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Jihoon corrió como pudo, las lagrimas amenazaba con salirse y lo menos que quería en ese momento es que alguien lo reconociera. Su mamá le tiño los cabellos castaños nuevamente, le traía tantos recuerdos a ambos.

—¡Jihonnie!—El nombrado reconocía esa voz, paro en seco y las lagrimas salieron por si solas. Su hyung estaba parado afuera de la puerta de la casa compartida. El mayor lucia del asco pero aun así al castaño le pareció adorable, traía puesta la pijama, sus cabellos negros estaban por todos lados y lucían algo grasosos, su cara estaba pálida y tenia ligeras ojeras junto con lagañas.

Jihoon no pudo aguantar más y Seungcheol tampoco, el menor soltó su maleta y corrió a los brazos de su hyung favorito, este a pesar de no traer zapatos y andar solo con los pies pelones corrió hacia el menor. El suelo tenia un poco de escarcha pero eso no le importo al mayor.

—Intente contactarte, lo juro, perdóname jihonnie.— Seungcheol se aferro al cuerpo del menor y este no puso queja, en cambio escondió su cabeza en el pecho ajeno y lloro—. Mingyu me dijo que estabas bien pero aun así estaba muy preocupado, intente marcarte pero estaba muy ocupado o Jeonghan no me dejaba, cuando por fin pude marcarte tu teléfono estaba apagado, y así duro las dos semanas anteriores, realmente intente contactarte.     

El castaño intensifico su agarre en la cintura del mayor, no quería dejarlo ir—. E-Eres un idiota hyung—. Jihoon no pudo continuar por que el hipar se lo impedía. Poco a poco la polera de Seungcheol se fue mojando por las lagrimas. Cuando Jihoon se calmo Seungcheol limpio la cara del menor con su propia polera y lo obligo a entrar a la casa.

—Perdón por no avisarte antes— Estaban sentados en la mesa, uno frente al otro tomando té que anteriormente había preparado el mayor—. ¿Donde están los demás? 

—Algunos regresaron a sus casas y otros salieron a celebrar, después de todo es navidad— Jihoon paso tímidamente su mirada hasta encontrarse con la de Seungcheol ¿Como podía ser tan atractivo un camello recién levantado?     

—¿Por qué no saliste con ellos?—Había sido más un susurro pero el pelinegro pudo escucharlo por que la casa estaba en total silencio.

—Pensé que en cualquier momento podrías regresar y no quería estar con Jeonghan— Seungcheol dudo un poco y soltó el aire que había retenido. Tomo una bocanada de aire y cambio de planes—. ¿Jihoon quieres ir a dar una vuelta por el parque?

El menor asintió y vio las intenciones de Seungcheol—. ¿Piensas salir así? 

Seungcheol se miro y se dio cuenta de que seguía en pijama, enrojeció de vergüenza y salio corriendo a su cuarto. No tardo ni diez minutos cuando ya estaba completamente arreglado y despedía ese delicioso aroma varonil que a Jihoon tanto le encantaba. El mayor rápidamente guardo algo dentro de su chamarra y salieron al parque.

Era una caminata agradable e incomoda, los dos iban en silencio y el parque estaba casi vació.

—Me gustaba más rosa— Jihoon confundido volteo a ver a su mayor—. Me refiero a tu cabello.

El menor enrojeció y se escondió más en su bufanda roja hasta que las grandes manos de Seungcheol se posaron en sus pequeños y delicados hombros.

—Jihonnie— Le llamo y este estiro su cuello dejando su refugio de la bufanda atrás para ver la cara seria del pelinegro—. Leí tus cartas— El menor abrió sus ojos lo más grande que pudo y su garganta quedo seca. No, él no podía, no aun. Jihoon intento zafarse del agarre del mayor pero este lo sostuvo con más fuerza casi haciéndole daño—. Jihoon tu me encantas.

—N-No se a que cartas te refieres Seungcheol, y-yo... espera ¿Qué?— Los ojos de Jihoon miraron los ojos ajenos y se dio cuenta de que el mayor estaba sonrojado, no tanto como él pero si sonrojado de manera notoria.     

—Me gustas Jihoon, me encantas de una manera tan extraña que no te lo podría describir en palabras pero lo que si te puedo decir es que me gustas.

—¿P-Pero tu... cómo?— El menor estaba confundido, demasiado para ser verdad.

—Hace unos días Jeonghan entró a tu estudio y esculco en tu mochila, vino corriendo a mi y me entrego las cartas, enseguida me di cuenta que eran para mi. Seungwkan se entero y se peleo con Jeonghan... fue una pelea de gatas pero llegamos Hansol y yo y los separamos. Hable seriamente con él y me di cuenta de los mensajes que te envió y lo que venían en ellos. Perdón por no haberme enterado de eso— el pelinegro limpio con su pulgar las lagrimas que estaban escapando de los ojos de Jihoon y prosiguió—. Te fuiste prácticamente un mes y en ese tiempo me di cuenta de cuanto te necesito en mi vida, no había nadie que me dijera insultos o que me propinara un golpe cada vez que lo molestara, y yo me sentí vació al no poder ver tu adorable y hermoso rostro. Te prometí tantas cosas y tenia más planes pero escapaste. Quise ir a Busan y buscarte pero tenia miedo de que en ese tiempo te hubieras desecho de esos sentimientos.

Jihoon se quedo en blanco y solo pudo bajar su enrojecida cara y pegarla al pecho de su hyung. Si ponía más atención podía escuchar no solo su desbocado corazón sino también el de Seungcheol—. No te podía dar todas las cartas.  

Las manos de Seungcheol se dirigieron a la cara de Jihoon e hicieron que aquella tierna y sonrojada cara lo mirara a los ojos ¿Como un enano gruñón podría lucir tan adorable? .Los ojos de Seungcheol pasaron a los rosados labios ajenos y se acerco lentamente a ellos pensando en si lo que estaba haciendo era correcto, pero para ese punto ya nada era correcto o incorrecto, solo eran ellos dos con sentimientos semejantes. 

Jihoon se desespero por la poca distancia que quedaba y la acorto de golpe poniéndose de puntitas y acercándose mas sintiendo los suaves labios ajenos, había sido solo un choque entre sus labios pero a ellos les bastaba. A los segundos los dos se separaron y se miraron a los ojos aun con el pulso acelerado y la cara roja. Seungcheol tomo la mano ajena y entrelazo su mano con ella—. Regresemos a casa Jihonnie.     

                








Cartas. [Jicheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora