costumbre. Después de unos meses, creí haberlo perdido, le dije a Erika lo sucedido y me sentí muy mal ya que nos diferenciaba de cualquier parte, le pedí disculpas y las aceptó de una manera muy triste y algo confundida. Creo que recuerdo lo que dijo ese momento:

-Descuida, era solo un listón, no tenía importancia, era solo tela en los dedos

Ese tema lo olvide. Puse de nuevo el "anillo" de tela en mis dedos y me encamine a la biblioteca (si se podría decir) para buscar, ese libro peculiar y tomar lo que necesito para ir a Florida.

Alrededor de 148 libros se encuntran aquí, unos pocos de años muy atrás (1964, un ejemplo) y otros muy recientes, "50 Sombras de Grey", "El lenguaje del adiós ", "El lado oscuro, salvaje y oculto". Joder, todos se veían del estilo de Erika, los lustraba con la yema de mi dedo índice para leerlos poco a poco, pero no habia nada, hasta que encontré un libro escondido detrás de otro muy grande.

-¡Ese debe ser! - me susurre a mi misma

Sin hacer tanto ruido, moví aquella grandeza llamada libro para sacar el que creí que era el indicado. Pero, descubrí que realmente se trataba de un diaro, uno demasiado grande y pesado, el único separador que se encontraba era un gran fajo de billetes, de casi todos los países, se repetían alrededor de 8 veces cada uno, lo introduje en mi bolso y me detuve para ver en que relato lo había dejado, quizá lo hizo con algún propósito, quizá no.

No me voy a rendir, no me voy a rendir, no me voy a rendir, no me voy a rendir. Se que estas en alguna parte, en algún lugar del mundo te encuentras, yo se que existes.

Solo dame una señal de tu existencia para ir por ti, no importa si estas al otro lado del mundo, no importa si estas en una isla desierta, en el lugar más frío del mundo, o en Toronto, yo te voy a buscar, necesito saber que eres real, que tú eres lo que necesito, lo que deseo, lo que anhelo.

Mi todo. Se que eres real. Y yo te voy a bucar.

Erika. No podía sacarme ya su nombre, las últimas palabras retumbaban en el fondo de mi mente. Ella estaba buscando me, sabía que existía, nunca me habia visto y aún asi, confío en que yo estaba en alguna parte del mundo, quizá esperando la, quizá no necesitandola.

Abrí su armario y tomé ropa, chequetas, pañuelos, vestidos de todo tipo, abrigos, pants, botas, gafas, labiales, una caja de cigarrillos y aquel diaro.

-Es hora de irme - suspire -Erika, ahora yo voy a buscarte

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-¿Adonde vamos señorita? - preguntó Stefan desde la parte de enfrente

-Llévame al aeropuerto, necesito irme de aquí - contesté sacando mi móvil y mis auriculares

-Enseguida señorita Grey

Me recoste y puse "The Hills"- The Weeknd y dejé que la música me dominara, aparte, se me haria el trayecto más corto si ponia algo de música a todo volumen.

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-Hemos llegado señorita - hablo Stefan abriendo la puerta -Yo bajaré su equipaje

Asenti. Bajé de la camioneta y me quite los auriculares, Stefan iba enfrente de mi con mi equipaje y yo trataba de ocultar la cara por el frío que había y por más extraño que parezca, varias personas prefieren viajar de casi madrugada, pero no es por que yo quiera, tengo que hacerlo, una amistad corre peligro.

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-Muy bien señorita, hasta aquí, tengo que retirarme, buen viaje - comentó mostrando una pequeña sonrisa

-Muchas gracias por todo Stefan- sonreí

Hizo un movimiento con su gorro y se retiró, yo ya habia comprado el boleto y estaba esperando la llamada para subir al avión.

"Vuelo número 213, con destino a Orlando, Florida, favor de pasar por la puerta número 5"

-Adiós Toronto, fue divertido estar aquí - me dije

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Ya estabamos en el aire, mi fila estaba vacía a excepción de mi. No dejaba de ver el cielo, creía que podía tocar las estrellas y jugar con ellas como si fueran pelotas, y la luna, más brillante que otras veces, aún tengo algo de miedo, pero ya no sentía la mano de Erika para comprimirla con la mía, cierro los ojos y no escucho su voz diciéndome que todo esta bien. Que sola me siento.