"El fin de una presentación, da oportunidad a otra"
Natalia Grey, una joven de 19 años, reconocida en todo Florida, cruza su camino, con una joven igual de reconocida que ella. Erika Prior.
Una amistad prohibida, pues la familia de ambas, se encuent...
(Espero y te guste Alejandra, te llevarás una buena sorpresa)
Natalia POV's
-Bienvenidos a Caracas, Venezuela. Esperamos que hayan disfrutado su vuelo... - se escuchaba la voz de una mujer por todo el aeropuerto
Habia llegado a mi destino y en verdad, estaba nerviosa, ¿Qué era lo que iba a hacer? No había nadie esperándome como cuando fui a Toronto, necesito ayuda, sino, moriré de estupidez.
En mi trayecto a la salida, saqué de mi maleta el Diario de Erika (cosa que aún no se por que) pero sentía un cosquilleo en todo el cuerpo mientras lo contemplaba. Solo habia leído la parte en la que Erika comenzó a buscarme, pero, antes de eso, quizá había más cosas que debería saber, o que me lleguen a importar.
--
-Debo encontrar un hotel cerca. Estoy cansada - me decía a mí misma una y otra vez
En donde me encontraba, tenía el ligero toque de las casas de Estados Unidos, sentía como si no hubiera viajado, pero aún me sentía nerviosa y frustrada.
Bajé la mano que tenía el diario, para descansar un poco, lo "tiré" y me recargue en la pared, frontando mi frente y suspirando una y otra vez. Comenzaba a relajarme.
Mientras mis ojos estaban cerrados, escuche unos pasos acelerados que se acercaban, no le di la superficie importancia. Paso enfrente de mi, pero yo seguía con los ojos cerrados. Cuando los abrí, el diario de Erika no estaba y decidí mirar rápidamente a donde se dirigiría la persona y observé que esa persona se lo llevaba.
-¡HEY! ¡ALTO! - grite mientras corría detrás de esa persona, dejando mis pertenencias a lo lejos -¡ESO NO ES TUYO!
-BYE BYE ZORRA - grito riendo
Era una una chica, demasiado rápida, se me dificultaba alcanzarla, me faltaba el aire, pero lo recuperaba cada vez mejor.
Faltaba poco, hasta... Que la alcance. Mi fuerza fue la superficie para tomar su brazo y tirarla al piso. Rápidamente me moví y me puse sobre ella, mechones de mi cabello sobresalían y "caían" hacia ella, se encontraba con los ojos cerrados, y creo que no estaba dispuesta a abrirlos.
Era linda. Tenía el cabello corto, a la altura de los hombros (quizá un poco más corto), su melena era un color blanco o quizá amarillizo, y traía dos chongos algo coquetos en la parte alta de su cabeza. Usaba unos anteojos de tipo antiguo, pero modernos a la vez, y tenía los labios ligeramente carnosos.
-¡Abre los ojos, hija de perra! - escupí
Lo hizo poco a poco, movió su cabeza hacia mi para después, no quitarme la mirada de encima. Me sonrió. Fruncí el ceño, ¿Acaso le da igual? No lo sé.
-Carajo - sonrió atrevidamente -Si que eres hermosa
-¿Ehh? - dije poniéndome de pie
-Lo que oiste Grey - habló levantándose del pavimento -Nora Adams. Un placer
-¡Alto! - exclame -¿Cómo sabes de mi apellido?
-Muy simple dulzura... - tomó mis mejillas, llevando mis labios a los suyos, para un beso inesperado y extraño -... Erika me lo dijo
Cerré mis ojos, comprimiendolos, pero, algo no me permitía limpiar ese beso de mis labios, al contrario, puse mi dedo indice en mi labio inferior y lo roce una y otra vez, provocando un orgasmo satisfactorio dentro de mi.
Cuando abrí mis ojos, Nora llevaba mis cosas a un lugar del cual no sabia, ella avanzaba y yo solo me quede de pie en el mismo lugar.
-¿Te quedarás ahí? - gritó -¡Yo que tú me movía rápido!
Corrí para alcanzarla.
--
-Bienvenida a mi humilde hogar - suspiro pondiendo mis cosas en un sofá -Pasa, pasa, no seas tímida
-Gracias... - fruncí el ceño
-Sientete como en tu casa - comenzó a reír para "romper el hielo"
Asentí. Su departamento es muy bonito, acogedor, lleno de un poco más de colores. Me acostumbre a los colores pacíficos y fríos de mi departamento que comparto con Erika.
-¿Gustas algo? ¿Agua? ¿Café? Puedes pedirme lo que sea - gritó desde su cocina
-Mmm, algo de agua, por favor - respondí
En menos de un momento, llego con un vaso de agua y una copa de vino tinto. Me vio con una sonrisa provocativa y se la devolví pero, sin ese toque erótico.
-¿Por qué me besaste? - cuestione
Ella se puso de pie y se acercó hacia mi, se hinco y tomo de mi blusa para ponerme cerca de ella. Me volvió a besar, esta vez, diferente, este fue con el toque de erotismo que yo no le puse a mi sonrisa, no se detenía, ni yo tampoco, no sabía que pasaba conmigo, puse mis manos en sus mejillas y me movía al compás de sus movimientos. Le correspondía el beso. Estaba llegando al primer y quizá el mejor climax y orgasmo de mi vida, olvidando que me estaba besando con una chica.
-... Por que me gustas, por eso te besé - suspiró en mi oído
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Me fascinas Natalia - dijo Nora pasando por donde yo estaba recostada para dormir
Se acercó a mi cama, se sentó y acarició mi cabello.
-Dame un beso antes de que me vaya a dormir - habló
Me levanté un poco de la cama y la jalé hacia mi, le sonreí y le dije:
-Mañana tendrás que decirme todo lo que sepas
-Descuida dulzura - suspiro -Lo haré. Ahora... Mi beso de buenas noches
Lo hice. Tal como el beso que me dio en su sala, fue devolvido, y mejor. Ese cosquilleo dentro de mi, me provocaba a no detenerme y continuar a los más altos extremos, pero la deje con ese deseo.
-Listo "dulzura" - respondí -Tu beso de las buenas noches
