Capitulo 1. El Club

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Capítulo Uno - El club

"Cuando te das cuenta que ya no hay solución ¿Que Pasa después?"

Londres Noviembre 2013

-¡Deja eso! - Sara gritó desesperada.

Habíamos llegado de las compras pero nada que podía hacer me quitaría la idea de su llamada.

-Por favor, se que me llamara.

Revisaba mi celular por décima vez desde que habíamos entrado al departamento de Sara.

-Amiga, el te llamara, si no que te de igual. - soltó su largo cabello rojizo dejando que cayera con elegancia, me fulmino con sus ojos azules y sonrió.

-Hay tantos hombres en esta vida.

-Para mi solo esta Brandon.

Rio a carcajadas dejándose caer al sofá, me invito a sentarme, al hacerlo me rebato el celular.

-¡Hey!

-____. Basta de eso, se que amas a Brandon, pero, ¿No te aburres?

-¿De qué hablas?

-Ya sabes, el es aburrido, apuesto que no te a tocado. - paso una mano por mi hombro haciendo que me ruborizara, ella estaba equivocada.

-Eso no lo es todo -Dude de mi propia respuesta.

-¿para qué quieres que te llame?

-Me prometio que llamaría cuando llegara a Canadá.

Brandon como trabajador de mi padre tenía que salir a muchos lugares para supervisar las obras.

-Bueno, ¿Qué te párese si nos probamos la ropa que nos hemos comprado? -Sara se levantó y me tendió su mano, al tomarla me llevo hasta su habitación. -Nos pondremos bellas para salir.

-¿Salir? - me detuve en seco, cuando Sara quería salir nada resultaba bien -Yo no puedo.

-Mi querida _____. Si sigues así serás tan amargada como tu madre.

Fruncí el Ceño y camine hasta la cama donde Sara ya había sacado toda la ropa, algunas eran demasiado para mi pero tan poco para ella.

-Te buscare el mejor vestido - busco entre la montaña de ropa, me crucé de brazos esperando, me asuste al ver que sacaba un vestido azul marino descubierto de la espalda.

-¡Estas loca, me dará pulmonía!

Ella río y me lo aventó, apunto al baño y siguió buscando ropa.

El vestido era demasiado corto, me quedaba un poco arriba de los muslos, trate de bajarlo pero este volvía a subirse, me gire hacia el espejo del baño y mi espalda esta descubierta, la abertura casi llegaba a mi trasero, salí molesta, Sara estaba ya con una falda negra más corta y una blusa morada con un gran escoté al verme sonrió.

-Estas hermosa, sólo falta el peinado y maquillaje, por poco me olvido.

Fue a su armario y saco una caja de esta unos zapatos plateados de plataforma.

-Ni lo pienses.

-Tómalos, ahora siéntate para hacer el resto.

-Te ves hermosa.

Mis ojos delineados de negro con sombras plateadas, mi rostro con polvo, mis pestañas bien negras, toque mis labios y un rojo pálido los adornaba, el cabello amarrado con una coleta alta.

-No te quedes muda ¿Que te parece?

-Me veo como un payaso

-Siempre dices lo mismo, ___. Te ves muy linda, ya podemos irnos. Toma tu bolso y vámonos

Sara traía una gran cebolla y el doble de maquillaje que yo, salió del departamento con facilidad aunque sus tacones fueran mucho más altos que los míos, era de estatura baja así que le quedaban perfectos.

-El lugar esta llenó.

Al llegar al club no se podía ver nada más que los cuerpos de las personas bailando de un lado a otro, la música estaba demasiado alto, la oscuridad impedía que viera los rostros de los demás, incluso a Sara no la podía ver.

-¡Estamos para divertirnos!

Me tomo de la muñeca y llegamos a una mesa que estaba rodeada de sillones de piel, el color no se sí era negro o café, me senté recordando lo corto que era el vestido.

-¿Gustan algo de beber?

Un joven nos sorprendió, parecía que a el no le molestará el ruido alguno, Sara sonrió

-Dos Martinis.

La mire, yo no acostumbraba a beber, el joven apunto en su libreta y se esfumó.

-Estoy ansiosa de bailar con alguien.

-Sara tranquila no estaremos mucho tiempo.

-______. La noche apenas comienza.

Suspire al ver que el joven venía con nuestras bebidas, Sara no espero a que este las pusiera en la mesa cuando ya se la había quitado de las manos, la tomo como si fuera agua, el mesero la miro con admiración mientras yo tomaba la mía con resignación.

-¡Bailemos!

Sara me jalo hacia la pista y empezó a bailarme como una maniaca, reía al verla, me moví como ella olvidando todo, la música retumbaban en mis oídos el humo a cigarro cegaba nuestra vista.

-Hey, preciosa ven a bailar.

Un hombre tomo a Sara y esta se fue sin peros dejándome en medio de la pista, camine hacia la mesa pero algo me detuvo. Una mano sujetaba mi muñeca me acelere.

-Tranquila - un hombre me sujetaba, al verlo no podía identificar su rostro, sólo su sonrisa, tan brillante. -Sólo quiero bailar contigo, claro, si tu estas de acuerdo.

Su voz sonaba tranquila y decidida.

-No se, estoy con una amiga.

-Yo no la veo por aquí - me atrajo hacia el -No me digas que no.

Al tenerlo más cerca pude ver sus ojos, eran hermosos, me hipnotizó su color Esmeralda, tomo mi mano con delicadeza y entramos entre la multitud, empezó a bailar cerca de mi, su respiración golpeaba mi cuello.

-No me tengas miedo.

Dijo al poner su mano en uno de mis muslos, grite sin que nadie se percatara de ello, me sujeto con fuerza, sentí que mi corazón se aceleró. Puedo estar segura que vi que sus ojos flamearon, sonrió y se acercó a mi cuello, su nariz hizo que me estremeciera, cerré los ojos y cruce mis brazos por su cuello, jale su cabello cuando mordió mi lóbulo.

¿Qué me esta pasando?, no lo detuve al sentir sus manos recorrer mi espalda descubierta.

Volvió a besar mi cuello pero cuando su mano quiso bajar más me separe, me vio desconcertado.

-Creí que te gustaba. -Su rostro se volvió a tranquilizar.

-No, yo no puedo hacer esto.

-Pero si me has pedido más.

-¿Yo?

-Me lo haz susurrado al oído.

-Es un juego tuyo.

No recordaba haberlo hecho, me sentí como una idiota y me aleje de aquel desconocido, Sara estaba en la mesa platicando con el hombre que la había alejado de mi.

-Es hora de irnos - tome mi bolso y salí lo más rápido del lugar.

-¿Qué pasa? ¿Te hicieron algo?

Me detuve en seco, el me hizo algo, su tacto realizo que todo mi cuerpo temblara mi mente se nublara, y, que deseara más de el.

-Sara sólo vámonos de este tonto club.

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